Temerle a la muerte es una cosa, saber que vas a morir es otra. Creo que el nivel de temor es completamente diferente. ¿Cómo es diferente? En lo primero, ya das por hecho que te queda un montón de tiempo por vivir, lo segundo, en cambio, no das por hecho nada, porque tú hora ha llegado.
Todo pasó muy rápido, y como prometió Hades -mi padre, joder-, no sentí dolor. Fue cómo cuando un globo llega a su punto máximo y explota, da esa sensación. Rápido, sin dolor, pero golpeas algo, y bien duro.
Luego la oscuridad cubrió todo y dejé de sentir. Estaba volando en una nube de pura paz... Y cuando vuelvo a abrir los ojos, sentía como si acabara de despertar de una siesta que duró un segundo, como mínimo.
Lo primero que veo es a Niall, pero algo había cambiado en él, me estaba mirando, fijamente. Por lo general, no podía decir si me estaba mirando a los ojos o a mi rostro por sus ojos negros, pero ahora me estaba mirando, con sus ojos azules, y me doy cuenta que me encantan.
Una gota cae en mi rostro y parpadeo. Me fijo en el cielo nocturno, no, no estaba lloviendo. Luego me fijo mejor en el rostro de Niall y caigo en la cuenta que de sus ojos sí llovía. Jamás hubiera imagino a Niall llorando.
- ¿Niall?- inquiero confundida. Él me toma entre sus brazos y me aprieta fuerte contra su pecho. Joder, el abrazo se sentía real, su calor y la presión de su pecho contra el mío se sentía real.
Pero yo estaba muerta.
- Pero si yo... Tu... ¿morí?
- Estás viva- murmura Niall aliviado. Pero no entendía por qué. Hace un segundo que Lucifer me embistió con su lanza. Entonces, ¿qué hacía Niall abrazándome y susurrando una y otra vez que estaba viva?
- Algo anda mal...- balbuceo con la mente nublada. Intento despejarme el pelo del rostro pero al hacerlo me corto levemente en la mejilla. Miro mis manos y me asusto al ver mis uñas convertidas en garras. No, yo era humana cuando me enfrenté a Lucifer. Pero, si eso fuese cierto, ¿por qué tenía alas colgándome de la espalda y dientes que pinchaban mi lengua?
- ¿Qué pasa? ¿Todo estás bien?- inquiere Niall alejándome de su pecho para mirarme con atención. Yo abro la boca buscando las palabras adecuadas.
- ¿Estoy soñando?
Niall ríe levemente. Se pasa la lengua por los labios y se aclara la garganta.
- No, nena. Estás despierta- dice pero yo no me lo creo.
- Pero yo debería haber muerto...
- Y lo hiciste- replica Asmodeo.
- Pero volviste, renaciste- insiste Niall-. Estás bien.
- Pero... ¿cómo?
- Tú te estabas convirtiendo en demonio, ¿no?- señala Asmodeo y yo asiento con la cabeza intentando captar sus respuestas-. Y los demonios son inmortales, te lo digo por experiencia- farfulla él con sarcasmo.
- Eso y la Osa Mayor ayudó- añade Niall.
- ¿Ella estuvo aquí?- pregunto y Niall me ayuda a incorporarme y me tomo unos segundos para estabilizarme.
- Sí y cumplió su rol como nos lo prometió, ahora brilla como nunca- responde Asmodeo mirando hacia el cielo que poco a poco se iba aclarando dando paso a un amanecer frío y devastador.
Entonces me lo creo. Estaba viva, ¡estaba viva! Me doy la vuelta y abrazo a Niall con fuerza, él se queja y me suelta. Yo frunzo el ceño. Eso no era normal.
- ¿Te he lastimado?- inquiero mirándolo a los ojos.
- Ah- exclama Asmodeo llamando la atención de ambos-. Te tenemos que poner al corriente, cariño- dice con voz melosa pero luego se pone serio-. Niall- lo apunta-, es ahora humano. Y tu- me apunta-, eres un demonio.
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My Demon
FantasyCorre. escóndete. No dejes que te vea, no dejes que te encuentre. El peligro es inminente para Phon quien se somete a una lucha constante con su demonio: Niall Jefferson. La trata mal, le causa miedo y terror, pero ignora el hecho de que la única...