Capítulo 22. Venganza a la vista

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Max Harrison

Odio verlo sonriendo como político recién electo. Odio que él me haya quitado la persona que más amaba en esta miseria de vida.

Hansley me quitó todo. 

Y eso no es lo peor. Lo peor es que él ni siquiera la ve a ella como un interés amoroso. Me da coraje que él puede tenerla, pero aun así la desprecia.

Se cree el rey del mundo, el que puede tenerlo todo sin mover un dedo y tal vez así sea, pero es un imbécil.

No soporto a los tipos como él.

Jamás sería su amigo o movería un cabello para ayudarlo.

— Estoy exhausto — me dice Iván, sentándose a mi lado —. Los entrenamientos van a matarme.

— No exageres, apenas vas empezando — le recuerdo.

— ¿Y eso qué importa? Mi sexy cuerpecito no soportará otro entrenamiento.

— Pero sí, una borrachera de tres días.

— El alcohol es vida.

— No, no lo es. Deberías dejar de beber, Iván. Solo te haces daño.

— Aunque quisiera, no puedo — se encoge de hombros.

— ¿Por qué no? ¿Qué te lo impide? — arrugo las cejas, confundido.

— El alcohol me ayuda a olvidar mi vida de mierda, así que dejarlo es impensable.

— Quizás el alcohol haga eso, sin embargo, cuando estás sobrio vuelves a caer en la cruda realidad. Tus problemas solo los olvidas por unas cuántas horas, ¿crees que vale la pena sacrificar tu salud, por eso?

— No.

— ¿Entonces?

— No lo entenderías.

— Nunca me he puesto en los zapatos de un alcohólico porque no soy uno.

— Qué tacto tienes para decir las cosas, Maxim.

— El mismo que tú para irritarme, Iván.

— Supongo que sigues de malhumor porque todavía no has arreglado las cosas con la belleza suprema.

Suspiré.

— Terminamos.

Iván abrió los ojos como platos, parpadeó varias veces para reaccionar.

— ¡¿Cómo qué terminaron?! — gritó, poniéndose de pie.

Todos en el salón lo escucharon.

— Gracias por informar a todos de mi vida sentimental, Iván — dije entre dientes.

— ¡Ups, lo siento! — volvió a sentarse —. Pero, ¿por qué terminaron?

— No soy el indicado para ella — fue todo lo que dije.

— ¿Qué? Pero si eres la persona más amable, honesta, inteligente y servicial que conozco. Si yo fuera mujer, sin duda, me enamoraría de ti.

Inocente Obsesión © #2 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora