James lo sabe [Snirius]

[ Capítulo III ]

A la llegada de un nuevo día, una nueva decisión fue tomada por James Potter. Estaba determinado. Esto ya no se trataba de un egoísta interés propio. Se trataba de lo mucho o poco que podía hacer por su amigo ahora que estaba en una etapa tan confusa de su vida. Iba a ayudarle. Así fracasaran o no en el proceso. Así le gustase la idea o no.

Después de todo, es Sirius. Su mejor amigo. Y no podía devolverle toda su lealtad dándole la espalda.

—Estoy seguro de que en lo único que piensa es en lo que pasaría si yo me enterara. —Es lo primero que le dijo a Remus una vez que se reunió a solas con él.

Lupin no respondió y lo consoló apretando un poco su hombro. A veces creía que Lunático era demasiado bondadoso con las personas que no se lo merecían, como él por ejemplo. Remus era un gran amigo y le costaba entender, ahora más que nunca, como una persona de su calibre se juntaba con tremendos bastardos como ellos sin un ápice de inteligencia emocional. Que maldita suerte habían tenido. 

Lo oyó suspirar.

—Siendo sincero, nunca pensé que llegaría a oírte decir eso —dijo con una sonrisa comprensiva—¿Es así de importante Sirius para ti?

—Lo es.

—Estoy seguro de que si le llegas a decir que estás bien con que se haya enamorado de tu peor enemigo le quitarás un gran peso encima.

—¿Es que soy todo el problema? —James hizo una mueca.

—No, pero en parte —respondió Remus acercándose—. Una parte grande —dijo riendo.

—¡Oye!

—Ya, ya. —Siguió riendo—. Pero así seas una parte grande o pequeña sigue siendo la vida de Sirius y él decide qué hacer con ella. Aún con tu aprobación, Snape sigue representando todo lo que odia. Pertenece a Slytherin, le gustan las artes oscuras y sobre todo aún le sigue...

— ...gustando Lily —concluyó con tono agrio.

—Exacto. Es probable que incluso mostrándole tu apoyo siga metiendo la pata. Así que tenemos que estar ahí para él. Para razonar y que nos abra su corazón. Sirius no lo hará con nadie más.

—En eso tienes razón. Es muy orgulloso como para bajar la guardia con alguien más.

—Es así. Así que tengo que preguntar. ¿Estás seguro?

—¿Por qué preguntas? Ya te dije que quiero ayudar. —Viéndolo a los ojos, James pudo observar cómo los ojos castaños de su compañero se tornaban serios.

—No quiero que dudes una vez que todo esto comience, James. Si ve que le quitas su apoyo, dará un paso atrás. Eres su soporte. Así como en las bromas, nunca teme si está contigo. Me da un poco de celos decirlo, pero eres el mejor amigo más especial que tiene.

Los ojos de James brillaron y no supo qué decir por unos segundos. Sentía demasiada culpa y dolor. Si tan solo no hubiera sido un niño idiota, ahora Sirius no la estuviera teniendo difícil para aclarar sus sentimientos y conquistar al Slytherin. Pero el pasado no se puede cambiar. Ahora ya no hay espacio para dudas: él debe ayudar a Sirius.