× × ×
° V Y N E E A °
—Vyneea —No podía detenerme.
Los dedos de Cassian me recorrieron de arriba a abajo, recorriendo cada centímetro de mi como si estuviera estudiándome.
Las sábanas de la cama hacían un contraste frío contra mi por la húmedad de la camisa empapada que se pegaba a mi piel. Mis manos no podían parar de tratar de aferrarse aún más a él, escalando por los pliegues mojados de su propia ropa y buscando un rincón donde colarse para poder sentir la dureza y calidez de su cuerpo.
—Dioses —Gimió él contra mis labios mientras uno de sus dedos jugaba tentadoramente contra mi entrada —Jodidos malditos dioses.
Iba a deshacerme entre sus brazos. Cada movimiento de sus labios contra los míos, contra la piel de mi cuello. Cada caricia de sus dedos sobre mi humedad era como fuego sobre yesca. Ahogué un grito ronco cuando sus labios descendieron hasta mis clavículas y se detuvieron en un punto sensible.
—Aún puedo detenerme —Volvió a advertir deteniéndose. No levantó la mirada, se mantuvo escondido contra mi cuello dejándome sentir la caricia de sus dedos en mis pliegues y su aliento tras mi oreja —Aún puedes pedirme que pare.
—No quiero parar, Cassian —Murmuré con el aliento entrecortado mientras giraba mi rostro para obligarle a mirarme los ojos —Quiero esto. Te quiero a ti, ahora.
Había un brillo nervioso en su mirada. Una duda que lo carcomía y atemorizaba.
—No sé si podré controlarme... —Su voz temblaba —No quiero hacerte daño...
Su gesto, casi infantil en ese momento, descongeló algo más en mi interior. Y como si todo esto no fuera una experiencia nueva para mi, como si él no fuera el primer macho que me tocaba de aquella manera y me hacía temblar hasta los huesos, deslicé mi mano entre nuestros cuerpos hasta rozar la dureza que abultaba sobre su pantalón.
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Una Corte De Sombras Y Sangre© [CASSIAN]
FanfictionEl destino a veces es caprichoso, y con ellos no iba a hacer de menos. Viejas leyendas cobraran vida, peligros ya hundidos se levantaran. Cassian estaba listo para la paz pero ¿puede el amo del baño de sangre alguna vez dejar su espada? Ella no d...