Capítulo 9. Somos amigos, ¿no?

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Ellen Beckett

Apenas me desperté, le envié un mensaje de texto a Adam preguntándole si quería salir a comer o pasar el rato. Obvio no lo estaba invitando en plan de cita, sino en plan de amigos. Después de todo, aunque sea como amigos, me gusta pasar tiempo con él. Sin embargo, sí quisiera que fuéramos algo más que amigos.

Adam me respondió y me dijo que hoy no podía porque iba a salir con el idiota de mi hermano. Ash, como siempre Gabriel arruinando mis planes. Da igual, no voy a quedarme aquí, lamentando mi mala suerte.

Iré a visitar a Aisha y veré películas con ella. No creo que le moleste que me aparezca por su casa sin avisar. Pero pasaré antes por el supermercado comprando comida y chucherías.

Estaba frente a la puerta de la mansión Hansley, presioné el timbre y una de las sirvientas abrió la puerta, me sonrió, le dije que venía ver a Aisha y, amablemente, me dejó pasar.

Subí hasta el segundo piso, estaba el pasillo izquierdo y el derecho. No sabía con exactitud en dónde quedaba la habitación de Aisha. Así que, por intuición, fui al derecho. Toqué en la puerta que parecía tener una alfombra rosa, los hilos suaves salían por debajo de ella.

Aisha abrió la puerta, recién iba despertando, alegremente agito mis manos con las bolsas de comida y digo, — Hola, Aisha. Lo siento por venir sin avisar, pero es que Gabriel salió con Adam, ya sabes, cosas de chicos. Didi solo pasa en su habitación, nuestros padres están de viaje y no quería sentirme sola en casa, así que vine para tener una tarde de chicas contigo, hasta traje todo tipo de chucherías y podemos ordenar comida, ¿qué te parece?

— Sí, eso está muy bien — me dice mientras se frota el ojo derecho.

— ¡Me encanta tu pijama! — digo sonriendo con dulzura —. Te cuento un secreto... Yo tengo una de unicornio — susurro, colocándome la palma derecha de mi mano al lado de la boca y me acerco a ella.

— Ellen, me agradas mucho. Y Tranquila, que tu secreto está a salvo conmigo — me sonríe.

— Y tú mucho más a mí, Aisha.

Entro en su habitación y le doy una lista de películas que podríamos ver, aunque dudo mucho que a ella le gusten los géneros que a mí me gustan.

— Mira, podemos ver: Así en la tierra como en el infierno. En lo personal, me encanta. La he visto como cuatro veces en lo que va del mes. No sé, pero el final te deja pensando mucho. También está Anaconda. Es donde sale la mamacita de Jennifer López.

Ella negó.

— Okey, terror descartado. Ohm... No se me ocurre nada. Ya te dije varios nombres de algunas películas, pero a todas has dicho que no. Ya no tengo más opciones. ¿Qué te gusta a ti, Aisha?

— Me gustan las películas que no contengan sangre y desmembramientos, es decir, que no me traumen por una o dos semanas — confiesa.

— Hum... ¿Qué te parece si ambas decimos una película que creamos, que puede gustarle a la otra? ¿Mmm, aceptas?

Ella asiente.

— Bien, a la cuenta de tres.

Uno...

Dos...

Tres...

— ¡El extraño mundo de Jack! — digo.

— ¡Alicia en el país de las maravillas! — dice Aisha.

— Me parece bien, veamos ambas, y si queda tiempo podemos ver la película esa donde una rata cocina.

Inocente Obsesión © #2 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora