𝐗𝐋𝐕𝐈: 𝑪𝒐𝒎𝒐 𝒍𝒊𝒅𝒊𝒂𝒓 𝒄𝒐𝒏 𝒆𝒍 𝒅𝒐𝒍𝒐𝒓.

98 5 8
                                    

CW: Lupin tiene muchos pensamientos depresivos.

『 °*- ღ -*°』

La primera persona que vino a mi mente, en aquel doloroso momento, fue Grant. Ni siquiera tengo claro por qué. Fue espontáneo.

Supongo que mi inconsciente me hizo buscar a alguien mentalmente estable. Y Grant lo es. Es una persona maravillosa, un amigo incondicional y tan pobre como yo.

Estuvo conmigo durante todo el proceso de testimonios que me tocó dar después de la muerte de James. Durante una semana, no pude pararme de la cama y comer más que dos mordiscos, de no ser por Grant me hubiese podrido ahí acostado.

Recuerdo que en los primeros testimonios solo respondí con monosílabos, porque cada vez que me ponía a hablar acerca de James o Lily, sentía como las lágrimas corrían por mis mejillas.

Luego de esa semana, se llevó a cabo el funeral, organizado por los Weasley. Recuerdo la petición de Molly como si fuera ayer, con su tímida voz, casi temiendo decir algo incorrecto.

—Necesitamos a alguien que hable en la ceremonia. Arthur y yo, creemos que eres el más apropiado, Remus. Pero también comprendemos si no quieres hacerlo.

No era la primera vez que iba al funeral de un gran amigo. Marlene el año pasado había muerto, y todos lloramos su muerte. Habló Mary, y nos dimos cuenta de lo efímeras que podían llegar a ser las personas.

Pero en ese entonces, teníamos a alguien a nuestro. Yo estaba solo, apoyado en Grant, quien ni siquiera sabía quién era Lily.

Todo ese asunto llegó a sus oídos, por otras personas, ya que no tuve el valor de decírselo.

Miré a Molly una vez y pensé en la fuerza que tuvo Mary en el funeral de Marlene. Yo debía hacerlo.

—Lo voy a hacer —declaré—. Nos vemos mañana.

Volví a encerrarme en la pieza y Grant se quedó en la cama leyendo un libro. Toda la noche, la hoja en blanco, el murmullo de la ciudad de fondo y las voces de mis amigos en mi cabeza. Lloré demasiado. Grant me dejó hacerlo. En cierto momento no pude resistirlo más y le avisé que iba a dar un paseo.

—¿Quieres que vaya contigo?

—No. Necesito aclarar mi cabeza —respondí—. ¿Tienes cigarros?

—En el bolsillo de mi chaqueta.

Recuerdo que tan pronto salí, reconocí el aroma de Sirius. Luego me fijé en el perro que me seguía, y yo suspiré. Los dos fuimos a una plaza cercana.

Encendí el primer cigarro, tratando de convencerme de que eso era un sueño. Tal vez lo fue. No lo tengo claro. Sirius no se destransformó en ningún momento. Se quedó como perro, sentado a mi lado.

—Me dejaste solo. Eres cruel ¿Por qué lo hiciste?

No me respondió. Eso es lo que me hace pensar que todo ese encuentro lo soñé; Sirius siempre me contestaba.

—Te llevaste a Lily, a James, a Peter, ¿Por qué no me matas? ¡Por favor, Hazlo! Así, ya no tendré que continuar viviendo en un mundo sin mis amigos. —Sirius ladró, y me di cuenta de que temblaba—. ¡Máteme! Por favor...

Sirius negó con la cabeza antes de irse por los arbustos. Volví a casa luego de una larga hora, donde me acabé la cajetilla completa.

En el momento en que me planté frente a la hoja, ya supe que debía escribir.

『 °*- ღ -*°』

Mi fragmento favorito fue este:

"James y Lily, murieron por amor. Ese es el acto más valerosos de todos. Ambas son las personas más importantes de mi vida, no me da miedo decirlo. Sin embargo, recién ahora me doy cuenta de la verdadera valentía de sus corazones.

Nuestro Precioso Hogar (Merodeadores)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora