🤭CAPITULO 8 😏

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Jungkook despertó en la cama de su hotel tras una noche caliente y lujuriosa, recibió una llamada de sus amigos para salir y decidió tomarse el día libre.


¡Para eso es el jefe!

Pasada la mañana se encentró con ellos para comer en un excelente restaurante. Pidieron churrasco y solomillos.

_ ¿Qué tal la noche en el lugar que te recomendamos? —le preguntó Yeojun.

_ Bien. —dijo dándole un trago a su vino.

_ Bueno, no es tan genial como Gavana —comentó Beomgyu— pero al menos te diviertes un poco.

Jungkook asintió dándole la razón. Durante un rato se deleitaron comiendo; entre conversaciones, anécdotas y risas, Jungkook disfrutaba pasar tiempo con sus amigos.

Al acabar, dieron un paseo por la zona y vio una floristería donde decidió comprar un ramo de flores para Shara. Agradeciendo la excelente noche. Después entraron a un sex-shop. Porque Yeojun quería comprar cierto juguete.

Jungkook también se paseó por los pasillos del lugar, mirando curioso todo lo que se encontraba ahí. Era increíble la cantidad de artículos que tenían para disfrutar del sexo. De pronto, vio algunos objetos que llamaron su atención y los compró; sabía muy bien a quien iba a regalárselos. Llamo al mensajero de la compañía y le ordeno que llevara el paquete y se lo entregara al joven Park Jimin.

Pasó el resto de la tarde con sus amigos y a última hora decidió hacer una llamada telefónica. Un timbrazo... dos, cuando escucho aquella suave voz al otro lado de la línea.

_ ¿Has abierto el paquete que te he enviado? - Jimin no respondió. —Te oigo respirar, contesta —insistió.

Finalmente Jimin respondió. Haciéndole saber que no quería ningún regalo de su parte.

_ Por favor, ábrelo —dijo ignorando lo dicho anteriormente por el rubio. Jimin gruñó molesto y decidió abrir el paquete, sorprendiéndose con su contenido.

_¿Qué es esto? —preguntó con cierto enojo. Jungkook sonrió. Le hubiera encantado haber visto esa cara cuando lo abrió.

Le había comprado dos vibradores. Uno pequeño y discreto, el otro un pelín más grande para que lo tuviera en casa.

_ Dijiste que estabas dispuesto a todo. Te gustarán, pequeño, te lo aseguro. Uno es para la casa y el otro para que lo lleves en tu maleta a donde vayas. Estaré en tu casa a las seis. Te enseñaré para qué sirven.

Cómo Jungkook esperaba, Jimin se negó rápidamente. Pero a él no se le resistía nadie y le repitió que estaría en su casa a las seis. Se moría de ganas por verlo y enseñarle algo sobre el sexo. Algo le decía que a ese pequeño curioso le encantaría aprender.

Una vez se despidió de sus amigos, volvió a su hotel para darse una ducha; al salir del baño, una notificación de mensaje llegó a su teléfono y se apresuró a leerlo.

*Anoche te eché de menos en Gavana.*

Maldijo al ver quién lo enviaba. Le molesta recibir mensajes de Victoria.

¡Le fastidiaba!

Lo ignoró y procedió a vestirse. Media hora después salió del hotel. En el camino hizo una parada para llevar algo de beber que le gustara a Jimin. A la media hora ya estaba frente al edificio; miró su reloj y eran justo las seis en punto. Llamó al citófono.

_ ¿Quién es? —preguntaron al otro lado.

_ Jimin, soy Jungkook, ¿me abres? —El portal se demoró unos minutos en ser abierto; seguro fueron los minutos en los que el rubio dudó en abrirle. Pero finalmente se escuchó el ruido del portal siendo abierto.

Una vez llegó a su puerta, tocó, pero el rubio no abrió de inmediato, por lo que volvió a insistir, ¿pero qué hace? ... Esperó con paciencia; de seguro Jimin estaba poniéndose más hermoso y sexy para él.

Pasaron los segundos y arrugó su ceño ya desesperado por qué Jimin no abría, y justo en ese momento la puerta se abrió. Lo sexy no estaba por ningún lado.

_¿Estabas corriendo? —preguntó al verlo alterado, pero Jimin no respondió.

Jungkook lo analizó por un momento. La diferencia entre Jimin y las personas con las que solía estar era abismal. Los otros se preocupaban por arreglarse, estar hermosos y sensuales para agradarle. Pero este chico estaba al natural. Tenía puesto un pantalón chándal y una camiseta dos tallas más grande que él; para rematar llevaba unas pantuflas de conejo y sin poder remediarlo Jungkook se mofo de eso.

_ Me encantan tus pantuflas. —Dicho eso, se abrió camino dentro del apartamento.

Miro curioso todo el lugar. No era muy grande, pero si era bonito y colorido, Jimin tenía buen gusto por la decoración. Se sorprendió al ver un gato que venía hacia él. ¿Un animal en casa? No le gustaban mucho los animales y menos que vivieran en la casa. Sin saber por qué, se agachó y lo acarició bajo la atenta mirada de Jimin. Siguió acariciando al animal hasta que se acordó del champan de etiqueta rosa que le había traído.

_ Toma, precioso. Ábrela y ponla en una cubeta con bastante hielo. Y trae dos copas.

Jimin desapareció de su visión con un gesto serio. Intuyo que sus órdenes no le gustaban; sin hacer ruido, lo siguió viéndolo en la cocina leyendo la etiqueta de la botella. Pasó una de sus manos por la cintura del rubio haciendo que este diera un respingo.

_ Dijiste que te gustaba la fresa. En el aroma de este champán predomina la fresa silvestre. Te gustará. — dijo sobre su oído. Jimin no lo miró.

"¿Por qué?"

Estaba ansioso de que sus miradas se conectaran, así que sujetándolo de la cintura le dio la vuelta, dejando a Jimin con la espalda apoyada contra la nevera. Complacido de ver por fin lo que le gustaba. Atrapo sus labios en un beso necesitado. Maldición... ¡Cómo le gusta besarlo! Jimin no rechisto, se dejó; al parecer le agradaban sus besos.

Pero Jungkook aun tenía ganas de seguir descubriendo cosas de ese pequeño.

_ ¿Dónde está lo que te regale hoy? —cuestionó con una voz ronca sobre sus labios.


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Hola 😊

Espero que la historia esté siendo de su agrado..
Se vienen cosas muy interesantes .... Será que a Jungkook le llego el momento de que alguien le domine su alma libertina y lo baje de su pedestal... Ya lo veremos 🤭


PIDEME LO QUE QUIERAS  (KOOKMIN💘💦🍑)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora