CAPÍTULO VEINTIOCHO
Los ojos de Elora divagaron alrededor de la sala principal, solo pensaba en sus padres, por un momento una imagen llegó a su cabeza, estaba ella tocando un piano de cola, el piano de su abuela, se preguntó si sus padres la habían ayudado a olvidar por miedo a que algo peor le sucediera y luego recordó todos los momentos en donde había sentido que algo no encajaba en ella, pero culpo de eso a la pubertad, sus manos volvieron a temblar, quisó maldecir, gritar y enojarse, pero se contuvo, inquieta y desorientada, en la espera de una respuesta a sus emociones que ahora se habían juntado con todas haciendo de la situación aún más compleja para ella.
– ¿Crees que podamos hablar con ella?– Elora parpadeó consternada ante la pregunta de Arlet – ¿estás bien? –Asintió sin dejar de ver a los hermanos pelear – E creo que debemos dejar que Emma decida– la joven tuvo que subir el volumen de su voz para que sus hermanos comprendieran que aún seguía allí, esperando a que la discusión entre ambos acabará.
–Elora no Emma– dijo Nathanael –y como dije antes, no creo que sea apropiado llamarla, además solo necesitamos la tonta piedra para que Elora pueda salir de aquí – esta vez Elora prestó atención a la conversación.
– ¿Quién? –preguntó con voz áspera.
–La ex de Nathanael– Elora se tomó unos segundos para ver a ambos hermanos, comprendió que la discusión no era porque iban a poner en riesgo el secreto de su existencia, sino porque ambos chicos habían tenido sentimientos por la misma chica –pero no estaría mal contar con ella, porque es la líder principal del segundo grupo de guardianes de la Corte Roble.
–Yo soy el líder del primer grupo– dijo Nathanael –no la necesitaremos si me tienen a mí.
–Claro que sí, porque sus padres son parte importante de la Corte Roble, ellos toman las primeras decisiones– dijo E –además ella es buena.
–No puedo creer que estoy discutiendo esto contigo, porque si tu excusa son los padres, entonces los nuestros podrían ayudar– la cólera se apoderó del hermano mayor –además tu no la conoces– Elora los miro a ambos, la tensión se instaló en el lugar.
–Y ¿tú si lo haces? –Nathanael sonrió socarronamente.
–Olvidas que iba a desposarla– Elora se levantó, preocupada a la espera de que alguno diera el primer golpe, comprendió que no era necesario discutir sobre eso y que era mejor que ella tomara la decisión.
–Chicos, no creo que sea necesario que ustedes decidan, sabemos que los Robles son una opción, pero no la conocemos– E y Nathanael miraron a Elora –no lo sé, supongo que no sería bueno arriesgar a alguien más– Nathanael asintió.
–Por primera vez coincido con la humana– Elora rodó los ojos al escuchar las palabras de Nathanael.
–¿No me vas a apoyar en esto? –pregunto E.
–No es eso E, pero dime, ¿quisieras poner su vida en riesgo? –E tragó saliva, toda la situación de Elora lo había hecho olvidar que aun sentía atracción por la ex novia de su hermano, pero sabía que no era lo correcto y por eso tomó distancia, pero ahora considera que si Lana no se une a ellos, puede que esté en contra de ellos.
–Dudo que podamos pelear sin aliados– Elora giró hacia E, en su rostro surco una expresión que logró percibir como miedo.
–Nadie peleará por mí– se levantó enojada mirando a su alrededor, esas personas se han ganado su confianza, no podría arriesgar a alguien más solo por mantenerla a salvo –no deberían estar aquí, peleando por ese tipo de cosas, buscaré la manera de salir de aquí, mientras tanto, dejen de pensar que van a tener que pelear por mí porque no lo permitiré– Elora salió de la sala pensando en todas las posibilidades que tenía, pero se detuvo un segundo al darse cuento que no tenía una gran variedad de opciones salvo dos y ninguna le parece correcta.
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Dos Mundos
Fantasía"Todo es mejor cuando los mundos colisionan" Mi nombre es Emma Ramírez Biavardi, siempre me había considerado como una adolescente normal, hasta que tuve ese sueño, aquel que cambio mi vida para siempre. Dicen que todos nacemos con un destino, y en...