La única razón por la que había sido llamado de urgencia a su manada con la excusa barata de un accidente, era muy distante a lo que esperaba. No encontró a Khaofang muy grave y mucho menos lastimada, estaba en celo.
En el momento en el que entró a la casa de su prometida lo supo, su manada entera se había unido para engañarlo y tratar de adelantar la unión, misma que hubiera resultado, de no ser que Singto ya tenía a su pareja. Claramente no era la omega que lo veía anhelante desde la puerta de su habitación queriendo ser sostenida.
Cualquier alfa que no hubiera encontrado a su pareja, estaría más que feliz de ayudarla, sin embargo, la sola idea de tocarla, el solo hecho de aspirar su olor le provocaba arcadas. La omega se acercaba peligrosamente mientras él trataba de abrir la puerta desesperadamente.
– Se que estas ahí padre, abre la puerta ahora mismo – gruño con enojo hacía la puerta cerrada.
– No lo haré Singto, más tarde podrás agradecermelo – y eso fue todo, su con su sentido agudo de la audición pudo oír cómo su padre daba indicaciones a otros miembros de la manada para que clavaran algunas tablas que impidieron su salida.
Tomando toda su fuerza había embestido contra la puerta tratando de abrirla, por supuesto esta no cedió, toda la situación había sido planeada con anticipación, tanto era así que la puerta había sido cambiada por una de plata. Moriría antes de siquiera poder abrirla, pero no podía hacer eso, no sabiendo que quizá tendría un hijo.
La desesperación aumentó cuando sintió que Khaofang se aferraba a él. Él olor que desprendía lo estaba asqueando, pero no podría salir de ahí si solo se encerraba en el baño a vomitar. Por lo que ignorando las arcadas y alejando a Khaofang de él, comenzó a buscar una salida desesperadamente.
Busco en todo el primer piso sin resultado alguno, las puertas y ventanas estaban perfectamente selladas, y Khaofang no estaba ayudando en nada. Aun contra todos sus principios, tomó a la chica bruscamente y la encerró en el baño. Para correr al segundo piso a buscar una salida. Su lobo permanecía sin hacer ningún movimiento; pero si no salía pronto de ahí, el celo de Khaofang finalmente lo afectaría.
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Estaba sentado en su habitación mirando un punto fijo en su pared, parecía tener un insecto aplastado en él. Se sentía muy mal ese día, el vómito no había parado, se sentía débil, pero nuevamente podrían ser las pastillas. No le preocupaba, después de todo había sido advertido sobre lo fuerte de esos medicamentos, le fue indicado tener una dieta balanceada para que no le afectara tanto, lo cual no había sido un problema hasta ahora, al parecer lo único que aceptaba su estómago era helado.
Aun así luchó contra las ganas de devorar el bote de helado que estaba frente a él. Su padre no estaría contento si volvía a subir de peso, después de todo, aun esperaba que bajara algunos kilos, cosa que era imposible si seguía así.
Una llamada entrante lo sacó de sus pensamientos, era Mike. Dejó su teléfono sonar y sonar, en algún punto se volvió más que irritante, él tintineo continuo lo estaba llevando al borde de la ira.
Nunca había sentido tanto enojo solo por algunos timbres, pero de nuevo estaba al borde del colapso y hablar con alguien no era quizá la idea más inteligente en ese momento.
– ¿Qué quieres? – casi gruñó al contestar el teléfono.
– ¿Estás bien?, te oyes mal Kitt – fue la dulce respuesta del chico con el que salía.
– No es importante, ¿Para que llamabas? – volvió a intentar esta vez dejando salir un tono más ligero y menos hosco.
– No nos hemos visto en unos días. Y me preguntaba ¿Si quisieras salir hoy? – Hubo una pausa posiblemente para escuchar su respuesta, pero al notar que esta no estaba llegando volvió a oír la voz del chico. – ¿Sigues ahí amor?
– Aquí estoy, solo no creo poder ir. Me siento mal Mike – No estaba mintiendo, pero ¿Porqué se sentía como una mentira?, el nudo que estaba apretado en su garganta se hizo aún más grande.
– ¿Ya fuiste a ver un doctor?, ¿Quieres que vaya a revisarte?, ¿Qué te duele? – fue bombardeado con preguntas que no quería responder, había olvidado que su novio estudiaba medicina y que prácticamente todos en su familia eran una clase de médico. – ¿Estás en tu casa?, no te muevas de ahí, iré a chequearte.
– No – sonó más a una súplica que a la orden que pretendía decir – Quiero decir, que no es necesario, incluso tengo una receta y los medicamentos. Solo necesito tomarlos y dormir un poco.
– Vaya, entonces te dejo para que descanses, pero no lo olvides Kitt. Tu novio y toda su familia estará ahí si lo necesitas. De cualquier modo mañana pasaré a darle un vistazo a esa receta – Se sentía muy mal de mentirle, pero de nuevo, Mike lo sabía, bueno si no tenía la certeza al menos intuía que las cosas entre ellos no estaban bien. Probablemente esperando el momento en el que Krist lo abandonara.
Era lo mejor para los dos, la culpa carcomía sus entrañas mientras lo miraba, lo había utilizado desde que lo volvió a ver. Lo hizo su novio para quitarse a Singto de la cabeza y del corazón, lo cual no había funcionado; lo utilizaba ahora que su padre quería que mantuvieran su relación y por supuesto que no podía dejar la mayor de su culpas, aun cuando no lo amara lo mínimo que le debía brindar fue respeto a él y la relación que tenían, misma que fue traicionada cuando lo engaño con Singto.
– Kitt, ¿Sigues ahí, bebé? – el apodo lo sacó de su trance. Pero era un gancho directo a su estómago. Así que hizo lo más inteligente posible, fingió dormir, hizo un sonido muy parecido a un ronquido, luego otro y otro más, asegurándose estar lo suficientemente cerca del teléfono para ser escuchado por Mike, para finalmente cortar la llamada, dejando al otro lado de la línea a alguien con el corazón destrozado.
Desesperación por él y por toda la situación fue lo último que sintió antes de verdaderamente caer dormido.
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💚💚
Hola a todas.
Les dejo el último capítulo del año, espero que tengan un excelente día e inicio de año. Mis mejores deseos para cada una de ustedes y sin más me despido. 🎉🎊
No sin antes agradecerles a cada una por su apoyo, por tomarse el tiempo de leer, votar y comentar. 🥺💚
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NOTRE DESTIN
FanfictionTRILOGÍA: SEGUNDO LIBRO ¿Crees en las parejas destinadas? Personas que nacieron para conocerse y amarse incondicionalmente. ¿Un hilo rojo irrompible, que une los corazones? ¿Un grito ahogado de dos almas deseosas de unirse? Completa basura, una...