Había pasado una semana desde que Jimin llegó a la casa de los Jeon, la convivencia con Jin no era precisamente la mejor. El pequeño pelinegro no perdía oportunidad para hacerle desaires al rubio. Jungkook se quería arrancar los pelos, definitivamente Jin había hecho todo lo contrario a lo que le pidió
Jimin entendía muy bien la situación, sabía de antemano que él era un total desconocido para el chico y que en pocas palabras lo veía como una amenaza, trataba en lo mas posible de ser amable y sacar paciencia de donde no la tenía. Les daba su espacio para que compartieran como familia. Pero cuando él tenía sus momentos de apapachos con el azabache, Jin siempre termina en medio de los dos como si fuera un crio.
Esa mañana cuando Jungkook despertó su pequeño rubio dormía abrazado a su pecho, un hondo suspiro escapó de sus pulmones sintiéndose plenamente feliz, deseaba que todas sus mañanas fueran igual de bellas al despertar.
Observo por unos minutos al pequeño dormilón recorriendo con la yema de sus dedos las suaves y regordetas mejillas, su pequeña nariz y terminó en sus pomposos y apetitosos labios. Estaba tan ensimismado, hasta que el ruido de sus tripas crujir lo sacaron de su ensoñación, miro una vez más al rubio y beso su mejilla en un vago intento por despertarlo, pero este ni se inmutó. Jimin estaba totalmente entregado a los brazos de Morfeo
_ Amor... — susurro cerca de su oido, el rubio se removió para acurrucarse mejor en su pecho – Cariño, despierta... vamos a desayunar
_ Tengo sueño — gruñó con los ojos cerrados — ve tu— se giró hacia el otro lado de la cama y se hizo rollito con las sábanas,
Jungkook sonrió enternecido, su pequeño definitivamente era muy dormilón, se levantó con cuidado, recogió su pijama que yacía en el piso y se la coloco, miro una vez más la bolita sobre su cama y decidió bajar a desayunar
Al entrar a la cocina se encontró con Zoraida leyendo muy concentrada una hoja, y como buen chismoso que era, se acercó a la mujer lentamente para saber de qué se trataba lo que leía con tanta atención.
La mujer dio un respingo llevándose asustada una mano al pecho al darse cuenta de su presencia, Jungkook también dio un brinco con ella y pidió disculpas por sorprenderla. Zoraida estaba leyendo una receta de comida coreana y para su sorpresa, le había preparado al rubio un Bibimbap. Definitivamente Jimin se había ganado el cariño de la amable mujer y lo consentía a tal punto de prepararle la comida de su país.
Prepararon una bandeja con el desayuno para llevárselo a Jimin a la habitación, subiendo las escaleras se topó con Jin que inmediatamente lo miro con cara de reproche al ver la bandeja en sus manos.
Jungkook lo saludo con una gran sonría, y para limar las asperezas le prometió que en unos minutos bajaría para que desayunaran juntos. El pequeño azabache asintió y siguió su camino.
Al entrar a la habitación se encontró con Jimin saliendo del baño.
_ Buenos días, mi Mochi — saludo muy animado, Dejo la bandeja sobre el nochero y se sentó en la cama. Jimin sonrío al escuchar aquel mote cariñoso característico de su familia, se acercó dejando un suave beso de buenos días sobre sus labios — ¿Cómo está mi novio hoy?
_ Agotado, pero feliz — respondió con una sonrisa, Jungkook también sonrío recordando la increíble noche que habían pasado.
Tuvieron varias rondas de sexo y amor. A petición por supuesto de un calenturiento azabache. Pero quien era Jimin para negarse ante semejante semental, el solo se dejó llevar~
_ ¿Eso es Bibimbap? — cuestionó sorprendido, fijándose en la bandeja sobre el nochero
_ Si, Zoraida lo preparo para ti — Jimin dio un saltito de felicidad y ligeramente se acomodó sobre cama. Jungkook le acercó el plato para que comiera
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PIDEME LO QUE QUIERAS (KOOKMIN💘💦🍑)
RandomJeon jungkook es un poderoso empresario nacido en Alemania. Siempre ha sido un hombre frío y libre, que disfruta del sexo sin amor, sin compromiso con hombres y mujeres. Pues el amor y el Matrimonio no hacen parte de su lista. En un viaje de negoci...