C A P Í T U L O 33

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° V y n n e a °

     Eris caminaba al frente, yo tan solo un paso por detrás.

      Mi atención estaba en todas partes menos en lo que Eris iba murmurando, algo sobre la historia de la mansión que, siendo sincera, me traía sin cuidado. Los detalles en el papel de pared eran extrañamente tan realistas que me invadía una necesidad de acercar una de mis manos hacia las paredes para tocar lo que parecía ser la corteza de un roble. Las molduras pegadas a los techos también estaban cuidadosamente trabajadas, haciendo que en cada unión o esquina, varias hojas, de lo que otra vez asumía era un roble, se enredaban unas con otras para volver a viajar hasta la siguiente esquina.

     Si tal como Eris había dicho esta casa tenía cerca de mil años, me resultaba sorprendentemente bien cuidada. Sobre todo teniendo en cuenta que Beron era fanático de las familias numerosas. Era casi impensable que una casa como esta estuviera en tan buenas condiciones cuando casi una decena de niños habían corrido por su pasillos.

      —Eris —Interrumpí su interminable monólogo sobre las preciadas alfombras —¿Cómo fue tu infancia?

      No había podido evitar pensarlo.

      El se detuvo y se giró ligeramente, su ceño fruncido y la mirada de alguna manera perdida, confusa por mi pregunta.

      —¿De repente te sientes interesada por mi vida? —Alcé los hombros.

      No realmente en él, si no en el lugar en general. Teniendo un padre como Beron no había debido de ser el niño más feliz del mundo.

      Yo no era capaz de recordar aún a mi padre. Había un ligero murmullo en mi memoria que quería creer era su voz pero, no era tan claro como mi madre. No había nada de él que hubiera sido salvado del pozo oscuro de mi memoria y, tampoco había tenido la oportunidad de preguntarle a Rhysand por él.

Una Corte De Sombras Y Sangre© [CASSIAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora