Capitulo 5

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Un chico, de pelo cobrizo y ojos igual de aterradores, vino y se detuvo frente a nosotros con un cofrecito negro que emanaba una nube roja como si fuera toxica, que, si un humano cualquiera pasara los dedos, moriría envenenado.

Niall lo abrió y de él, sacó dos anillos. Uno se lo puso él e hizo una mueca, como si un repentino dolor le hubiera atravesado de repente. Luego, agarró el otro y luego mi mano izquierda para deslizarlo por mi dedo anular.

- Soy muy joven para comprometerme- murmuro un poco burlona para aliviar el tenso momento.

- Calla- dice el tan serio como siempre. Miro el anillo y lágrimas se me acumularon en los ojos al sentir como si agujas se enterrasen en mi piel. ¿Eso fue el anillo? Traté de sacármelo, pero no pude, estaba aferrado a mi piel... Esto no me daba buena espina.

Miré el anillo y era un demonio dorado con la poca abierta y los colmillos sobresalientes, y dentro de la pequeña boca había un agujero... ¿Qué iba a rellenar aquello? No fue necesario preguntar cuando vi a Niall sacar una aguja bastante filosa que emanaba un rayo rojo.

Tragué saliva y traté de retroceder, pero la mirada penetrante de Niall me detuvo en seco. Como si poner un pie en falso fuera a condenarme a la muerte inmediata.

- Tienes que pincharme, y mi sangre será depositada en tu anillo. Yo haré lo mismo contigo. No pienses, solo hazlo- dice en un tono neutro, como si a él tampoco le agradara mucho la situación.

Dudando hice lo que me pidió. Temblando tomé la aguja y tomé su dedo índice. Le pincho lo suficiente como para que una gota de espesa sangre más oscura de lo normal sobresaliera de su piel. Vi su rostro y no tenía rastro de dolor.

Acerqué mi anillo y puse al reverso su dedo para que la gota de sangre cayera en la boca del demonio del anillo. Después de un tiempo, la gota de sangre cayó quedando como si fuera un rubí sobresaliente en mi anillo.

Era mi turno.

¿Cómo no pensar en esta escalofriante situación? Esto no pasa normalmente. Seguro mañana despertaré y no tendré rastros de que esto haya pasado.

Estiró mi dedo índice e hice una mueca de dolor cuando me pinchó e hizo el mismo proceso. Ahora mi sangre estaba con él, y su sangre estaba conmigo. ¿Para qué demonios querría su envenenada sangre?

Niall tomo mi mano con el anillo y unió los metales y los acercó a sus labios haciéndome a mí también acercarme a él un tanto recelosa. Entreabrió sus labios.

- Toda noche espesa, directo al bosque esperarás, a la sombra y oscuridad no le temerás, que, con ellas, aprenderás a razonar. Mía eres y mía serás, hasta la eternidad, donde hallarás, un lugar donde atrapada estarás- dijo escalofriantemente en un susurro.

- ¿Qu-que fue eso? - tartamudee.

- Eso, Demonio...- genial, uno dice "querida mía, cielo, pequeña, nena" pero no, ellos me tienen que decir tiernamente "demonio"- significa que lo que le pase a Niall, lo sentirás tú, lo que te pase a ti, lo sentirá él. Por lo que tendrán que mantenerse a salvo y trabajar en equipo. Están de un modo, unidos, Demonio con temores...

- Entonces Niall... es reflejo de mis temores...- el Mayor asiente- entonces, ¿no debo tenerle miedo? ¿U odiarlo? ¿O escapar de él? - dije como algo obvia y asustada por lo que puede aquello cambiar mi vida.

- Llévatela- ordena. Como si detrás de esas palabras dijera: "es muy curiosa, puede saber nuestro secreto o lo que está fuera del razonamiento humano. Deposítala en el basurero de donde la sacaste", Fin.

- Ah- gemí de dolor al golpearme con...- ¿hojas? - Dije incorporándome- ¡hojas! ¡El bosque! - chillé emocionada. Todo había sido un estúpido sueño. Me golpee la cabeza y acababa de despertar ¡sí!

Pero cuando estiro mis dedos chocan con algo. Miro a mi mano izquierda y.... me paralizo como si hubiera visto a un fantasma.

- No, NO ¡NO! - exclamo con ganas de llorar. ¿Por qué esto me pasa a mí? ¿Por qué yo? ¿Y Olly? ¡Dios Olly! Quizá está buscándome desesperadamente. Me ausenté como horas.

- ¿Phon? ¡Phon! - oigo a Olly llamarme.

- ¡Olly! - corrí a sus brazos- dios estaba tan asustada. No sabía dónde estabas. Me perdí como horas- sollocé abrazándolo con más sentimientos.

- Pero ¿qué dices? - lo oigo reír- Te perdí de vista como por solo un minuto- dice separándose de mí y yo frunzo el ceño sintiendo como mi pulso aumentaba.

- ¿Qu-que dices? - digo con nerviosismo. ¿Un minuto? ¡Si fueron como horas! ¿Pero cómo es posible? ¿Acaso el tiempo se detuvo? Joder, la cabeza comenzaba a darme vueltas y más vueltas.

- Exacto, señorita despistada- dice revolviéndome el cabello aun a sabiendas que odio que me hicieran eso- solo desapareciste un minuto. ¿Qué te pasa? Últimamente andas extraña- frunce los labios. Suelto un suspiro.

- Lo sé, lo sé. Es solo que... últimamente no he dormido bien y.... he tenido pesadillas que me matan la cabeza- bufo, ya comenzando a caminar a casa. Solo quiero tumbarme en mi cama y ver películas mientras como torta de chocolate.

- Uhm... ¿se supone que es normal tener malos sueños todas las noches? - pregunta más para sí mismo. Me encojo de hombros sin la menor idea- bueno, pues... si quieres me puedo quedar a dormir a ver si pasa algo sobrenatural como si tu cuerpo comenzara a flotar en medio de la noche. Uhhhh- dijo tratando de asustarme moviendo sus dedos frente a mi rostro.

- ¡Olly! - suelto una risilla- Si, si bueno. Quédate, sacaremos la cama de abajo y veremos películas- dije sonriente abriendo el ventanal de la casa para luego entrar y subir a mi cuarto.

- ¿Cama de abajo? Yo quiero la cama de arriba- hace un puchero.

- Vete a volar. Es mi cama. Pero como es lo bastante grande... podría hacerte un espacio- dije sonriente. Tratando de olvidar lo que pasó hace unos momentos. Aun no dejaba de ver el anillo y me sorprendía que Olly aun no preguntara por él. También se me había olvidado por completo lo que había pasado en mi espalda.

Dejé a Olly en mi cama con las películas y corrí al baño para sacarme la playera y ver lo que me había hecho Niall en la espalda. Suelto un grito aterrada al ver el tatuaje de unas negras alas que ocupaban toda mi espalda, pero cuando Olly llegó corriendo a donde yo estaba con una expresión preocupada las alas como por arte de magia se achicaron hasta usar solo un espacio de mi nuca.

- ¿Que, que pas...? ¿y ese tatuaje? - frunce el ceño acercándose. No me cohibía por mostrarme a él sin playera. Ya era una costumbre. No me refiero a que me paso semidesnuda ante a él. Pero cuando pequeños, bochornosamente nos bañaban juntos nuestras madres. Y bueno, por así decirlo, casi que nacimos juntos- vaya está bonito ¿Cuándo te lo hiciste?

- Yo... no sé- digo sin poder creerlo aún. Estaba perpleja. Ver que aquel tatuaje -o lo que fuera- se achicara de una forma sobrenatural... Al menos, fui yo quien vio algo sobrenatural.

Y quizá... no solo el tatuaje.

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seguimiento de la novela💋

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