CAPÍTULO DIECINUEVE
Terminé de empacar mi pequeña maleta, luego de hacer varias lecturas a las imágenes de los periódicos antiguos que encontré en el blog de historia, E y yo decidimos que la única forma de saber si era cierto era yendo a Merlot, pero evidemente no me dejaran entrar a menos que se lo pida a mi padre, porque es amigo de uno de los coordinadores, de igual forma se como meterme, pero para eso necesitaré a Carson, le hice unas cuantas llamadas a mi mejor amigo, cuando le conté que iba a meterme a Merlot casi me mata, me dijo que no iba a ayudarme; pero de debe una, y sabe que no volverá a ganar mi confianza, a menos que me ayude en esto, intente usar todas mis tácticas de mejor amiga manipuladora y funciono.
–De acuerdo E, vamos a usar mi teléfono de señuelo para que te comuniques conmigo– dejé el teléfono que siempre llevo en mi mochila en caso de que quieran robarme el mio y también lo uso en caso de que mi mamá decida revisar mi celular, pero ya no sirve de nada porque se que hackeo mi verdadero celular, y ni siquiera se como lo hizo, debería tener más cuidado.
–¿Solo hablo y me escuchas?– Asentí pero luego recordé el pequeño detalle de que no me puede ver.
–Si, vamos a intentarlo– dejé el celular sobre una "X" que hice con cinta negra –voy a llamar– marqué al telefono de señuelo y conteste rapidamente –ahora voy a bajar– corrí por el pasillo hasta que me detuve en el espejo que da a las escaleras, porque parezco una agente secreto, tuve que contener mi risas porque una tonta imagen de Amanda y yo vino a mi cabeza "yo soy la agente Amanda más conocida como El gato negro" la voz de Amanda llego a mi cabeza –voy a bajar las escaleras– esperé respuesta.
–De a...–un fuerte sonido de interferencia me obligó a alejar el celular –no pue...
–Hay demasiada interferencia– ahora solo escucho interferencia –creo que esto no va a funcionar– colgué la llamada.
Corrí hasta llegar a mi habitación y guardé el celular, debe haber una forma en la que pueda escuchar a E fuera de casa.
–Hay demasiada interferencia, quizás podamos usar algún radio, aunque no se si tengas algo como eso– me levanté estrepitosamente.
–Obviamente si...Amanda y yo compramos unos radios hace cinco años, ahorramos por un año para poder tenerlos, fue un largo tiempo, pero hay que tener en cuenta que solo nos daban el dinero para la semana, así que solo comiamos frituras en la esquina y vendimos pancakes crudos por un mes hasta que nuestros clientes enfermaron– E comenzó a reír –el caso es que los tengo en algún lado, quizás en el armario de mis padres en la caja de recuerdos– me dirigí a la habitación de mis padres, el olor a cítrico se adentró en mis fosas nasales, no me detuve a ver si encontraba algo fuera de lo normal, solo entre al cuarto de baño y busqué en el gran armario, tuve que buscar la pequeña escalera que usa mi madre para organizar las cajas en el armario, subí a ella y baje la primera caja negra.
Abrí la caja removiendo todo lo que hay en ella perfectamente organizado, cuando mis manos tocaron uno de los radios lo saque, no sin antes ver la foto que se enredó entre mis dedos, es una imagen de Amanda y yo vestidas de agentes secreto y Ann en la mitad con un vestido blanco y una peluca blanca haciendo la icónica pose de Marilyn Monroe, mientras Amanda y yo tenemos pistolas de balines en nuestras manos protegiendo a la señorita Marilyn Ann, olvidé que ese día de halloween había sido de los mejores, teníamos solo trece años y creíamos que éramos invencibles, Ann quería ser una famosa actriz, Amanda una exploradora de día y soldado de noche, y yo quería seguirle a donde quisiera ir.
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–los radios están cargando, casi nunca los usamos, la última vez fue para un campamento con mi padre hace dos años– guardé las dos pequeñas linternas de repuesto en mochila –E ¿me escuchas?
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Dos Mundos
Fantasy"Todo es mejor cuando los mundos colisionan" Mi nombre es Emma Ramírez Biavardi, siempre me había considerado como una adolescente normal, hasta que tuve ese sueño, aquel que cambio mi vida para siempre. Dicen que todos nacemos con un destino, y en...