Dos Mundos

Capítulo Trece

CAPÍTULO TRECE 

La alarma de mi mejor amiga suena horrible, no entiendo como puede despertarse con eso para ir a la escuela, suena como si miles de pájaros enojados ulularan al unisonó, me levante para apagar esa cosa horrorosa, pero casi caigo por que la habitación de Ann es un desorden de cobijas y maletas, debo volver a mi casa, pero aun no me siento lista, el sábado cuando hable con esa "Cosa" y supe que no era un sueño, revise en la primera planta pensando que seguramente algo conectaba con mi suelo, aunque lo único que encontré fue la sala de estudio del primer piso, nada conecta con mi suelo, lo que quiere decir que es algo más, hace un año no lo creería, sin embargo ahora he normalizado mas este tipo de cosas, odio todo esto la verdad, es que aunque ahora sienta cierto afecto hacia lo ocurrido con Leila, Asier y el psicopata de Arnaud, no hay mucho que pueda saber ahora, levante mi mochila de la escuela, que estaba bajo las toneladas de ropa nueva que se compró la boba que no para de moverse, debemos llegar temprano pero Ann tiene muchos problemas a la hora de despertar, siempre se pone de mal humor, pero si debe levantarse temprano para ir de compras, allí la situación cambia completamente.

Entre al baño no me veo tan somnolienta y la razón es porque he estado durmiendo bien, luego de ese sueño tan extraño en el que casi muero y debo aceptar que aun tengo presente los dolores inexistentes en mi cuerpo, deje de prestarle atención y enfocarme en mí, no puedo permitir que todo eso me consuma, no es normal y me mata no saber lo que está pasando, sin embargo prefiero seguir con mi vida a terminar en un centro psiquiátrico con un gato llamado Hawkins.

<<lo tienes todo planeado>>

Siempre.

Entre a la ducha, pero la tonta que tengo por amiga me sacó de allí diciendo que se le hacía tarde para el examen, mire mi celular faltan treinta minutos para las siete, tal vez debería recordarle que hoy la clase empieza a las siete y media, aunque omitir unas cuantas cosas no estaría mal.

–Emma ve a bañarte– Ann salió con su toalla rosa alrededor de su cuerpo. Asentí entrando al baño.

Las clases de la mañana no fueron tan aburridas como creí que iban a serlo, aunque ahora tengo clase de futbol, porque el profesor de educación física cree que es super divertido tener cada semana un deporte distinto para explorar a profundidad, recuerdo que una vez el profesor de educación física tuvo una pelea con la profesora de voleibol que luego terminó en un juego para nada amistoso de voleibol, no entiendo porque resultaron haciéndolo, pero fue divertido verlos pelear con sus estudiantes y a veces se decían cosas como "púdrete" o "maestro de quinta" cuando el director se enteró de lo sucedido, estuvo a punto de suspenderlos, sin embargo son de los mejores profesores que tiene el instituto, además gracias a ellos les hemos podido ganar a las escuelas rivales en los campeonatos deportivos de cada mitad de año. Antes era en los fines de año, pero se entrelazan con los parciales de fin de año generales, que es como una especie de examen general para mirar tu nivel académico, y para saber si has aprendido, nunca importa si pierdes el examen, aunque eso implica que debes ir a las clases intensivas, en donde los estudiantes profundizan más en las materias donde no les fue bien.

Llegue a la chanca, todos están trotando, excepto por Ann quien está hablando sobre la injusticia de hacerla correr en su periodo, intente contener las risas, y no pude porque Ann es una mentirosa compulsiva que tiene varios problemas con su periodo, si seguimos al paso sus mentiras, quiere decir que lleva con su periodo desde hace un mes, y además que tuvo diarrea extrema la semana pasada y una gripe de dudosa procedencia que contrajo en un restaurante de comida tailandesa, ¡oh! Y la icónica varicela que le dio hace seis días pero que mágicamente se le curó, porque su madre le compró unas medicinas japonesas buenísimas.

–Emma le puedes decir al profesor que es verdad– mire al profesor Roberto.

–Profe allí abajo hay toda una escena del crimen, no se imagina lo terrible que ha estado estos últimos días, ha tenido diarrea y una gripe terriblemente extraña de la cual gracias al cielo se ha salvado– el profesor frunció el ceño –te traje mas tampones y toallas– saque dos tampones y una toalla higiénica, la reacción del profesor al ver esos productos en mis manos fue lo más gracioso que he visto en la semana, sin contar el video del perro que se oculta de sus amos porque defeco en el mueble nuevo.