- Lista- dice Tessa cuando saca el lápiz labial de mis ahora, rojos labios.- ¿Listo? ¿En serio? No sabía que las mujeres dejaran que la pintura les comiera la cara ¡No encuentro a Phon! ¿Estás ahí? -Jacob se acerca a mí con el ceño fruncido.
- Eres un capullo- le golpeo el hombro mientras me levantaba de la encimera del baño. Jacob me recordó cuando junto con Olly jugamos y probamos las pinturas de mi madre a los diez años, tuvo una reacción similar a la que acaba de tener Jacob. Quizá, en él, pueda tener el espíritu de Olly cerca. Oh, Olly... ¿Qué estará haciendo ahora?
- Ya ve, aprovecha que no es el día en que la pequeña biblioteca está muy llena. La verdad, casi nadie va, porque los demonios ya se saben su historia completita, pero eso no evita a los guardias- me advierte Jacob y yo asiento.
- Está bien- se une Tessa- yo con Jez vigilaremos en que Niall no esté cerca ¿Vale? Suerte, espero que no pase nada malo- me abraza y se separa de mí. Quedo un poco aturdida por aquel gesto. Nos conocíamos hace apenas un día, y ya me trataba como si nos hubiéramos conocido de toda la vida. Quizás sea porque las mortales de acá compartimos algo en común: el encierro de nuestra voluntad. Lo único que nos queda es fingir que todo sigue bien y normal haciendo buenos amigos. Es lo único que nos queda.
- ¿Nerviosa?
- ¿Y tú qué crees? - le respondí irónica.
- Hey, ya, detente- Jacob me sostiene del brazo, a unos metros de la biblioteca- no tienes que estar nerviosa, ni siquiera lo pienses, tienes que mantener tu mente en blanco porque el guardia puede descubrirte ¿Está bien? Deja que tu indiferencia haga el trabajo. Pon semblante neutro, rudo y muéstrate segura. Ya te he visto, cuando te pones a la defensiva con Niall. No dejes que los nervios ganen ¿Vale? - me afirma con ambas manos la cabeza y yo asiento. Hecho los hombros hacia atrás en una postura recta, alzando mi mentón y poniendo mi peor mirada, emprendiendo el caminar hacia mi destino.
Primero decidí optar por hacer como si fuera un demonio y que fuera de lo más normal entrar a la biblioteca así sin más. Pasé al lado de un guardia calvo y tatuajes en la cabeza, enterrando las uñas en las palmas de mis manos.
- Hey ¿A dónde crees que vas? - dice con voz gruesa e intimidante, agarrándome de la cintura, elevándome hasta dejarme enfrente de él, afuera, otra vez.
- ¿A qué crees? A la biblioteca- dije obvia, poniendo mi mejor tono duro.
- ¿Eres demonio? - sus cejas formaban una línea recta, su rostro fornido como una roca, de nariz moldeada y labios finos. Sus cejas estaban traspasadas por aretes, al igual que su oreja con la expansión. Qué asco.
- Vaya, un demonio que no puede identificar a los de su clan. Tienes aspecto duro, pero tus capacidades están blandas- dije a la defensiva, aunque no tenía nada qué defender, pero tenía que parecer segura de lo que decía. El hombre gruño.
- Bien. Entonces, la clave- dice con una sonrisa burlona. Argh, ya lo sabía, ¡estaba jugando conmigo! Menudo idiota que me tocó. Se cruzó de brazos poniéndose en una posición que intimidaba, pero en mí no hacía tal afecto-. Sé que no lo eres- Dice alzando sus oscuras cejas. ¡Maldita sea! Pillada, pero ya estoy aquí, no me iré así de fácil.
- Ya- bufé- pero Niall me mandó a buscar unos libros para lecciones, no me dio más información- dije tratando de mantener firme mi tono de voz. ¿Habrá sonado muy ridículo? La mandíbula del hombre que tenía en frente se tensó.
- ¿Niall? - dijo. Bien, claramente lo conocía, era uno de los demonios más temidos ¿eso me dará puntos a favor? Eso dependía qué tanto lo conocía- no mandaría a una novata a buscar un libro donde solo está permitido el paso de inmortales, ahora largo- dice con voz potente. ¿Por qué tenían que ser tan tercos? ¿En qué les influía en que supiéramos algo más de lo que ya sabemos? Merecemos justicia, y yo estoy decidida en buscarla y conseguirla.
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My Demon
FantasyCorre. escóndete. No dejes que te vea, no dejes que te encuentre. El peligro es inminente para Phon quien se somete a una lucha constante con su demonio: Niall Jefferson. La trata mal, le causa miedo y terror, pero ignora el hecho de que la única...