- Yo...- me quedo callada, sin saber qué decir exactamente, para salir de la reprochadora mirada que los ojos oscuros de Niall me estaban dando.- Ajá- resopla con sarcasmo oscuro y pesado- no te molestes en buscar una excusa- se cruza de brazos, y al hacerlo se notan las venas oscuras tras su piel, y los músculos que muy bien a trabajado.
- De hecho, no estaba buscando una- digo, con la voz apagada, como si aquello que había pasado se hubiera tragado toda mi energía- solo vi tu puerta abierta y sentí curiosidad. Además, no te había visto en todo el día y te estaba... buscando- empuño los ojos por lo patética que debí de verme ante la última mentira. No lo había estado buscando, solo me había quedado oculta en mi habitación junto con mis pensamientos, pero sí me preguntaba donde él se encontraba.
- ¿Ah sí? - enarca una ceja- ¿y para qué me buscabas? - dice, mostrándose interesado, pero solamente se estaba burlando de mi por estarlo 'buscando' sin olvidar lo que había pasado anoche. Frunzo los labios, queriendo salir de este enorme aprieto.
- ¿Por qué tu trampa? - murmuro mirando hacia la cama. Oigo a Niall bufar y sabía que había cambiado el tema a propósito, y si se tratara de otra cosa hubiera insistido en contarle y no ocultarle las cosas como él suele hacerlo, pero ahora lo deja pasar.
- Está hecha para curiosos como tú. ¿Sabes que la curiosidad mató al gato? - espera mi respuesta, y sabe que tengo algo que decir.
- De hecho, no, solo se salva de la ignorancia- sonrío con suficiencia.
- Me lo esperaba- asiente con la cabeza, y le insisto con la mirada para que siga explicándome sobre la trampa- pues como decía... hecha para curiosos, pero sé que como nadie se atreve a faltarme la palabra... solo estabas tú, quien me saca de quicio. Eres muy predecible como para saber que irías a la cama como uno de los lugares cómodos a los cuales sueles estar- enarco una ceja interrogante, qué otros objetos o lugares estarán endemoniados, para no decir 'hechizados'- como aquel brazalete- apunta a uno dorado, realmente precioso ¿para qué él lo necesitaba? - ¿quieres probar? - dice burlón.
- ¡No! - me apresuro a exclamar, y Niall me mira expectante.
- ¿Qué pasó allí, ¿eh? - él sabía perfectamente lo que había pasado, solo quería que lo admitiera y verme débil. ¿Por qué todos quieren verme de esa forma?
- Vi, como unos lo dirían... mi peor pesadilla- murmuro avergonzada, pero sumida en mis recuerdos.
- ¿Qué? ¿Te viste a ti misma? - él se ríe.
Pero no le hallaba la gracia, yo tenía miedo, miedo de lo que aquello significaba. Yo no quería convertirme en un monstruo sin sentimientos y que lo único que le importa es causar miedo y terror, siendo rencorosa... Yo no quería eso para mí. Le miro con la mirada vacía.
- De hecho, sí- mi voz se quiebra, y bajo la cabeza. No sé por qué me comportaba así ante Niall, porque sabía que a él no le importara ni lo más mínimo- no quiero convertirme en un monstruo, Niall- le miro con pánico en mis ojos y suplica en mi voz. Él se acerca a mí y se detiene hasta que nuestras respiraciones chocan, pero sé que él no piensa en ello.
- No te convertirás en un monstruo, Phon. Sino en un Demonio- dice calmado, con la voz recta. Su indiferencia e ignorancia solo me hace tener ganas de golpearlo y de llorar al mismo tiempo.
- ¡Es lo mismo! - exclamo mientras me aparto de él- ¡No quiero! ¡No quiero convertirme en lo que vi! - miro hacia otro lado, mientras mis lagrimas caían por mis mejillas, pero al no desearlas siento como se evaporan por mi caliente piel. ¿En qué me estaba convirtiendo?
- Phon, no puedes evitar el curso de la vida- dice con la mandíbula tensa. Sé que su trabajo es que la elegida no se desviara de camino y que siguiera la 'misión', pero no pueden pedirme más de lo que ya han hecho que hiciera.
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My Demon
FantasyCorre. escóndete. No dejes que te vea, no dejes que te encuentre. El peligro es inminente para Phon quien se somete a una lucha constante con su demonio: Niall Jefferson. La trata mal, le causa miedo y terror, pero ignora el hecho de que la única...