Capítulo quince

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CAPÍTULO QUINCE

Estoy dando pasos seguros en dirección al chico que se encuentra quieto en la cancha de fútbol, su espalda tiene diversas gotas de sudor que bajan lentamente por su camisa blanca la cual está sucia y con varios pedazos de césped, nerviosa me acerqué a él.

–Emma ¿Qué haces aquí?

–Quería saber si quieres salir conmigo– frunció el ceño.

–Pero se suponía que necesitabas tiempo.

–No puedes vivir de suposiciones–dije –además...–detuve el recorrido de mis palabras cuando su mano derecha viajó a uno de mis mechones rebeldes dejándolo detrás de mi oreja.

–Eso sería perfecto– asentí –debo irme, aun no acaba el entrenamiento, pero ¿paso por ti a las ocho?

–De acuerdo– me aleje con el rostro ardiendo, los chicos del equipo no dejaban de gritar cosas como "llévame a mi" o "yo también quiero ir" y a silbar como tontos, mire hacia una de las sillas de los suplentes, Stephan acaba de llegar, dejó su mochila en la silla sin dejar de mirarme –adiós– dije en su dirección.

–Adiós– dijo, miro mi rostro unos segundos, pero no me iba a quedar allí parada, es extraño que vuelva a sentir esas mariposas en mi estómago revoloteando sin control, pero es una sensación agradable, es bueno volver a sentir algo por Lincoln.

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Ayer estuve tumbada en mi cama pensando en lo que Lincoln me había dicho y me sentí mal cuando Lincoln no vino por mí, dijo que tenía muchas cosas que hacer, pero que debíamos vernos el sábado, se le escuchaba preocupado y aunque me ofrecí a ayudarle en lo que necesitará pero fue extrañamente cortante, seguramente tuvo algún problema familiar, aunque no puedo interferir u opinar si él no me lo permite, ahora que lo pienso mejor, quisiera quedarme en cama todo el día, pero llevo casi un mes sin salir a correr.

"sábado de trotar y trotar sin parar de trotar" dijo el muñeco de mi App de trotar, no entiendo porque la descargue, al principio era con el objetivo de ver cuántas calorías bajaba, pero días después deje de usarla porque me parecía irritante ver como mi doctor virtual me escribía lo que debía comer si quería seguir saludable por mucho más tiempo.

–Estúpido muñeco– dije al muñeco con sus brazos gruesos y piernas delgadas como palillos. –qué bueno que ya te voy a desinstalar– Salí de la habitación, no sin antes entrar a herramientas y desinstalar la App de mi celular con un solo clic, por un momento creí imaginar la voz del muñeco gritar "zorra" pero no fue así.

–Hija ya estoy listo –gritó mi padre desde la planta baja, comencé a bajar los peldaños guardando mi celular en mi cangurera, hoy no escucharé música, porque correré en el bosque con mi padre, es un poco extraño porque es terreno desconocido, pero saber que ese terreno desconocido es parte de la casa en la que vivimos me da escalofríos –necesito que no te desconcentres porque el bosque conecta con el de la vía principal y no quiero que te pierdas.

–llevo mi celular– dije cerrando mi cangurera –además te instale la App de localizador, para que me encuentras así no tengas señal, solo abres la App y presionas el botón y cuando lo hagas te mostrará un mapa y un punto rojo pequeño sobre el mapa– mi padre tiene el celular en sus manos confundido, agarre el teléfono busqué la App y la abrí –mira– un mapa en color gris se desplegó por la pantalla táctil del celular –ese punto rojo– señalé un punto rojo oscuro con mi dedo índice izquierdo –soy yo– le di clic al punto haciendo que se produjera Zoom en el mapa, allí se mostró el nombre Loubus rain y la dirección de la casa –si estoy perdida abre la App y me vas a encontrar– mi padre volvió a darle clic al punto, este se expandió y mostró nuestra casa.

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