3. SU PERSONA

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Krist había salido corriendo porque New le había insistido en ir a visitar a Gun, el pequeño Chimon era una adoración, incluso New que no tenía especial afinidad por los niños, estaba vuelto loco por él.

Desde el momento que se supo del nacimiento del niño, la familia estaba vuelta loca, era un bebé muy querido incluso antes de nacer, en ocasiones le daba un poco de envidia ver a familias amar sincera y profundamente a sus hijos, él nunca había experimentado la calidez en la suya, sin embargo, cuando conoce a los niños criados con ese profundo amor, era imposible odiarlos, todos ellos se ganaban un pedazo de corazón.

Recordaba perfectamente cuando conoció a New, estudiaba en la misma escuela que él por una beca, a menudo los demás niños no querían estar cerca de él, tenían seis años, él mismo no tenía más amigos, por lo que después de un trabajo en equipo se volvieron buenos amigos, New no quiso visitar a Krist, por su padre; pero en cambio las reuniones se hacían en la casa de New. La casa de New, por supuesto no era tan lujosa como en la que él vivía, pero en ella siempre estaba su papi Gulf para recibirlo con una rica comida y un gran abrazo, durante las comidas, New hablaba libremente con sus padres sin temor a ser reprendido por la mínima equivocación y fue ahí cuando descubrió todo lo que siempre soño, quizá su amigo no tenía lujos que el dinero pudiera comprar, pero en cambio tenía una familia unida, estuvo ahí, cuando New cumplio diez años y sus hermanos nacieron, AJ y JJ Suppasit, estuvo cuando New cumplio quince y su padre tuvo un accidente en el trabajo, donde lamentablemente el señor Mew, perdio la mitad de función motora, podía hacer algunos movimientos pero no era suficiente para conseguir un empleo, fue ahí donde estuvo con él, aportando la primera cantidad para hacer funcionar el negocio de New, estuvo en cada uno de los momentos importantes de New, en el nacimiento de las gemelas Sammy y Manaow, quienes ahora tenían tres años. Cualquiera pensaría que era el amigo del año, sin embargo no era así, fue New quien verdaderamente lo apoyó, quien estuvo con él en medio de sus pésimos días, quien estuvo para ayudarlo cuando le rompieron el corazón, cuando su ansiedad había avanzado, cuando estuvo a punto de cometer el peor error de todos, siempre fiel apoyándolo, botando todos sus compromisos para estar con él. Por eso y más New era su mejor amigo, claro que se sintió apoyado por Gun, pero aun no podía soltarse con él, como lo haría con New, no se sentía cómodo con nadie más que con New, porque de algún modo New era su persona, la persona que comprendía sus defectos, virtudes y actitudes.

Ahí frente a la casa de Gun, no pudo evitar soltar algunas lágrimas, recordando todo el dolor, y se le formó un nudo en la garganta mientras New se acercaba a tocar el timbre. Ese sonido nunca llegó.

– ¿Qué está mal, cariño? – había preguntado New asustado por su amigo, sabía de cada una de sus penas, pero no tenía idea de que pasaba ahora.

– Yo, no importa New, venimos a ver a Chimon – trato de dejar de lado Krist.
– Sabes que no Krist, vamos a casa – New guió gentilmente a su amigo a su carro –. No es bueno para tu salud, esto Krist, así que iremos a casa, hablaremos de esto y comeremos tu helado favorito.

Deseo con todo su corazón no haber tenido tantos traumas, ni siquiera pudo probar un bocado de su helado favorito, recordaba las palabras de sus padres en las últimas semanas, “Deja de tragar tanto, serás tan gordo que solo le causaras asco a Good”. Deseaba con todo su corazón que aquellas críticas no le afectaran tanto como lo hacían, pero siempre había sido un niño muy sensible, propenso a estar triste por todas aquellas críticas para nada constructivas, empezaba a creer que los primeros años de un niño eran de gran importancia para su desarrollo, sin embargo, él no la había pasado bien. Aún no podía hablar con un psicólogo, menos con un psiquiatra, nunca salían sus palabras y por ello había abandonado por completo la idea de ir a terapia hacía algunos años.

Había mejorado en estos años, pero no sabía hasta cuándo podría continuar así. Se quedó a dormir con New, después de todo era el único lugar donde podía ser libre, a menudo lo hacía para cuidar de los perritos que mantenían en el refugio, o para tomar las fotografías al inicio de temporada; sin embargo, su padre estaba siempre ahí, haciéndolo regresar a la farsa de familia perfecta que eran.

Espero con todo su corazón que el día siguiente fuera mejor y no tuviera que pasar por otro derrumbe. Trató de cambiar el rumbo de sus pensamientos, de inmediato vino a su mente el profesor Prachaya, su cuerpo escultural y su rostro varonil, su ronca voz y sus ojos marrones con aquel brillo, en definitiva era el sueño húmedo de cualquiera. Sin embargo, él, siendo tan simple, jamás podría llegar a algo como Gun con el profesor Jumpol, ninguno estaría lo suficientemente enamorado de él para hacer algo al respecto y de todos modos, su matrimonio con Good llegaría muy pronto.

**~**

No podía sacar al joven de su cabeza, intentaba terminar de organizar al menos un poco su habitación, pero su mente seguía regresando a Krist Perawat, el joven era justo su tipo, con esos preciosos ojos que lo dejaron prendado, transmitía mil sentimientos diferentes en un solo segundo, paso del deseo a la tristeza, y después a la emoción y felicidad nuevamente, era un chico interesante, además claro de hermoso.

Quizá no debió aceptar la oferta del chico, siempre había controlado muy bien a su lobo, pero esta semana estaba luchando más que nunca por tenerlo bajo control, ante varias situaciones había estado cerca de salir, cosa que pudo ser catastrófica no sólo para él y su manada, sino para toda su especie.

En la mañana aun en contra de su sentido común, tomó la pastilla, está solo adormecería a su lobo por los siguientes cuatro meses, ya que el quinto estaría despierto y esperando el celo. Intentó retirar sus tapones nasales, pero aun en su casa el olor a tantas personas le inquietaba, así que no le quedaría más que utilizarlos también ahí, por lo menos un mes más en lo que se discipaban los olores de los trabajadores de la mudanza.

Terminó de organizar su closet y bajó a tomar una cuantiosa cena, después de todo era un hombre lobo y como tal, necesitaba más calorías que una persona común. De alguna forma pudo sacar algunos ingredientes de su despensa, pues aun tenia un completo desorden, toda la semana pasada solo estuvo comprando todo lo necesario aun sin empezar a acomodar, sin Nin, se habían complicado un poco más las cosas y termino con un desorden como hogar, en el que apenas se podía caminar.

NOTRE DESTINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora