NOTRE DESTIN

35. ¿VIDA O MUERTE?

Sin pensarlo dos veces Singto tomó el cuerpo inmovil en sus brazos y corrió al estacionamiento, Mike lo seguía sin rechistar, sabía que cada segundo era importante para la vida de su novio. Ambos escuchaban las voces de las personas intentando detenerlos, sin embargo, a ninguno le importo, no cuando estaba en riesgo algo tan especial para ellos.

El frágil cuerpo de su menor fue depositado en el asiento trasero de su auto y aunque le costara separarse de él, y ver a Mike tomar su lugar, se dispuso a conducir lo más rápido posible al hospital. Fue ahí donde Mike rompió el silencio.

– Conduzca al hospital Institut Royal, ahí nos están esperando para atenderlo – Singto lo sabia, despues de todo investigó a Mike tratando de encontrar algo malo en él, aquel hospital le pertenecía a su familia, pero en especial a él, el único heredero de Cristopher Chinnarat.

Después de lo que pareció una eternidad se estacionaba en la entrada de aquel prestigioso hospital, ni siquiera estaba apagado el auto aun cuando el cuerpo de Krist estaba siendo llevado en una camilla y rodeado de médicos y enfermeras.

Mike parecía estar en una segunda casa, moviéndose, informando y dando algunas indicaciones, mientras él solo podía mirar y sentirse tan inutil para Krist y para su bebé.

Algunos miembros de la directiva estaban ahí, ni siquiera se percató de que los siguieran, pero ahí estaban, listos para atacar.

– Profesor Prachaya, creo que tenemos que hablar sobre su comportamiento del día de hoy – informó el director general.

– No es el momento director, en cualquier otro momento hablaré con usted y aceptaré la sanción que usted indique – En ese momento solo podía pensar en Krist, y rezar para que estuviera bien. había perdido tanta sangre que le daba pavor solo pensarlo, no creía que fuera humanamente posible sobreponerse a eso.

– Le recuerdo profesor, que soy su jefe y que usted acaba de cometer un sin fin de infracciones al código universitario e incluso podríamos denunciarlo a las autoridades; consideremos que si es el momento –

– Y una mierda, haga lo que quiera, pero de haber obedecido su orden de detenerme; el alumno que está en estado crítico en este hospital, pudo haber muerto esperando su ambulancia – estaba entrando en un completo estado de crisis, lo sabía pero no le importaba – Así que si, sancioneme, denuncieme, haga lo que quiera, pero en este momento no pienso moverme de aquí.

Nada le importaba, su carrera, su manada, su trabajo, su reputación, todo podía irse a la mierda. Lo verdaderamente importante en su vida, se debatía entre la vida y la muerte, luchando por sobrevivir, por una oportunidad para él y para su bebé.

Una eternidad pasó antes de que el doctor, saliera a buscar a los familiares de Krist, el sol se había ocultado horas atrás y Mike había sido retirado del lado del menor desde que entró al quirófano, debido a su relación de noviazgo no podía involucrarse, así que ahí estaban ambos en la sala de espera, a su lado y con la tan característica seriedad estaba el padre de Krist, Oab. Las horas habían transcurrido mucho más lentas que de costumbre, ambos se paseaban de un lado a otro, y se sentaban en otros momentos.

– Familiares de Krist Perawat – Singto y Mike se levantaron lo más rápido posible, sin embargo, Oab, su padre, sin perder su postura tan elegante que lo caracterizaba se levantó, de una manera lenta y pausada.

– Soy su padre – dijo de la manera más indiferente que había escuchado el cirujano alguna vez.

– El paciente entro con una amenaza de aborto, la placenta se desprendió un poco y ocasiono la hemorragia ....

– Espere, usted no está hablando de mi hijo, mi hijo no estaba y no está embarazado – mencionó Oab.

– Le puedo asegurar que lo está señor Perawat, su hijo tiene diez semanas de embarazo, afortunadamente logramos salvar al feto; sin embargo, Krist está muy grave, perdió demasiada sangre y hemos usado toda la que teníamos, estamos a la espera de recibir más del banco de sangre, pero sería ideal si alguien que compartiera su tipo de sangre pudiera donar – Oab más que preocupado, se notaba molesto, él no sabía el estado de Krist y se acababa de enterar de la peor forma.

– Nadie en la familia comparte su tipo de sangre, haga lo que sea, saque el feto si es necesario, después de todo mi hijo no podría criar a algún ser vivo; de cualquier forma no tenemos más sangre – La frialdad con la que lo dijo, hizo helar la sangre de los oyentes. Cómo podía expresarse así de su hijo y su futuro nieto.

– Lo lamento, pero la decisión de abortar, solo le corresponde a su hijo y a su pareja, y a menos que sea una situación de vida o muerte para él, o su hijo así lo decida, no habrá nadie en este hospital que le practique ese aborto.

– Usted no lo entiende, puedo compensarlo muy bien. Solo con hacerme ese pequeño favor, lo que menos necesito es un escándalo de este tipo, que arruine no solo la reputación de mi hijo, si no también de toda la familia–.

– Quisiera reiterar mi postura Señor Perawat, así que si no tiene nada más que decir, me retiro a seguir tratando a su hijo y su nieto, quienes están en estado crítico y cuya supervivencia depende de las siguientes 72 horas y la sangre que llegará en cinco horas– con ese último comentario el cirujano se retiró de la sala dejándolos sin aliento.

– Maldición, ¿Fuiste tú verdad? – soltó Oab hacia Mike – Fuiste tú el inutil que embarazo a Krist, carajo le dije claramente que este jueguito no iba a durar demasiado, que no se hiciera tontas ilusiones de estar contigo más tiempo del que yo le indicará para favorecer mis planes, pero ahora...

Mike estaba igual de consternado que Oab, pues sabía que ese bebé no era suyo, no hacía falta sumar dos más dos para saber quién era el padre. Hace algunas horas ni siquiera sabía que Krist estaba embarazado y ahora estaba ahí siendo arrastrado por "embarazar" a su novio, al novio que ni siquiera había tocado íntimamente.

– Aunque ahora que lo pienso, tu no eres lo suficientemente hombre para hacer eso, te falta carácter. No cabe duda que mi hijo es un estupido. – y sin más salió del hospital hecho una furia.

Mientras Mike y Oab discutían, lo único que se repetía en la mente de Singto eran las últimas palabras del médico; 72 horas, 72 horas en las que su vida cambiaría, porque todo esto se resumía en una pregunta, su vida entera dependía de aquella pregunta, ¿Vida o Muerte?

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Hola a tod@s, lamento mucho no haber actualizado en todo este tiempo, pero estaba tratando de salvar el semestre y mi trabajo. 

Sin embargo, ahora que salí de vacaciones habrá más actualizaciones, no les puedo prometer un número fijo por semana, pero trataré de que sean lo más constantes posibles. 🙆🏻‍♀️💚

Me alegra mucho ver qué algunas personas siguen aquí desde el principio de la historia y que otras más llegan, en verdad les agradezco a todas y cada una de ustedes mucho por apoyar mi historia. ❤️🙆🏻‍♀️