James lo sabe [Snirius]

[ Capítulo VI ]

Los días habían transcurrido como una eternidad desde que Regulus lo interceptó en aquel pasillo. Desde entonces, James había trazado un plan, bastante sencillo para que no lo descubrieran fuera de la cama.

Ahora, con su varita muy cerca de su pecho, pretendiendo dormir, intentó contener cualquier movimiento que pudiera delatarlo. Y esperó.

Justo cuando sintió que el sueño lo vencía, escuchó los sonidos de alguien levantándose de la cama.

Era Sirius.

Sirius Black se colocó sus zapatos y cogió su varita del buró. Se notaba que tenía práctica en esto, porque en ningún momento del recorrido desde su cama hasta la puerta tropezó o hizo algún ruido. Una vez que lo sintió fuera de los dormitorios de Gryffindor, James se levantó cogiendo sus lentes de su mesita de noche y la capa de su baúl.

—Ten cuidado —murmuró bajo Remus desde su cama.

Aunque estaba impaciente, decidió ser sigiloso y guardar una buena distancia de Canuto. Recorriendo el Castillo a pasos cautelosos, el plan se dibujaba en su cabeza con las palabras de Regulus colándose en sus pensamientos.

A pesar de eso, el corazón de James nunca dejó de latir como loco. Las preocupaciones le llegaron de golpe. ¿Y si no era capaz de enfrentar a Sirius? ¿Y si se quedaba paralizado como idiota? ¿Qué debería decirle? ¿Cómo debería empezar? Todas las preguntas cayeron como baldazos de agua fría al no tener respuesta.

Estaba perdido. Por un momento, incluso sus pasos se ralentizaron y pensó en parar. ¿Cómo una persona como él podía cargar con una responsabilidad tan grande como hablar de algo tan delicado con Sirius? ¿Por qué Regulus pensó que podría?

Eres su mejor amigo, por supuesto que puedes, idiota, pensó que seguro era algo que le diría el Slytherin.

Y no podía negar que todavía el recuerdo de sus palabras seguía fresco en su cabeza.

—¿Quién mejor que tú para enfrentarlo? —Regulus se cruzó de brazos—. Veo cobardía en tus ojos, Potter. Y puedo odiar muchas cosas de tu casa, pero la valentía no es una de ellas. No me hagas cambiar de opinión.

Regulus Black podía ser menor que él pero parecía como si nunca dudara en cuanto sus decisiones. Una vez tomadas, no había vuelta atrás. Le gustaría sentirse igual. De hecho, la mayoría de las veces sus miedos no representaban un obstáculo para él. Pero este era un caso diferente. El Black menor lo había mandado a la línea de enfrente sin ninguna guía o ayuda extra, suponiendo que como su mejor amigo, sabría manejarlo y tendría tacto al hablarlo. Pero nada más lejos de la realidad.