Maldita sea, sabía que estaba en problemas, y me sentía mal al haber puesto a mis amigos en ello. Niall no se movía. Seguía apoyado en el umbral de la puerta, con los brazos cruzados, sus hombros tensos al igual que su mandíbula y no faltaba su mirada dura que lograba hundir tu alma. De hecho, te hacía cuestionar si siquiera tenías una.Los cuatro nos miramos y yo fui quien la desvió por humillación. ¿Y si Niall me prohibía volver a verlos? ¿Pero que decía? No le permitiría ganar y tener ese poder sobre mí. Pero no podía evitar sentirme pequeña ante Niall, me hacía sentirme inferior y eso me desagradaba. ¿Que no tenía algo de compasión? ¿Alguna vez tuvo alguna muestra de afecto? ¿No tuvo madre o podre o siquiera un hermano que lo apoyara y lo mantuviera lejos del mal? ¿Fue siquiera alguien en su minuto?
Odiaba tener preguntas, a sabiendas que no obtendría respuestas. Si las hay, ese libro nos las daría, pero Jacob tendría que analizarlo primero. Aunque me mataba oír la historia original de los labios de Niall, pero si no comparte sus placeres o lo que hace, ¿cómo haré para que me entregue la información? De todas formas, ellos nos desterraron a estar ligados con unos Demonios y nos despojaron de nuestra familia y de nuestra vida normal que solíamos tener. Al menos nos merecemos saber la verdad.
- Largo- dice esa ronca voz, tan filosa que podría cortarte.
Era momento de que mis compañeros de crimen se fueran. En parte estaba agradecida, pero por otra gritaba por que se quedaran un rato más, temía quedarme sola con Niall ante esta situación, pero sabía que en algún momento se tendrían que ir.
Ellos sin chistar, y sin hablar bajaron de la cama y salieron por al lado de Niall, con precaución de no tocarlo ni mirarlo. Jacob logró llevarse el libro consigo sin que Niall sospechara de algo, y lo más probable es que mañana tenga mucho que contar. Pero por ahora, solo quedaba esperar y aguantar.
Lentamente y con temor giro mi rostro para ver el abismo que son sus ojos negros. Traía una mueca en mis labios y no faltaba el momento en que tragara seca y sonoramente. Niall suspiró. Bajó la cabeza por un segundo y la volvió a mi antes de comenzar a caminar tan lentamente que causaba temor. Como si fuera un tigre asechando a su presa para no asustarla. Pero ese era el problema, yo ya estaba asustada.
- Explícame porque ellos estaban acá- masculla con el mentón aun en alto, con su figura esbelta y su pose segura e intimidante.
- No tengo nada que explicarte- entrecerré los ojos. Sabía que era en vano ocultar mi temor desafiándolo, porque además de que él lo sabría de alguna manera, podría causar algo peor.
- Phon, no trates de hacerte la valiente conmigo ¿Vale? - se detiene en frente de mí y me sentí intimidada. Él sabía perfectamente que tenía tal poder sobre mí, y eso todavía me frustraba porque mi dignidad y orgullo se iban a la mismísima mierda-. Me huele mal que estén todos juntos. Sé que traman algo, pero ¿qué? Dime Phon, ¿qué traman? - se acerca peligrosamente a mí. En un rápido movimiento salto de la cama haciendo que ésta nos separe. Pero en un despiste, Niall como una sombra apareció frente a mis ojos. No valía la pena convocar a Dios, solo convocaría la letra 'D'.
- No planeamos nada, ¿Okay? Solo... estaban preocupados por lo que me pasó y Jacob trató de subirme el ánimo, y vaya que lo logró- dije para provocarlo. Oh... ese era mi platillo principal. Vi como su ceño se profundizaba, y sabía que estaba cayendo.
- ¿Jacob? - ríe amargamente, lo que me causó un estremecimiento poco agradable en mi interior-. Él no te quiere, Demonio- pasa su dedo por mi mentón, pero yo lo corro con asco- solo es un buachaill* más que quiere compañía en su miseria de vida- dice. Podía sentir su desprecio en su voz. Cada vez que hablaba apretaba mi mentón, no podía correr mi rostro, su fuerza era indomable-. No te va a querer, nadie lo va a hacer. Estás perdida, Phon, aquí, siempre te encontrarás sola- dice con la mandíbula más apretada y tensa, y temía que mis dientes se rompieran y mi mandíbula se desencajara.
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My Demon
FantasyCorre. escóndete. No dejes que te vea, no dejes que te encuentre. El peligro es inminente para Phon quien se somete a una lucha constante con su demonio: Niall Jefferson. La trata mal, le causa miedo y terror, pero ignora el hecho de que la única...