Volvemos al campamento con la piedra del aire. Apenas había aceptado el hecho de que podía teletransportarme, pero ahora teletransportarme a mí con alguien más era un logro que no pasaba desapercibido, al menos no para mí.
Cuando llegamos, el sol estaba en camino hacia su punto máximo iluminando un campo de batalla vacío. Ya no había cuerpos, solo sangre manchando el césped y la tierra.
Respiro profundo ante lo que veía. Me era imposible ignorar lo que había sucedido allí. En mi memoria seguían estando los cuerpos de mis amigos, de los demonios que me acostumbré a ver y de criaturas que me perseguirían en mis pesadillas.
No sabía cómo Niall era capaz de lidiar con todo esto. Supuse que ya estaba más que acostumbrado, pero luego pienso sobre la verdad que sabía sobre él. Un niño pequeño convertido por el miedo. Un niño a quien no le quedó más opción que dejarse tragar por la oscuridad. Lo pienso y siento su miedo, su dolor.
Es en estos momentos cuando sentía lastima por Niall. A pesar de todo lo que me ha hecho, él no merecía aquello que le sucedió. ¡Era solo un niño! Un ser humano al cual le fue arrebatado su futuro y convertido su presente para olvidar su pasado. Bueno, era algo similar a mi situación. Pero había dejado de culpar a Niall desde el momento en que supe la verdad. Él no tenía otra opción, Niall simplemente estaba acotando ordenes.
Camino al rededor de las cabañas que quedaron en pie buscando a Jacob y Tessa, preocupada de su condición.
- ¡Jacob!- grito cuando lo veo a lo lejos. Él se voltea y cuando nota que soy yo quien lo llamaba corre hacia mi encuentro, no sin antes titubear primero.
- Qué bueno que estés bien...- dice, sin abrazarme, sin emoción. Me fijo en su mirada y frunzo el ceño.
- ¿Qué ocurre?
- Nada... ¿Has visto a Tessa?- dice y noto su intento de cambiar de tema.
- Me has visto- afirmo más que preguntar.
Jacob corre la mirada, incapaz de hacer contacto visual conmigo. Algo en mi se rompe y un nudo se forma en mi garganta. Me negaba a aceptar que mi mejor amigo en el campamento me tuviera miedo.
- Phon...
- No me digas que me tienes miedo- suplico con la voz temblorosa. Su silencio es la respuesta que me llega.
Muerdo mi labio inferior y miro hacia otro lado intentando contener mis emociones.
- ¡Soy yo, Jacob! La misma Phon de siempre- insisto pero él niega con la cabeza y mira sus pies. Su actitud estaba comenzando a enfadarme.
- La cosa es, que no lo eres, Phon- replica y yo abro la boca sin saber muy bien qué decir.
- No entiendo...
No sabía qué creer, qué pensar, qué decir. Es como si me hubieran arrebatado algo de mí, pero no lograba descifrar qué exactamente. Jacob me vio transformada en Lilith, en demonio, y ahora, como resultado, me teme. ¿Es que será así de ahora en adelante? ¿Qué pasa si Tessa también me tiene miedo? Algo en mi interior se rompe y no puedo detener las lagrimas agrupadas en mis ojos.
- Hace tiempo que ya no eras la misma. ¿Dónde estuviste todo este tiempo? Cuando comenzó la guerra todos contábamos contigo, ¡pero nunca apareciste! Ahora tres de nuestros amigos están muertos y no logro encontrar a Jez y...
- ¡No estaba consciente, Jacob!- exclamo, defendiendo mi desaparición- ¡El arbusto de Lucifer tocó mi sangre y Niall tuvo que llevarme al inframundo! ¿Cómo puedes culparme por la muerte de Grace, Niko y Mayra?- inquiero anonadada. No podía creer las palabras de Jacob, se suponía que era mi amigo. ¿Qué había sucedido mientras yo no estaba?
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My Demon
FantasyCorre. escóndete. No dejes que te vea, no dejes que te encuentre. El peligro es inminente para Phon quien se somete a una lucha constante con su demonio: Niall Jefferson. La trata mal, le causa miedo y terror, pero ignora el hecho de que la única...