My Demon

Capitulo 37

ANUNCIO: Primero que nada, quería disculparme por abandonar la historia, he estado muy perdida ultimamente, eso y que empecé a leer la historia para editar sus errores y ver si todo tenía sentido y eso. Está terminada y espero que se queden porque está muy buena! Otra cosa, los capitulos son largos, (porque la escribí en word) así que pierdo tiempo dividiendo los capitulos en dos porque sino los capitulos quedarían muy largos, bueno, eso depende de ustedes, si le gusta como esta o prefieren capitulos largos, ustedes deciden! Intentaré tomarme tiempo dividiendo los capitulos y pegandolos aca, es un poco latoso pero creo que es importante. Eso, abrazos!

- ¿Están todos? - pregunto una vez reunidos en el lago.

En el lago estelar, estábamos los treinta reunidos. Jacob, Jez y Tessa estaban al frente. Los demás murmuraban entre sí preguntándose por qué demonios la chica que tan poco conocían los había mandado a reunirse a las tres de la madrugada.

- Se trata de algo importante, y necesito que me presten atención y se lo tomen en serio- comienzo diciendo con un tono de voz alta y seria-. Nuestros Demonios nos han mantenido en las sombras, tratándonos como unos ignorantes, pero ya no más- hago una pausa mirando a mi público, asegurándome de que todos los ojos estuvieran sobre mí-. Una guerra se acerca, es Lucifer, y nos tenemos que preparar, si no, todos moriremos.

Esperaba alguna reacción, algún grito de sorpresa o algo por el estilo, pero lo único que obtengo es un silencio. Es entonces cuando Jordan, de Canadá da un paso al frente.

- ¿Una guerra? ¿contra Lucifer? Es imposible. Además, ¿por qué deberíamos creerte? Ni siquiera tienes poderes- se burla y los demás comienzan a comentar y a asentir con la cabeza.

Yo aprieto los dientes. Sí tenía poderes, o eso creía, pero no sabía cómo usarlos, cómo hacer que me obedezcan. No tenía cómo probar mis palabras, pero debería haber alguna manera de persuadirlos, sino, estaríamos perdidos.

- ¡Lo que dice es cierto! - exclama Jacob.

- ¡Lucifer y el Mayor van a pelear por el reinado del infierno! - grita ahora Tessa.

- Y Phon sí tiene poderes, ella nos ha dado tiempo de prepararnos al encerrar a Lucifer hasta la próxima luna llena- dice Jez.

Jordan suelta una carcajada que no me agrada para nada.

- Sí claro, no tienes cómo probarlo- replica de manera arrogante.

Noto cómo Jez iba a lanzarse hacia él, pero yo la detengo apoyando una mano en su hombro.

- Es cierto, no tengo cómo probar lo que he hecho, pero ustedes han vivido en una burbuja por demasiado tiempo. ¿Creen que nos arrastraron hasta acá solo para tener unas pequeñas vacaciones? ¡Pues están equivocados! Algo malo está por pasar, y aunque no queramos admitirlo, ahora somos parte de los Demonios, y tenemos que pelear para sobrevivir.

Los demás allí se quedaron callados sopesando mis palabras. Es como si les diera miedo ver la verdad.

- Pero, ¿en qué nos afecta que los demonios peleen? ¿no deberíamos pelear por la raza humana? - pregunta ahora Javiera, una española.

- Sí, es verdad- replica Max, un americano-. Por mí, que los Demonios mueran, nosotros somos de la tierra, no del infierno.

- Tienen razón, y estamos peleando por la tierra, y para que el infierno no caiga en manos equivocadas. Si eso pasa, si Lucifer obtiene el mando del infierno, podrá atraer las almas que quiera, así obteniendo el suficiente poder para subir a la tierra, siendo una completa amenaza para los seres humanos- respondo para todos, para que comprendieran la gravedad del asunto.

- ¿Y qué pasa con el Mayor? ¿no será una amenaza para nosotros también? - Rosselia de Italia había tocado un tema que no quería hablar en voz alta porque no estaba segura.

- Nosotros pelearemos por nosotros, y aunque no nos guste, también por nuestros Demonios. Tenemos que entrenarnos, descubrir nuestros poderes y aumentarlos para poder usarlos contra el ejército de Lucifer- respondo desviando la conversación-. Tenemos que hacer una lista de quién sabe hacer qué cosa y así enfocarse en esa área. Aprenderemos a usar armas, estrategias, tenemos que hacernos fuertes y rápidos para estar a la altura de nuestro oponente.

Mi voz me sorprende, la fuerza de mis palabras y el hecho de que no me trabé al hablar. Estaba liderando, por primera vez en mi vida, estaba enfrentando un grupo de personas para que me sigan, para que me hagan caso, y noté el miedo y el nerviosismo de aquello. Si ellos no me hacían caso, sus muertes harían peso sobre mis hombros, y no podía permitir que aquello sucediera.

- Sigo sin creer nada de lo que dices- replica Jordan con los brazos cruzados sobre el pecho y siento que el corazón me va a estallar. No sabía nada de usar la fuerza para hacer que alguien hiciera lo que yo quisiera, y tampoco era mi estilo. Necesitaba que mis compañeros me escucharan.

- Será mejor que comiences a hacerlo- una voz a mis espaldas se dirige a Jordan quien se pone blanco como el papel.

Sorprendida me volteo para encontrarme con Niall. Detrás de él estaban los veintinueve demonios que estaban unidos a estos mortales. Yo miro a Niall sorprendida. Él me mira y me sonríe de lado y me hago a un lado para que él usara el papel de líder ahora.

- Les guste o no, en menos de tres semanas nos enfrentaremos al ejército de Lucifer, así que, si fuera ustedes, dejaría ser unos putos cobardes e ignorantes. Ahora irán a descansar porque apenas salga el sol comenzarán sus entrenamientos con sus Demonios, pero en la tarde, su líder será Phon, le harán caso a ella y empezarán a descubrir en lo que son buenos para que puedan aportar a la batalla- anuncia a todos con voz autoritaria, fría, dura, y por primera vez, me siento aliviada de que él llegara, aunque me preguntaba cómo fue que descubrió lo que estábamos haciendo- ¿Alguna pregunta?- inquiere con voz potente.

Como era de esperarse, nadie se atrevió a alzar la mano.

- Bien- dice-. Ahora fuera de mi vista y pónganse a trabajar.

Y como era de esperarse, cada mortal se fue con su Demonio. Solo yo y Niall nos quedamos allí. Cuando ya nos encontramos solos, me volteo para encararlo.

- ¿Cómo supiste lo que planeábamos?

- Cuando te abracé, bajaste la guardia y por primera vez, pude leerte el pensamiento- me responde, su sonrisa ladeada seguía adornando en su rostro-. La verdad es que no me sorprendió y decidí que tenías razón y que debíamos hacer algo al respecto.

- Gracias- digo un tanto abstraída. Jamás pensé en decirle esa palabra a Niall, pero finalmente parecía que nos encontrábamos en la misma página y él estaba dispuesto a cooperar con la causa- ¿Entonces solo me abrasaste para que bajara la guardia y me leyeras el pensamiento?

Alzo una ceja inquisitiva.

- No, pero fue un inconveniente que pude usar a mi favor.

- Ya claro- sonrío y le empujo con el hombro. No podía creer que no estuviéramos peleando.

- Es mejor que vayas a descansar. Nos toca un entrenamiento duro, además, tendrás que decirme lo que sucedió cuando desapareciste.

Yo le miro y por primera vez, siento una emoción suave y ligera crecer en mi interior. Sentí compasión por Niall, porque ahora que lo veo, después de lo que Gea me contó, Niall tan solo había sido corrompido por la maldad de Samuel. Le habían arrebatado su hogar y obligado a transformarse en un monstruo. No era su culpa todo el daño que me había causado. Supongo que ya lo había perdonado, y él merecía tener esa oportunidad que nadie nunca le dio.

- Claro, vamos.