💘 CAPITULO 6 🤔

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Una tarde, cuando Jungkook regresaba de comer, al entrar a la zona de los despachos, un exquisito olor a colonia inundó sus fosas nasales. Recordaba muy bien de quien era. De repente lo escuchó cantar y se sorprendió, porque lo hacía de maravilla. Ingresó buscándolo con la mirada, y lo halló entre los estantes del archivo que había en medio de la oficina de Shara y la de él. Al verlo no pudo evitar sonreír; el rubio estaba muy concentrado en lo que hacía.

_ Joven Park, canta usted muy bien. —El rubio se sobresaltó al verlo, tirando al suelo las carpetas que sujetaba; se agacharon a la misma vez a recogerlas, golpeando en el acto sus cabezas. Jimin se levantó apresurado, quitándose los auriculares y disculpándose.

_ Lo siento, señor Jeon. —Jungkook llevó una de sus manos a la frente de Jimin; le había hecho daño y tenía la frente roja.

_No pasa nada, ¿tú estás bien? —el menor asintió con la cabeza, y se dispuso a salir del archivo, pero Jungkook se lo impidió cerrando su camino. Era la primera vez que lo tenía tan cerca desde el día del ascensor y ahora no pensaba dejarlo huir tan fácil; no iba a perder la oportunidad de contemplarlo una vez más o quién sabe de pronto algo más.

_ ¿Qué cantabas?

­_ Una canciónrespondió cortante, pero al ver la cara del azabache no muy conforme con su respuesta, añadió— Youth, de Troye Sivan, señor. —Jungkook asintió sin despegarle la mirada.

_ ¿Ahora que sabes quién soy, me llamas... señor?la cara de Jimin fue todo un poema, un precioso poema. Jungkook dio un paso hacia el frente y el rubio dio uno hacia atrás, ¿le estaba huyendo? ¿Desde cuando alguien le huía? ¡Increíble! Volvió a dar otro paso en su dirección y él retrocedió de nuevo. Sabía que no estaba procediendo bien, nunca en su vida había acosado a un hombre porque ellos siempre iban a él, nunca lo había necesitado, pero este chico era tan diferente que lo atraía como un imán.

_ Me gustabas más cuando no sabías quién eramurmuró Jungkook.

_ Señor, yo...

_ Jungkook. Mi nombre es Jungkook.

Su olor, su cercanía, su mirada, sus labios, todo en él le atraía de una loca manera; era algo que no podía evitar. ¿Qué le pasaba con ese joven que tenía en frente? Se sentía tan embriagado en su belleza y su ser. Lo deseaba en su cama, pero lo deseaba ¡ya!, y no se la estaba poniendo fácil.

Se escuchó a Shara y a Taemin, otro de los empleados de Merck. Entraban en uno de los despachos de al lado.

_Vamos, ven aquí, déjame ver qué llevas hoy bajo esa falda —vaya, vaya, Shara y Taemin, pensó Jungkook intentando no reírse. Pero la cara de Jimin no tenía precio. Se inclinó un poco hasta estar cerca de su oído.

_ Tranquilo, dejémoslos que se diviertanhablarle al oído lo puso caliente y duro; deseaba ser él, quien estuviera divirtiéndose con el chico que tenía en frente. De pronto, se dio cuenta que sus respiraciones estaban un poco aceleradas, mientras eran testigos de cómo esos dos se besaban con locura y deleite.

Curioso, Jungkook miró por una de las hendijas como Taemin manosea a Shara con propiedad. Pasó una de sus manos por la cintura del rubio que no sabía cómo escapar de ahí.

_¿Excitado?le susurró. Jimin levantó su mirada y Jungkook sintió que en cualquier momento el rubio le iba a sentar un puñetazo, pero era masoquista porque el solo hecho de imaginarlo lo excitaba aún más, por lo que con diversión insistió. - ¿O te excita más el fútbol que esto? —Jimin lo volvió a fulminar con la mirada, pero por un segundo vio que le excitaba también lo que estaba ocurriendo.

Instantes después, escucharon un jadeo descontrolado y los dos curiosos miraron por la hendija; sin duda el morbo de ver lo que ocurría era más fuerte. Divisaron a Shara sentada sobre el escritorio, con las piernas abiertas y la boca de Taemin entre ellas.

Jimin resopló y se inquietó un poco; estaba muy incomodo. Jungkook solo disfrutaba lo que estaba ocurriendo.

_Daría todo lo que tengo por qué fueras tú quien estuviera sobre esa mesa, pasaría mi boca por tus muslos, para después llevar mi lengua por todo tu miembro y hacerte mío. —Susurró al oído de Jimin, pero en cuanto esas palabras salieron de su boca, se dio cuenta de que se había pasado de la raya al ver a Jimin como un hermoso tomático.

Pero esa nimiedad no lo iba a detener; dio otro paso hacia él hechizado por su olor y por la necesidad que tenía de poseerlo. Saco su lengua y sin dudarlo la paso por el labio superior del Jimin. ¡Mmm, exquisito...! Envalentonado, siguió su recorrido y repasó el labio inferior. Sin poder detenerse le dio un mordisco, y al ver que el rubio abrió su dulce boca, no lo dudó ni un minuto. Él no era de besar a desconocidos, pero ese chico lo traía loco. Introdujo su lengua en el interior para probarlo y degustarlo.

... ¡Maravilloso!.

En un principio Jimin no respondió, pero Jungkook lo apretó contra su pecho, desatando una aditiva danza entre sus lenguas. Creía que en cualquier momento iba a explotar de placer. Pero ¿qué le ocurría? Por qué no quería apartarse de esa boca; disfrutaba de ese beso como nunca lo hizo en su vida, al separarse unos minutos para tomar aire. Se miraron a los ojos por unos segundos.

_ ¿Quieres cenar conmigo? —susurró aún idiotizado por esa mirada acaramelada. Pero sorprendentemente, el rubio rechazó su invitación.

Pero no, él no iba a aceptar un no por respuesta; no pensaba consentir eso. Él era Jeon Jungkook.

_ Sí, cenarás conmigo —volvió a insistir, ahora más como una orden que como una invitación.

_No —al oír de nuevo su negativa, parpadeó incrédulo; nunca nadie lo había rechazado. Siguió insistiendo en susurros, mientras Jimin seguía negándose. Jungkook estaba deseoso; por lo tanto volvió a besarlo. Esos labios, ese sabor, esa suavidad..., sin duda este hermoso rubio tenía que acabar en su cama, sí o sí, porque el deseo que le provoca era tan grande, que si no fuera porque estaban en la oficina, lo haría suyo ahí mismo en ese archivo.

Pero al final. Era mejor esperar. Quería que eso pasara en su hotel. Se separó poco a poco de Jimin, sacó su móvil y sin mirar al rubio comenzó a teclear. Instantes después se escuchó a Shara salir del despacho, pues ya habían terminado lo que hacían.

_Escuche, señor Jeon Jungkook... — Jimin habló, pero inmediatamente fue interrumpido por el dedo del azabache sobre sus labios; después lo vio dar media vuelta para salir del archivo.

_ De acuerdo. No nos tutearemos. Pasaré a recogerlo por su casa a las nueve. Póngase guapo, joven Park. - Jimin gruñó y pasó enfurecido por su lado, causándole gracia. Jungkook lo siguió con la mirada y su gesto de enfado le recordaba a su madre.

¡Coreanos tenían que ser!

Intuía que iba a escapar de su invitación, pero no, él no pensaba permitirlo. Sacó su móvil, y escribió algo y le dio "enviar". Segundos después Jimin lo miró a través del cristal con un gesto de enfado.

"Soy el jefe y sé dónde vive. Ni se le ocurra no estar preparado a las nueve en punto".

Su mirada asesina le causaba ternura, y su enfado gracia. Segundos después, Jimin cogió su mochila y salió de la oficina. Jungkook se sentó en la silla detrás de su escritorio sin entender por qué estaba persiguiendo por primera vez en su vida a un hombre. Un hombre que al parecer no quería saber nada de él.

 Un hombre que al parecer no quería saber nada de él

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PIDEME LO QUE QUIERAS  (KOOKMIN💘💦🍑)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora