7. EL COMIENZO DEL SHOW

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Estaba tan triste, su destino estaba ahí, hoy comenzaría el show, de solo pensar en ver a Good de nuevo sentía un nudo en la garganta y le daban ganas de vomitar, casi no había comido porque nada le pasaba. 

Recordó los días anteriores, aunque sabía muy bien que el profesor Prachaya estaba muy fuera de sus ligas, lo había tratado tan bien, que comenzaba a sentir esas estúpidas mariposas en su estómago cuando estaba con él, desde el primer momento que lo conoció no podía negar el tirón de atracción y de una emoción completamente indescriptible que le generó. Sabía muy bien que nada de eso era posible, pero a veces tener una pequeña fantasía no le hacía daño a nadie. 

El reencuentro con Mike, solo fue como reencontrarse con un gran amigo, esperaba sentir todas las mariposas que le provocaba años atrás, algunos meses antes de solo pensar en él sentía un zoológico completo en su interior, en esa breve charla no había nada. 

Estaba listo, a su padre no le gustaba llegar tarde a ningún sitio, así que partieron. Durante todo el viaje apenas recibió algunas palabras. – No te olvides de lo que platicamos Krist, no sigas decepcionándome –. 

Krist no dejó salir ninguna de las lágrimas que amenazaban con salir y se resignó asintiendo a su padre. 

Dudo antes de entrar, pero al final lo hizo, siempre atras de su padre, cuando algunas camaras se voltearon hacia ellos, estaba a punto de entrar en un ataque de ansiedad, podía oir a los camarografos pidiendo una foto de la familia y al fondo estaba su peor pesadilla, Good, vestido con un traje negro y una corbata azul rey, sus padres los habían coordinado para que pareciera una coincidencia, pero de solo pensarlo se le volvia a revolver el estomago. Hizo algunos ejercicios de respiración y continuó decidido a cumplir con la expectativa de su padre al menos una vez en la vida. 

Posó a la cámara junto a sus padres, todos sonriendo con una sonrisa que podría considerarse la más falsa de todas, pero al parecer los asistentes parecían encantados. Cuando terminaron, llegó el momento, se acercaron a la mesa que ocuparían con los Itthipat, tal como lo había indicado su padre, la unión de ambas familias eran aquellos asientos. Good aparentando ser el caballero que no era, se levantó para recibirlos y corrió la silla para Krist, haciendo una reverencia para la familia. 

En ese momento Krist deseo tener la habilidad actoral de Good, y con todo lo que pudo, le brindo una sonrisa que más bien debió haber parecido una mueca, seguido de un bajo gracias. 

Durante el transcurso de la cena Good seguía haciendo comentarios al azar y tomando su mano, mientras él reprimía el fuerte impulso de retirar su mano de inmediato, solo sonreía como si de verdad estuviera encantado con el chico y respondía a sus comentarios. 

Terminada la cena, se abrió la pista de baile, por lo que de alguna forma había terminado con Good bailando una canción demasiado lenta y larga para su gusto. – Cariño, al menos deberías dejar de hacer esas muecas, nadie creerá la farsa si sigues así de reacio –.

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Singto había llegado temprano a la recepción, vio la llegada de Krist con sus padres, el aire se había quedado estancado en sus pulmones, el color azul del traje que usaba resaltaba su piel lechosa, y el ceñido del mismo hacía que su cuerpo se viera más que exquisito. Quiso acercarse a saludar, pero estaba tomando algunas fotos con su familia y después habían ido directamente a su mesa, al extremo opuesto de la suya. 

Desde su lugar lo pudo observar, durante toda la noche, desde el saludo con el joven a su lado, Good si mal no recordaba, el hijo de Itthipat. Este había estado tomando su mano y haciendo la platica con él, desde donde estaba también pudo observar las sonrisas que Krist le daba y él no podía más que apretar sus cubiertos. No tenía ninguna razón para continuar con su infantil comportamiento, pero ahí estaba viendo como el muchacho bailaba con alguien más. Esos dos no se habían despegado desde que se juntaron y algunos rumores en las mesas aledañas decían que se habían conocido en la secundaria, y que incluso habían salido a un par de citas. Eso solo lo cabreo más. 

Después de la segunda canción, una chica se acercó a pedirle bailar una pieza con ella, por eso estaba ahí sosteniendo la cintura de la mujer y bailando con ella al compás de la música, ni siquiera recordaba su nombre o la tonta charla que habían estado teniendo, solo concentrado en mirar al joven dueño de sus pensamientos. 

De un momento a otro sus ojos cruzaron la mirada, quedando prendados sin poder apartarla, la pareja del joven se dio cuenta y de inmediato susurro algo en su oído, deseo que no hubiera tanto ruido para saber lo que le había dicho. Pero se extralimitó al acercarse a ellos cuando la canción había casi terminado. Y se dirigió al chico que bailaba con Krist. 

– Que bien acompañado se encuentra, quizá me permita una pieza con el chico –. Trató de sonar lo más calmado posible, pero no le resultó, sobre todo porque su sangre hervía de solo verlo apretando su brazo en torno a la cintura de Krist. 

– No sé si mi pareja esté de acuerdo – respondió Good con una sonrisa fingida y mirando a Krist. 

– Yo no sé si eso sea apropiado profesor, no quiero meterlo en problemas con la universidad – declinó ya que había notado no solo la atención de Good, sino también la de su padre. Para su mala suerte, el teléfono de Good sonó y este lo abandonó en medio de la pista susurrando solo un “lo siento es importante”, como si de verdad le importara. 

– Bueno al parecer, el joven está de acuerdo y no estamos haciendo nada malo, así que concédeme esta pieza – dijo Singto mientras tomaba la mano de Krist y la acomodaba en su hombro.

Terminó cediendo, olvidando porque estaba ahí, sintiendo correcta esa sensación, estar entre los brazos de Singto se sentía correcto de una forma tan inexplicable. Lamentablemente la sensación no duró para siempre, al terminar la canción estaba Good ahí esperando al joven. 

Singto no se perdió que los trajes de los jóvenes estaban hechos para combinar y de alguna manera algo hizo click en su cabeza, así que se disculpo y se retiró a su mesa, no quiso ver más la interacción y luego de diez minutos se excuso para retirarse a su casa. 

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