Tú y yo

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POV Marizza

Me iba a poner la pijama, así que fui al baño, al salir Pablo estaba solo en bóxer, ese hombre esta esculpido por lo dioses. Corrí a taparme con las cobijas.

-  Oye, ¿por qué corres? - dijo Pablo - déjame ver tu pijama o a caso es muy fea -  yo solo lo mire mal, estaba tan tapada que no podía hacer nada.

- Cállate tarado - dije.

- Bueno, pero dame espacio que yo también duermo ahí - abriendo las cobijas.

Estábamos acostados cuando sentí su pierna topar la mía y me gustó.

- Oye hombre lobo ¿Puedo depilarte las piernas? - dije para bajar un poco la tensión que su cuerpo me generaba.

- Claro que no, eso duele - me dijo con una mirada de dolor -  imagínate como se va a reír de mi Guido jajaj — ¡ay! amo su risa.

- No creo que se enteré - dije con una sonrisa - pero bueno, está bien , ahora hay que dormir - le di la espalda.

Sentí una mano topar mi cintura desnuda.

- ¿Qué haces? - dije, por alguna razón no saque su mano de ahí, lo deje que avanzará hasta que me abrazo.

- Te abrazo, es mi manera de sentir algo que no me dejaste ver - dijo, me quedé inmóvil - eres preciosa en todos los sentidos - me solté del abrazo.

- No me mientas, se que no piensas eso - le dije y me miró confundido.

-  ¿Por qué piensas eso? - preguntó, le voy a decir la verdad.

- Este... Esa noche... Que estaba ebria... Y... Me entregué a ti... Y tú me rechazaste - aún no le miraba a la cara, no podía.

- Si te rechacé fue porque estabas ebria, tú eres una mujer hermosa y si lo vamos a hacer quiero que estés en tus 5 sentidos - cuando dijo eso me abrazo y hundió su cabeza en mi cuello.

- No te creo - dije, esto era por molestarle.

- Ahhh si, y que te parece... - bajo su mano de mi cintura hasta mi pierna.

- mmhh... - se me escapó.

- Veo que te gusta - dijo, ¿Por qué soy tan débil con él?

Su mano estaba subiendo - Para Pablo, no podemos - dije y solté un suspiro cuando topo mi clítoris.

Y se detuvo - Eso fue rápido, no sabía que te excitas tan rápido - dijo el tarado ese.

- jajaja no soy la única - dije y tope si miembro que estaba duro, él solo me abrazo.

El ambiente se suavizó un poco, se volvió romántico.

- Marizza yo te quiero en serio, quiero estar contigo y no sabes cómo me enferma de celos verte con Julián - dijo, me di la vuelta para verlo mejor.

- Yo también te quiero, pero no quiero casarme... bueno todavía no, y me muero cada noche que se estás con una de tus minitas - dije soltando el abrazó.

- Perdóname, se que la propuesta de matrimonio fue muy apresurada solo teníamos 18 años, pero en serio te quiero - me dijo mirándome a los ojos, lo sentí sincero.

- Te quiero - dije y lo besé.

El beso era muy tierno, hasta que él lo cortó.

- Marizza ¿Puedo ser tú novio? - me dijo, fue re tierno

- jeje Si, déjame ser tuya para siempre - 

- Te lo prometo mi amor. Es hora de dormir - dijo dándome un casto beso en los labios.

Al día siguiente

Benito nos despertó para ir a desayunar, pero antes fuimos a ver a Mía, ella estaba molesta por lo de ayer, debíamos esperar los exámenes.

- Mía podemos hablar - dije.

- ¿Para qué me digas que hacer? No gracias - dijo enojada.

- Mía perdóname, no te lo tomes así, solo hablemos - dije medio sumisa.

- Está bien, pero no vamos a esperar los exámenes - dijo muy seria.

- Ahg bueno como quieras - tenía que usar otra táctica - nos conviene quedarnos aquí una semana y media, antes de que digas algo, es un pueblo grande podemos hacer muchos shows y lograr el disco - dije, realmente quedarnos no nos ayuda como banda, pero era la salud de Mía la que está en juego.

- Si es por eso, está bien - dijo dudosa.

Le sonreí - Si Mía, ahora vamos a desayunar - dije.

Fui a contarles a los chicos que la convencí de quedarse, así que todo estaba bien.

Mismo destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora