17. Cordón umbilical

2K 272 3
                                    

Hydra había soñado incontables veces con este preciso momento.

«A sus órdenes, señor» dijo la IA de voz femenina.

Inconscientemente, Hydra sonrió con maldad mientras observaba con atención la escena desde las sombras. Analizando los movimientos de los héroes, el número de autómatas, las bajas y hasta la precisión en la que atacaban las creaciones de SIM.

«Tony Stark, mi pareja» pensó con satisfacción, saboreando la sensación de tenerlo por fin en sus manos.

—En dos segundos, Friday. —ordenó volviendo a centrarse en la pelea.

Estaban en el primer piso y entrada del hospital. Era un edificio prestigioso con bastante aforo de personas, sin embargo los héroes no habían dudado en atacar aún con los civiles presentes.

Supuestamente, los villanos eran un peligro más importante.

—Qué ironía y nosotros somos los malos. —sonrió saliendo de las sombras en el momento exacto que había pedido a la IA—. Hola, héroes. —dijo en voz alta.

Al instante, varios rostros voltearon en su dirección.

—¡Posición de Defensa! —anunció Hydra disfrutando las expresiones de los héroes al ver que los androides se movían bajo sus órdenes—. ¡Nadie se atreva a entrar!

Una mujer de cabellera rubia dio un paso adelante.

—¿Por qué están aquí SIM y Hydra?

Steve alzó una ceja y antes de responder, levantó el escudo y lo arrojo hacia un Agente que trataba de moverse sigilosamente hacia los pasillos.

El objeto de metal, cortó limpiamente al objetivo, haciendo que la cabeza del Agente rodará por los suelos con estruendo.

—Lo acabo de decir, chicos. ¿No me escucharon?—preguntó Hydra caminando con tranquilidad hacia su escudo para recogerlo—. ¡Otro paso adelante y les juro que su muerte será más dolorosa que el maldito bastardo que se atrevió a moverse!

La misma mujer rubia, se tensó y se quedó en su mismo lugar.

—No queremos pelear sin un buen motivo y mucho menos, desatar un derramamiento de sangre. —habló con firmeza—. Lo vuelvo a repetir. ¿Qué hacen aquí?

Hydra volteó hacia la fémina. La líder de los héroes.

«Es hora de mover las piezas del tablero» pensó el soldado, sonriendo en grande. La estaba pasando muy bien, encontraba muy fascinante los juegos previos antes de la pelea, la manera tan estúpida que trataban de llegar a un acuerdo.

Era divertido.

—¿Les importa tanto que estemos aquí? —preguntó Hydra encogiéndose los hombros—. Haz la pregunta correcta.

—¿Por qué han decidido pelear con nosotros? —cuestionó después de unos segundos.

Hydra asintió complacido, eso era lo que quería escuchar.

—¿Thor Odinson está siendo tratado? Ahora que no tiene poderes, la debe estar pasando mal. Es una pena. —se burló el soldado mirando sus puños—. Yo creo que no fue para tanto.

—¿Acaso, tú..?

—¿Fui la persona que lo dejó en ese estado? Claro que sí. —respondió Hydra con una sonrisa maliciosa—. Excedió sus límites de lo soportable con SIM. No debió meterse entre nosotros, así que si están buscando al verdadero culpable... Thor Odinson es el indicado. —explicó, controlando su ira con solo recordarlo—. Jamás debió mirar a la pareja de otra persona.

Los héroes se miraron entre sí, sorprendidos. ¿SIM y Hydra? Eran una combinación aterradora.

No obstante, que el Dios del Trueno este involucrado era más irreal de creer.

—¿Acaso, no lo sabían? ¿Su héroe favorito les ha estado ocultando cosas? —indagó con burla—. ¿El Dios no les decía que iba a ver a SIM cada vez que podía como si fuese un puto perro faldero?—escupió con odio—. Ha visitado la Torre Stark tanto tiempo que pensé que se volvería un villano.

—Es imposible.

—¿Dónde lo encontraron? Saquen sus propias conclusiones. —respondió levantando el escudo para acomodarlo en su espalda—. Ahí está su única razón por el cual empezamos la batalla, Thor Odinson.

La líder apretó los puños, sintiéndose estúpida. ¿Habían estado luchando por un conflicto amoroso?

Las sospechas de que Thor Odinson había estado actuando en solitario habían sido rumores a voces. Últimamente, el Dios no daba explicaciones a dónde iba y sus acciones eran cada vez más cuestionables. ¡Todo encajaba tan perfecto!

Encima, lo habían encontrado muy mal herido en la Torre Stark y el Dios parecía muy arrepentido por todo lo que estaba sucediendo.

—¿Entonces, comenzamos? —preguntó Hydra en posición de ataque.

Los héroes se volvieron a mirar entre sí.


[...]

Anthony seguía agotado, quería dormir por unas cuantas horas sin interrupciones. Sin embargo, estaría despierto hasta que regrese Hydra.

—Disculpe, señor. —habló un médico con suavidad—. ¿Desea conservarlo?

El genio alzó un poco la cabeza y observó a lo que se referían.

«Mi niño acaba de nacer y el cordón sigue expuesto» pensó Tony analizando la situación. Las células madres que se concentraban en ese lugar, eran muy valiosas.

—Consérvalo con suma confidencialidad. —respondió SIM en tono serio—. Lo necesito a bajo de un nombre falso. Vendré luego por ello.

—S-sí, señor. —respondieron el personal.

La sangre de SIM era tan especial como el suero que corría en las venas de un súper soldado. Por ello, sus células madres podrían ser un gran aporte para sus investigaciones.

«Tendré que pensar luego en ello» se dijo, cansado mientras observaba cómo lo retiraban y con cuidado también acomodaban al bebé en una cobija.

—Pásamelo. —pidió Anthony con emoción en la voz.

Los enfermeros asintieron y lo acomodaron en los brazos del genio.

—Oh... De verdad, eres el más bello. —susurró Tony mirándolo fijamente.

El bebé era pequeño y menudo, de piel rosada con un curioso nudo en el estómago que parecía ser el cordón umbilical. Se veía tan frágil que Anthony sintió por primera vez el miedo de lastimarlo con el movimiento más leve.

Sus ojos todavía permanecían cerrados, lo cuál le causaba más intriga.

—Te pareces un poco a mi, menos mal. —bromeó Tony con ternura en la voz al notar unos mechones castaños en el niño que descansaba—. ¿Es normal que sea tan callado?

El médico dejó de guardar los utensilios.

—Lloró un poco al nacer, pero no es tan normal que se mantenga tan silencioso. —explicó un poco dudoso—. Aunque, ha nacido en perfectas condiciones. No tiene de qué preocuparse.

Tony lo miró inquisitivo, pero asintió.

—Parece que será un niño tranquilo. —no pudo evitar decir una enfermera—. ¿Qué nombre le va a poner?

El genio no supo que responder.

.

.

.

Hydra corrió por los pasillos con entusiasmo. Quería verlo, necesitaba verlo.

Aún cuando el traje que llevaba puesto, estaba bañado en sangre y su escudo parecía teñido de rojo. Sabía que Tony lo estaba esperando en una habitación del lugar con un hermoso bebé en los brazos.

Cuando estuvo a punto de llegar, escuchó un leve escándalo provenir de la habitación.

—¡Ese nombre no me gusta! ¡Otro! —exclamó la voz frustrada de SIM.

El soldado entró con confusión al lugar.

—¿Cariño? —preguntó Hydra dejando el escudo en el suelo y acercándose a la camilla—. ¿Sucedió algo? ¿Cómo está el bebé?

Anthony volteó a mirarlo y no pareció sorprendido al verlo en ese aspecto. Sin embargo, las enfermeras que estaban al lado casi se desmayan de la impresión.

—El niño está bien, duerme como una roca. —dijo el genio mostrando a un pequeño bebé en sus brazos, arropado con un conjunto azul—. Estaba pidiendo opciones para el nombre del niño, pero ninguno me gusta.

Hydra sonrió como un bobo.

—Es un asunto importante, imbécil. —bufó Tony al ver su expresión—. Ahora que llegaste, ¿tienes algo en mente?

—¿Un nombre? —preguntó Steve acomodándose y quitándose todas las armas del traje—. Steve Jr. Me parece formidable.

—Jodete, Rogers.

El soldado se rio y comenzó a dar opciones de nombres al azar que le pasaban por la mente, no obstante ninguno parecía convencer al genio.

—¡Tiene que ser un nombre único y memorable! —se lamento Tony estresado mirando a las enfermeras que seguían a su lado—. ¡Es el hijo de SIM y Hydra! ¿Saben lo que le depara el futuro?

—Será el villano más temible de todos. —añadió el soldado mirando al niño que dormía plácidamente.

Una enfermera asintió, pero observó al pequeño bebé tan tierno y callado que parecía que sería un dulce de azúcar.

—Podría ponerle Howard, cómo mi padre o quizás, Arno. —propuso Tony sin mucho ánimo—. ¿Alguna idea, chicas?

La misma enfermera sin pensarlo mucho, asintió.

—¿Qué les parece "Peter"? —preguntó con ingenuidad—. Es un nombre muy bonito que va de acuerdo con el aura que desprende el niño.

Hydra y SIM se miraron alzando una ceja.

—Está loca, jamás lo voy a llamar así. —dijo Tony negando la cabeza.

—¿Sabes, cuántos héroes llamados "Peter" he matado en estos últimos años? —cuestionó Hydra con una sonrisa burda hacia la enfermera—. Es un nombre asquerosamente bonachón. ¿No recuerdas que somos villanos, niña?

—P-Perdón, señor.

Sin embargo, entre las cobijas, la pequeña figura del bebé se removió con suavidad y abrió lentamente los ojos.

Unos claros y marrones iris se mostraron ante la pareja, observándolos fijamente con la mirada más dulce y tierna que jamás habían visto en toda su vida.

—Tiene cara de Peter, cariño.

—Me niego a aceptarlo, Hydra.


¡Proyecto de Amor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora