Capitulo 14

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«Te he vuelto a salvar, Demonio, me debes otra»

Un escalofrío me envolvió.

Era Niall, pero se me hacía extraño porque desde los primeros días que no lo hacía. Se me había olvidado de que podía entrar a mi mente y me perturbaba lo que podría descubrir allí. Es como si tu hermano menor metiera su nariz en tu diario y se lo gritara a pleno mundo. Volví mi vista a la misma dirección que el barman, y ahí estaba Niall, parado a larga distancia. Cuando nuestras miradas se cruzaron él hizo un gesto con la cabeza y desapareció de entre los árboles, quizá yendo hacia sus compañeros.

- Trataba de advertírtelo- oí reír a Tessa.

- Ja, Ja, si, no me lo recuerdes- gruño- pe-pero...- digo asombrada cuando ella toma de mi vaso sin problema alguno.

- Llevo un año y medio de experiencia, linda- «mi nombre es Phon» - te irás acostumbrando- se encoge de hombros-. Estamos obligados a ello- hace una mueca.

- ¡Ya no la asustes, Tessa! - oigo que exclaman detrás de nosotras y ambas nos volteamos

- ¡Jez! ¿Dónde te has metido? Te he estado buscando todo el día- ambas se saludan con un beso en la mejilla y un amistoso abrazo. Podría deducir que eran amigas de hace bastante tiempo.

- Si...- bufa la chica alta, como de mi estatura con cabello corto y negro de ojos verdes- el maldito de Arnold me hizo trepar árboles para encontrar la manzana de Adán y no la encontré ¡hasta el último pino! El maldito infeliz volvió a burlarse de mi- gruñe con las manos en un puño.

Sus voces sonaban como ecos y lejanas, cuando mi atención se desvió a otra cosa. Entre los árboles veía pequeños destellos amarillos que llamó mi curiosidad. Mis ojos solo se fijaban en eso, lo demás pasaba a segundo plano. Y como si me llamara, me levanté de mi asiento y comencé a caminar hacía el bosque alejándome cada vez más.

- ¡Hey Phon! ¿A dónde vas? - oí decir, pero mis pies no se detuvieron, como si algo me atrajera a ello.

Los árboles no parecían interponerse en mi camino, y avanzaba de entre la maleza. «¡Detente Phon!» me gritaba, pero mi cuerpo parecía no reaccionar. Volví a oír voces, como si me llamaran, pero era un eco lejano. «¡¿Por qué no puedo parar?!» Volví a gritarme, pero es como si mi propio cuerpo estuviera en contra de mi voluntad, como si estuviera bajo un hechizo que abrazaba mi cuerpo agradablemente.

Mientras se abría el camino a medida que avanzaba, un arbusto de color verde metálico, con las puntas doradas y rojas apareció frente a mí. ¿Qué es eso? Extendí mi mano para ver que era, me recordaba a la bella durmiente, cuando caminaba a un filo que la condenaba a la muerte y el beso de amor la salvaba, pero lamentablemente, mi historia no pretende atraer amor.

Mi dedo se extiende con urgencia, necesitaba tocar ese arbusto.

- ¡Phon, no! - oí un grito ronco más cerca y siento como me noquean y mi cuerpo aterriza fuertemente en la tierra. Salgo de mi trance, volviendo a la realidad. Pestañeé unas cuantas veces para ver entre la claridad. Vi a Niall sobre mí con los ojos bien abiertos, no sabía que expresión me transmitía. Miedo, preocupación, o enojo por haberle desobedecido y no haber permanecido en la pequeña fiesta.

- ¿Qué...? - alargué sin entender. Como si lo que pasó hace rato, no hubiera sido vivido por mí en realidad.

- ¿Pero qué mierda te pasa, Phon? ¡Te dije que te quedaras en la fiesta, maldita sea! ¿Es que no me puedes escuchar por una vez? ¡Joder, Phon! ¡Casi te condenas a la muerte! - exclama con furia y un deje de preocupación. No podía reaccionar, todo lo que acababa de pasar me había dejado en completo shock. Tenía la boca abierta, pero de ella no salía nada. Mis ojos estaban casi fuera de sus cuencas y estaba tensa, como si mis músculos no reaccionaran a moverse. Solo oigo a Niall suspirar, y en eso, me carga y comienza a caminar fuera del bosque conmigo entre sus brazos.

My DemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora