Nuestra habitación

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POV Pablo

Me desperté con Marizza en brazos, es tan linda cuando duerme, pero tenerla aquí con esas pijamas que se pone ¡Dios está mujer es preciosa!

Mire a Cande que durmió en su cuna, esa niña no duerme ya estaba despierta y eran las 6 de la mañana.

- Chicos buenas noticias - dijo Benito.

- Cállate que está dormida - dije, atrayendo a Marizza hacia mi cuerpo.

- Perdón, pero es hora de que la princesa se levante- dijo, Marizza se despertó por los gritos de Benito.

- Ahg ¿Qué querés? Habla rápido que tengo mucho sueño - dijo Marizza.

- Les quiero decir que la cosa está yendo muy bien, así que voy a otra habitación para mi solo, adiós - y con eso se fue.

- jajaja, anda raro desde ayer ¿Qué le pasará? - dijo ella un poco adormecida - hay que dormir aún es temprano. -

- No, hay que ir a ver a la pareja comprometida, le prometimos a Manu que les llevaríamos el desayuno hoy - dije quitando las cobijas de la cama.

- Ahg está bien, tú haz el desayuno y yo me encargo de Cande - dijo ella y con eso se levantó.

Cande usaba un vestido hermoso y yo llevaba el desayuno rumbo a la habitación de Manu y Mía.

- Niños llegando, niños llegando - gritó Marizza, Mía abrió la puerta.

- Marizza cállate, la única niña aquí es Cande - dijo ella, y tomo a la niña en brazos.

- ¿Y Pablo? él es un nene - dijo Marizza y yo le mire mal.

- Marizza cállate 💅- dije imitando a Mía - yo vine a darles un rico desayuno -  mencioné y con eso entre a la habitación.

- ¡No entres! - gritó Mía, pero ya era tarde.

- Veo... Que... Estaban haciendo un hermanito para Cande - dije, Manuel estaba durmiendo desnudo sobre la cama, puse el desayuno en una mesa - Tarado vístete - le lancé una almohada para despertarlo - No es lindo ver tu cosita tan temprano - y entro Marizza, le tape los ojos como pude.

- jaja, Saben no traje la lupa así que no vi nada, pero Pablo la tiene más grande - dijo Marizza, al único que no le hizo gracia su comentario fue a Manuel.

- Ehhh... Yo me llevo a mi novia y a Cande, que lo disfruten adiós - dije y salí con Marizza aún tapada los ojos, Mía y Cande estaban en la puerta.

Pasamos un lindo día con Cande, ella es muy linda, fuimos al parque, comimos, leímos cuentos y vimos una obra de teatro infantil. Pero todo lo lindo tienen que acabar, así que volvimos al hotel y llevamos a Cande con sus padres. Y luego fuimos a nuestra habitación.

Marizza y yo nos estábamos arreglando para el show de hoy de noche.

- ¿Por qué no quieres cambiarte en frente de mí? - dije, nos reconciliamos hace unos 4 días y aún no ha pasado nada.

- Pablo ya hablamos de esto - eso era una mentira - me siento insegura, no quiero que me veas desnuda - dijo ella con cara triste.

- No hemos hablado eso y está es la primera vez que me dices que no quieres que te vea desnuda, ¿Por qué no querés? - dije, me moría por tenerla otra vez.

- No sé, podemos alistarnos que vamos a llegar tarde - dijo y se fue a vestir en el baño.

- Está bien, pero esta charla queda pendiente - le grité para que me escuchará.

Fuimos al boliche y estaba Sabrina y el estúpido de Julián que no paraba de ver a mi novia, pero no había prima, esto es muy raro ¿Qué hacen todavía acá? A Julián se supone que solo lo íbamos traer y se hospedó hasta en el mismo hotel, él es muy raro. En fin volvimos al hotel y Marizza corrió a la habitación, pero de nuestra charla nada la salva.

- Mi amor, ahora sí explícame ¿Por qué no querés que te vea desnuda?- no me respondió, solo se acostó en la cama y se tapo con las cobijas hasta la cabeza - Tu sabes que me encanta tu cuerpo - me acerque a ella.

- Es que no Pablo - dijo muy cortante - No quiero - soltó lo último y me enoje mucho

- Conmigo no quieres, pero y a Julián te le entregaste el primer día ¡¿Marizza que es lo que te pasa en realidad?! - le grité.

- ¡No me vengas con una escena de celos Pablo! - dijo eso y saco su cabeza de las cobijas. - ¡No tienes derecho cuando tú te acostaste con una mina diferente cada noche y viste tantos cuerpos más lindos que el mío! - y se volvió a tapar con las cobijas, por lo menos ya que le pasa.

- Sabes tienes razón he visto cuerpos... - comenzó a llorar - pero sabes que ninguno es tal lindo como el tuyo, te ame, te amo y te amaré siempre, porque eres hermosa por dentro y por fuera, no hay momento en el día en el que yo no piense en ti, así ha sido desde que te conocí, aún recuerdo nuestra primera discusión. - dije y ella seguía llorando, así que la abrace y le quite las cobijas.

- Gracias, te amo. Por ti madure y nuestra primera discusión fue literalmente la primera vez que hablamos. ¡ Te amo, te amo te amo! - dijo y me lleno de besos.

Mismo destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora