Capitulo 9

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Había pasado unas cuantas semanas desde que había sacado a Niall a pasear por la ciudad, y las pocas veces que nos habíamos encontrado desde entonces -lo que me pareció raro, ya que siempre estaba al pendiente para joderme la existencia-se mostraba distante y me trataba cortante. Yo solo quería tratar de llegar más a él, porque mi curiosidad fluyó desde ese día que me había 'defendido', nunca lo hubiera imaginado viniendo de él.

Seguía pasando el tiempo con Olly, sintiendo aquella penetrante y molesta mirada en mi espalda. Era incomodo ¿es que no podía dejarme en paz? ¿No tenía una vida? ¡Lo despreciaba! Y cada día lo odiaba más. Hasta me odio a mí misma por sentirme más suavizada con él el día que salimos. ¡Qué horror!

- ¿Ya llegaste, amor? - pregunta mi madre una vez que cierro la puerta de entrada.

- ¿Qué haces despierta? Son las dos de la mañana- frunzo el ceño. Había salido con Olly y unos amigos a un Pub. Nos divertimos bastante. Bailamos y bebimos junto con buena música ¿Qué más se puede pedir? Con todo el tema del "demonio" llevaba tiempo que no me divertía.

- Sí, te esperé- me sonríe con cansancio.

- Oh, ma....- me acerco a ella y le planto un beso en la frente- ve a dormir, yo haré lo mismo. Estoy tan cansada que creo que ni me tomaré la molestia de cambiarme. Tengo los pies como si hubiera pasado sobre piedras calientes- ambas reímos.

- Está bien. ¿No pasaste frío? - dice mirándome. Llevaba un vestido negro. Apretado arriba y suelto abajo con un cinturón dorado. Unas mallas negras sexys trasparentes con diseño y mis botas negras hasta las rodillas, nunca salía sin ellas.

- Noup. Ya sabes... cuando uno comienza a bailar entra en calor rápidamente- digo comenzando a subir las escaleras como una anciana. No daba para más, y los pies me dolían a morir. Con descansar un poco se me pasaría.

Entro a mi habitación cerrando la puerta tras de mí. Tiro mi bolso por algún lugar de mi habitación y caigo bocabajo a la cama rendida. Y así, me quedo dormida. Cuanto había extrañado mi cama...

Me despierto por un sobresalto. Tenía una extraña sensación, pero el sueño no me abandonaba. A duras penas estiré mi mano al velador de noche para ver la hora de mi despertador, ya que mi celular estaba en mi bolso que estaba tirado en algún lugar desconocido de mi habitación.

¡Cuatro de la mañana! -Suelto un gruñido- odiaba despertarme sin razones a estas horas, porque el cansancio en el día era mayor. Quejándome volví a apoyar la mejilla en el edredón de mi cama, pero la luz que emitía la luz de la luna a mi habitación -ya que por lo cansada que estaba, no me tomé las molestias de cerrar las cortinas- había sido tapada por un milisegundo por una sombra.

Abrí los ojos de inmediato. El sueño se había desvanecido y estaba tensa por el miedo. Mi corazón latía ferozmente, hasta podía oír mi pulso en mis oídos. Lo más probable es que era Niall, no me cabía duda, pero desde el primer día no pisaba mi habitación por las noches, y la única vez que así fue, terminé condenada con un demonio, con un trauma y una cortada en la mano ¿Que me esperaba ahora? No lo sabía, pero seguro lo averiguaría pronto.

Mi cuerpo se soltó y junté toda mi valentía para levantarme y caminar con precaución por mi habitación hasta la ventana. Agradecía que no me dolieran los pies, porque si esta vez me tocaba cruzar el bosque nuevamente, no tendría problemas.

- ¡Mierda! - pego un grito ahogado cuando aparece frente amí con el semblante serio, como si provocar un paro cardíaco a alguien fuera lo más normal que puede haber- ¡sabes que odio cuando haces eso! - exclamo en un murmullo golpeándolo en el pecho. Su cuerpo no se mueve ni centímetro. ¿Tan débil soy? ¿O él tan inmortal?

My DemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora