CAPÍTULO VEINTE
Miré mi teléfono, faltan cinco minutos para salir de este maldito lugar, estamos en una reunión escolar de último minuto, porque alguien le robó el celular a alguien más, giré hacia Juan, está leyendo a Edgar Alan Poe, sus cejas se fruncieron por un momento, pero luego una extraña exaltación llegó a sus ojos, jamás me había fijado tanto en las reacciones del ser humano, pero son tan genuinas, nadie le está prestando atención al director Parrish, salvo por la chica a la que le robaron el teléfono, la he visto un par de veces pero no tiene clases conmigo, es un año mayor que yo, lo sé porque no hace mucho estuvo en la reunión de los de último año, en donde les brindan asesoría sobre sus próximos pasos a la educación superior, suspire frustrada, el director sigue diciendo cosas como "esto es inaudito" "tendrá represalias" "es una institución no un sitio del bajo mundo"
–Están haciendo mucho drama con todo esto– asentí
–Seguramente quién se robó el celular ya se fue– mire detrás mío –porque ni siquiera llamaron a lista– Juan asintió sin despegar la vista de su libro
–¿Señorita Ramirez tiene algo que decir? – giré confundida, lastimosamente no estoy en las últimas sillas sino en las que están frente al escenario y tal vez, solo tal vez hablé un poco alto –todos pensaran que es solo un celular, pero mañana ¿Qué va a ser?
–Otro celular– murmuró Juan, intenté con todas mis fuerzas no reír, pero lo hice, automáticamente cubrí mi boca
–¿Es esto divertido señorita Ramirez? – ay no puede ser, ahora no puedo ni siquiera reírme porque la seriedad del asunto lo amerita, que fastidio.
–No– dije.
–Cómo les iba diciendo– rodé los ojos, Juan cerró su libro y saco su celular, yo iba a hacer lo mismo, pero no encontré mi celular, abrí la maleta aún más, pero no está por ningún lado
<<Carajo>>
–Juan– murmure –no está mi celular– Juan giró hacia mí confundido
–¿Cómo que no está?
–No lo encuentro– intenté pensar donde estuvo la última vez, pero Juan prefirió mirar hacia otro lado, seguí buscando, moviendo todo con rapidez, pero no lo veo por ningún lado –mierda– sujeté mi cabeza, no he sacado el celular en ningún momento y hoy solo tuve una clase –lo robaron– Juan presionó mi brazo
–Espérame en tu casillero cuando la reunión termine– fruncí el ceño –no preguntes
–Lo siento, pero tengo que... ¿sabes quién lo tiene?
–Haz lo que digo.
********************
Moví mis pies con desespero, enserio necesito mi celular, iba a decirle al director que yo también había perdido mi celular, pero Juan me pidió que no dijera nada, no tengo la menor idea de quién fue y aunque he sentido cierta duda por Juan no dije nada, seguramente está mal que no diga nada, aunque dudo que Juan me hiciera algo como eso
Ya no queda nadie en el auditorio y todos se están alejando por el largo pasillo, miré entre los chicos a mi amigo de piel blanca y un suéter negro, con un delineado negro en sus ojos.
Juan miró a su alrededor alerta, no entiendo su actitud, de hecho, nunca lo entiendo
–Ten– sujetó mi mano derecha, y allí dejo mi celular, abrí la boca fundida en una genuina confusión y un tanto de decepción
–¿Tú?– negó rápidamente
–Ya le dije a esa persona que devuelva el celular de la otra chica– parpadeé y automáticamente una risa nerviosa salió de mi boca.
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Dos Mundos
Fantasy"Todo es mejor cuando los mundos colisionan" Mi nombre es Emma Ramírez Biavardi, siempre me había considerado como una adolescente normal, hasta que tuve ese sueño, aquel que cambio mi vida para siempre. Dicen que todos nacemos con un destino, y en...