Verte otra vez

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POV Pablo

Han pasado tres días desde que me enteré que iba a ser papá, me sentía destruido, no había visto Marizza ni siquiera de lejos y es lo único que quiero, verla.

- Cariño, debemos comprar cosas para el hogar y alimentos - dijo Valeria.

- No me digas así y esta bien, hazme una lista y yo voy a ir a comprar más tarde - dije, el doctor dijo que no puede hacer mucho esfuerzo por lo que ya va a dar a luz y pues hay que cuidar al bebé.

- Si, ya te doy la lista. - se sentó en la mesa.

El departamento que tenía, contaba con dos habitaciones, cocina, comedor, dos baños y sala.

- Oye, y dónde va a hacer el cuarto del bebé - dijo, estaba confundido.

- Estaba pensando que duerma contigo, el cuarto es grande y podemos hacer una parte para el bebé y decorarla - dije triste.

- Me parece genial ¿Lo decoramos juntos? -

- No, voy a llamar a Mía ella conoce a muchos decoradores - respondí

Ella me dio la lista y fui a comprarla, pero me encontré con Manuel.

- Pablo ¿Cómo estás? - dijo emocionado.

- Destrozado y ¿tú? - dije sarcástico.

- Bien, sabes Mía está un poco pálida y desanimada, pero ella dice que se siente muy bien, pasa mucho tiempo con Cande. -

- Cómo que pálida y desanimada, Mía no es así ¿Qué dijo la doctora sobre eso? - dije caminado hacia la salida.

- Que son efectos secundarios pero que estará bien, ¿A dónde estás yendo? - me preguntó.

- Pues si la doctora dice eso bueno, y voy al supermercado por una cosas para Valeria y la casa ¿Me acompañas? -

- Si claro vamos, no tengo mucho que hacer, Mía se la pasa con Cande y Mar... - se detuvo.

- Háblame de ella, necesito saber cómo está - dije.

- Ella está mal, la veo encerrada y con las únicas que habla es con Mía y Cande, con Sonia es la única con la que llora, porque en frente de Mía no lo hace - dijo, me sentí peor, quería ser yo quien seque sus lágrimas, me dolía saber que era el causante de esas lágrimas.

- Haz todo lo posible para que esté bien - le pedí.

- Pablo paso casi todo el día contigo y ella no quiere hablar conmigo - me contestó, era cierto pasábamos casi todo el día juntos.

- Bueno tienes razón -

Fuimos al súper compramos lo de la lista y volvimos, guardamos todo.

- Pablo me das galletas de chocolate - dijo Valeria, que estaba acostada en el sillón.

- Claro - fui a la cocina a buscarle galletas.

- Wow Pablo, quien te viera dijera que estás bien con lo del bebé - dijo Manuel.

- jajajajj Ella está a días de entrar en labor de parto así que, hay que ser amables, es mi hijo - dije triste muy triste.

- Sabes ya me cansé de los dos, hoy día vienes a la casa conmigo y vas a intentar hablar con ella. - dijo decidido.

- Ella no te habla ni a ti, peor a mi, pero podemos intentar -

Le di las galletas a Valeria

- Vamos a salir, si pasa algo me llamas - dije y me fui con Manuel rumbo a la casa.

Llegamos a la casa y nos abrió Sonia.

- Hola Manuel - le dijo y se fue, a mí no me dirigía la palabra al igual que Franco.

- Bueno, ven pasa - dijo Manuel.

- Mía, Cande quiere galletas de chocolate y la verdad es que yo también quiero ¿Puedes traer ? - gritó Marizza desde el piso de arriba.

- ¿Puedo subir a verla? - dije.

- Pablo ¿Qué haces acá? - dijo Mía saliendo de la cocina con helado, gaseosas y galletas de chocolate.

- Déjame te ayudo - le dije y tome varias de las cosas, era suficiente para alimentar un batallón.

Y subí las gradas rumbo al cuarto de Marizza.

- Está en mi cuarto - dijo Mía. - Manu ¿Crees qué esto sea buena idea? -

- La verdad no, Pablo antes de que entres ¿Estás seguro? Mira que ella no habla con ningún hombre de la casa - dijo Manuel.

- Si, quiero verla, quiero hablar con ella, entre otras cosas, pero es lo principal - y entre al cuarto de Mía.

- ¿Qué haces acá? - dijo Marizza.

- Pavo, te extañe - dijo Cande, corriendo a abrazarme.

- Traje la comida - la puse sobre la mesa y después cargue a Cande.

- Ya gracias, te puedes ir - dijo Marizza - deja a Cande porque vamos a ver una película.-

- No me voy, quiero estar contigo - me sonó el celular. Conteste

- Hola cariño, tengo contracciones así que ¡Ayúdame! - era Valeria. Gritó tanto que creo que Marizza la escucho.

- Tú cariño va a tener a tú bebé, así que vete - dijo Marizza se le llenaron los ojos de lágrimas y me fui.

No quería dejarla, pero tenía responsabilidades como padre.

Mismo destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora