4. Ultrasonido

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—¿Qué estás planeando con Hydra?

La pregunta de los héroes fue como un balde de agua fría hacia Tony. ¿De qué hablaban? ¿No habían llegado por el alboroto que hizo en el restaurante?

Se sintió de peor humor al notar que había sido vigilado por los últimos días y no lo había notado. ¿Estuvieron viendo cómo Hydra entraba y salía de su Torre? Urgentemente tenía que hacer cambios en su seguridad.

—No tengo que tiempo para lidiar con sus estupideces. —respondió tratando de irse—. ¿Confabular con Hydra? Váyanse a la mierda.

Una mujer de traje rojizo lo interceptó con dureza.

—¿Entonces, porque se están viendo? —preguntó con acento marcado.

—No te incumbe, brujita. —dijo con irritación, viendo de reojo como su pedido de manzana estaba dejando de tener vapor—. Mierda, se va a echar a perder. ¿No podemos pelear otro día?

Los héroes se miraron entre sí y se pusieron en posición de defensa. Habían conseguido la rara oportunidad de que el famoso "mercader de la muerte" haya salido de su Torre y sin protección. No podían desaprovechar la oportunidad de acabarlo de una vez por todas.

«Okey, ellos comenzaron» pensó Tony activando su traje con molestia.

—Está vez es personal. —murmuró entre dientes, dejando su pedido de comida a un lado con esmero.

Uno de los héroes avanzó hacia adelante, sin embargo no tuvo tiempo de atacar porque los golpes de Tony se abalanzaron hacía él sin aviso alguno. La armadura brillante y distintiva de SIM se alzaba un poco por los aires con cuidado.

A los minutos, en la pelea se unieron los demás héroes que estaban desconcertados ante la ira incontrolable de SIM.

—Fui a comprar mi maldita cena, bastardos de mierda. —escupió Tony sin dejar de luchar—. ¿Tanto miedo les da ver a dos villanos juntos? Son tan patéticos.

Sus palabras eran provocadoras e insultantes para los héroes. Más aún, cuando se estaba formando una pequeña multitud alrededor de la batalla.

—¡Son muy honorables al pelear en grupo contra uno! —exclamó Tony con una sonrisa en grande—. ¡Qué magníficos héroes!

—Lo quiero matar. —murmuró uno por lo bajo.

—Acabemos con esto rápido. —aviso el líder del grupo viendo a su alrededor—. Estamos haciendo demasiado escándalo.

—De acuerdo. —afirmaron los demás.


[...]

Hydra observó la pantalla con suma concentración.

Tenía demasiado que investigar y corroborar, había prometido darle protección a SIM y no podía fallar a su palabra.

—¿De quién mierda es la información? —preguntó en voz baja, sin dejar de observar la pantalla. Tenía un mal presentimiento.

Desde el comienzo, nada había sido una coincidencia.

Un día casualmente, Hydra había recibido un correo sin remitente con coordenadas específicas y un código que indicaba ser la clave de acceso para ingresar a la impenetrable Torre Stark. Al principio, había creído que era una broma.

Sin embargo, quiso intentarlo aunque fuese solo por morbosidad.

¿Quién no deseaba robar la tecnología de SIM? La única persona que tenía al mercado negro en sus manos y manejaba el armamento más peligroso del mundo. El famoso "mercader de la muerte" era alguien inaccesible de tratar y negociar para Hydra.

¡Proyecto de Amor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora