Una Corte De Sombras Y Sangre© [CASSIAN]

C A P Í T U L O 14

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° C A S S I A N °

Cuando finalmente atravesé la puerta de la gran habitación dejando caer los brazales de la pesada armadura, Nesta aun estaba sentada en el borde de la cama con una taza de lo que parecía ser un humeante té entre sus manos, y encarada a la gran puerta y ventanales abiertos que dejaban ver la noche estrellada más allá, mantenía la mirada literalmente perdida.
Hice mi camino con pasos pesados y cansados hasta el extremo contrario de la cama mientras desataba las correas de la pechera y las hombreras, cuando las dejé caer sobre el gran colchón ella se giró suavemente, había dejado su cabello suelto y este caía suavemente rizado por sus hombros y espalda.
Nesta me miraba de reojo y sabía que no había un gran enfado en su mirada, pero sí que había cierta distancia entre nosotros en aquel momento, sin embargo, cuando finalmente habló, su tono fue más dulce del que esperaba.

—Has tardado más de lo que creeía —Volvió a agachar la mirada a la taza en sus manos, en el otro lado yo me senté sobre el borde de la cama y me deshice de las correas de las grebas y de las pesadas botas.

—Necesitaba despejarme un rato —Respondí mientras articulaba mi cuello en movimientos circulares y disfrutaba de la libertad del movimiento —Todo eso de antes... ha sido demasiado.

La escuché suspirar mientras yo me deshacía de la camisa de color negro y de los pantalones para luego escurrirme debajo de las sábanas y dejar escapar un quejido adolorido. Quizás había forzado demasiado las alas en el vuelo, los músculos en mi espalda me mataban lentamente, aunque realmente se sentía como un castigo merecido.

—No tuviste que hablarle así a Vyneea, incluso cuando tenías algo de razón -—Nesta se giró y quedó sentada encarándome desde los pies de la cama —No era la manera.

Cerré los ojos y asentí porque yo ya me había dado cuenta de aquello. Mierda, me había dado cuenta de eso en el mismo instante en que toda esa mierda había salido de mis labios, en cuanto su rostro había dejado la furia a un lado para dejar por completo el dolor empapar todas sus facciones. Y aun así, no podía sentirme culpable del todo porque aquella reacción había sido algo completamente ajeno a mi, a mis propias decisiones, había sido como si algo más, como si esa bestia que yo guardaba rugiendo en el interior se hubiera liberado por unos momentos, porque lo sabía, sabía perfectamente bien que si Vyneea ponía un pie en Bajo la Montaña correría peligro y yo...