28. DE LA FELICIDAD AL DOLOR

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Se sentía muy nervioso hoy sabría la verdad, le pediría a Krist hablar en su oficina. Donde se retirara sus tapones y lo sabría, no podía confiar en él mismo para hacerlo durante la clase o algún descanso, podría literalmente saltar sobre el chico y mandar todo a la mierda si no actuaba con la suficiente cautela.

No podía negar que estaba por demás emocionado, el solo hecho de pensar en un bebé lo hacía llenarse de anhelo, sin embargo se forzó a llevar su rutina del día como acostumbraba.

Estuvo inmerso en sus primeras clases, explicando y poniendose al corriente con sus estudiantes, después de todo se acercaban las primeras evaluaciones y no podía dejar así a sus estudiantes.

Antes de su tercera clase, la clase que tendría con el grupo de Krist, fue llamado a una junta, si se le podía llamar junta, solo estaban parloteando sobre exámenes y algunos otros eventos que no le interesaban en lo más mínimo. Lo único en su mente era correr a ver a Krist.

Después de casi una hora, por fin podía ir a su clase. En realidad aun no podía, la mayoría de los demás profesores se quedaron a recibir indicaciones para los eventos que habían pasado de largo por su cabeza, pero él salió huyendo prometiendo pasar por las propias después de clases.

Dicen que el destino es cruel a veces y muchas otras es perfecto. Pero él no sabía que sentir en ese momento, la mayoría de los estudiantes estaba dispersada alrededor de las áreas comunes excepto dos chicos que permanecieron en el salón que le correspondía. Podía identificar esas voces a kilómetros de distancia, eran Krist y New. Hubiera sido imposible escucharlos sin su audición superdotada, pero lo que escucho lo dejó con un dolor recorriendo todo su cuerpo y una desagradable sensación que lo hacía querer asesinar a alguien.

En unos minutos había pasado de la felicidad al dolor y solo por la persona que era dueña de su corazón.


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– Te extrañe mucho New – se sentía optimista sobre este día. Las náuseas habían retrocedido rápidamente en comparación con la última semana, lo atribuyó a su inminente reencuentro con New.

Ellos dos habían sido inseparables desde que se conocieron de pequeños, pero hasta ahora que de verdad no habían podido tener ningún contacto fue cuando se dio cuenta de lo tan necesario que era New para él. Solo con verlo su amigo mejoraba su estado de ánimo.

– Y yo a ti Kitt, fue horrible no poder salir y verte – dijo su amigo abrazándolo, y llenandolo de la calidez que siempre desprendía.

– De seguro extrañaste más a Pete que a mí – respondió Krist sonriendo y haciendo alusión al novio de su amigo.

– Bueno, Pete y yo terminamos, ya no nos entendíamos – explicó su amigo con una gran sonrisa. – De hecho no fue así, ya no me gustaba y no había porque continuar si ya no era divertido.

Krist solo sonrió, su amigo cambiaba tan seguido de novio que ya ni siquiera le sorprendía, de hecho, la mayoría de ellos ni siquiera eran sus novios, solo personas pasajeras para él.

– Siempre tan sincero, me agrada New. Aunque Pete me cayera mejor que el anterior – dijo tratando de sonar serio, antes de soltar una carcajada.

– Le aseguro señor que el siguiente le gustara más – New dijo siguiendo la broma

– No puedes estar hablando enserio Newwie, apenas hoy saliste de cuarentena – Su amigo tenía una gran fila esperando, así que no le extrañaba, solo estaba tratando de molestarlo.

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