- Niall te necesita, es Lucifer.
Mi cabeza deja su guarida en el pecho de Asmodeo y la levanto para mirarlo a los ojos. Me preguntaba de qué color eran. O si siempre han sido así.
- Tengo miedo- murmuro, sintiéndome incapaz de moverme.
- Eso es bueno- dice él. Yo frunzo el ceño. Él se explica-. Si no tuvieras miedo, no temerías por tu vida, y si no temieras por tu vida, no tendrías la necesidad de protegerla y defenderte.
Yo lo pienso unos segundos.
- Tiene sentido.
- Vamos.
Asmodeo se aleja de mi y cuando lo hace repara en el cuerpo que estaba junto a mí.
- ¿Él era tu yo malvado?
- Sí.
Ambos volvemos al campo de batalla. La cabañas que quedaron en pie luego de la guerrilla, estaban ahora encendidas por un furioso fuego. Habían cuerpos tirados en el suelo fuera donde vieras y la sangre que había... la imagen era horrible.
- Oh por Hades, Niall- jadeo cuando lo veo luchando contra Lucifer a puños y magia. Niall se veía terrible y ensangrentado, Lucifer también se veía agotado, pero se veía fuerte y sediento por matar.
- Solo tú puedes acabar esto- me anima Asmodeo. Animándome a morir, mejor dicho.
Trago en seco y me preparo. Por Niall.
En mi carrera hacia Niall, mato unas cuantas criaturas, llevándome por la furia y la preocupación. Se escuchan gritos, jadeos, gruñidos, pero no me detuve para ver de qué se trataba, mi atención estaba puesta en Niall.
En eso, miro cómo Lucifer toma del cuello de Niall y saca de su capa una lanza larga y negra con la punta verde. Lo iba a matar, sabía que era eso verde en la lanza de Lucifer y no podía permitirlo.
- ¡No!- chillo cuando Lucifer impulsa la lanza contra el pecho de Niall y se detiene, todo se detiene. Suelto lagrimas de tristeza, preparándome para la muerte de Niall, pero eso nunca viene.
Extrañada, miro a mi alrededor, de repente, todo se había vuelto blanco y negro, a excepción de mí y de un hombre que caminaba entre los muertos.
No podía ser...
- ¡Debes ayudarme!- le pido corriendo hacia él- ¡Por favor!
Él me mira como si no estuviese en medio de una guerra, como si no estuviese parado en sangre recién derramada. Como si el que todo se haya detenido en el tiempo fuese normal. Quizá es la razón de por qué el tiempo se detuvo.
- ¿Por favor?- insisto.
Él ni se inmuta. Sigue su camino hasta detenerse frente a Lucifer y Niall. Ladea la cabeza.
- Nunca supe qué le viste en él- dice y yo abro la boca sin saber qué decir. Debe de estar bromeando, ¿no?
- Él... Él es más que un demonio para mí- le explico.
- Entonces sabes su pasado- afirma más que preguntar.
- Sí- asiento con energía, estaba desesperada, ¿por qué no estaba haciendo nada para ayudarme?
Hades me mira con atención.
- ¿Quieres salvarlo?- inquiere y yo asiento con la cabeza repetidas veces. ¿Qué clase de pregunta era esa?- ¿Aunque eso signifique sacrificar tu vida por la de él?
- ¿Qué quieres decir?- pregunto con miedo.
- La muerte y la vida no son un juego, no se pueden tomar a la ligera, y tampoco se pueden regalar sin que hayan consecuencias luego. Alguien va a morir, o eres tú, o es él, o alguien más, pero alguien debe morir.
- ¡No puedo simplemente matar a alguien!- le espeto- Pero tampoco puedo dejar que Niall muera- digo mirándolo y luego cambio mi mirada hacia Niall. Llevo mi mano hacia su rostro y acaricio su mejilla-. Lo siento mucho...- murmuro con dolor.
No había que pensarlo demasiado.
- Tómame a mí- le digo con seguridad, pero en realidad, mi interior estaba temblando. La mirada en Hades se suaviza.
- No dejaré que te duela- dice con parsimonia, como si aquello también le doliera a él, lo podía notar tras su máscara pasiva.
Hades extiende la mano mostrándome la quinta perla del anillo. Era una perla de color negra, supuse que significaba muerte.
- Solo se puede utilizar una vez- dice. Yo resoplo. Era obvio que solo se usaba una vez, ya que su portadora iba a morir también.
Decidida, corro a Niall de donde estaba y me pongo en su lugar. Sería tan fácil matar a Lucifer ahora, pero como había dicho Hades, no se podía jugar ni con la muerte ni con la vida, siempre había un precio que pagar.
Entonces el momento sucede. Hades desaparece, pero el tiempo no recupera su ritmo, eso era mi deber. Miro mi anillo y juego con él. Miro a Niall y, antes de que todo volviera a suceder, le doy un último beso.
Lo beso, y cuando termino, me volteo para ocupar mi lugar.
- ¿Phon?
Todo en mí se congela al oír mi nombre.
- ¿Qué?- me volteo incrédula. Niall yacía parado frente a mí con su color habitual.
- ¿Qué está pasando?
- Niall...
- ¿Qué es todo esto? ¿Qué haces parada ahí? ¡Aléjate!
Niall intenta tomarme del brazo pero lo retiro rápidamente. Niall me mira extrañado.
- Niall, detente- le exijo y él me mira sin entender nada.
- ¿Qué está pasando?- repite.
Se lo explico.
- No, ¡no!- espeta y cuando intenta detenerme le susurro a las raíces y estas retienen a Niall de los pies- Phon, por favor.
- Lo siento- susurro con lagrimas en los ojos.
- Phon, ¡no!- grita al tiempo que activo la perla negra.
Entonces todo se pone en su sitio, el tiempo vuelve a su ritmo original y lo último que veo es a Niall liberándose de las raíces y corre hacia mí, pero ya era demasiado tarde. Lucifer había reclamado mi vida para cuando llega a mí.
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My Demon
FantasyCorre. escóndete. No dejes que te vea, no dejes que te encuentre. El peligro es inminente para Phon quien se somete a una lucha constante con su demonio: Niall Jefferson. La trata mal, le causa miedo y terror, pero ignora el hecho de que la única...