Mismo destino

Camila

POV Marizza

- Mía tenemos que irnos - grité. Tenemos que ir a una cita médica de ella.

- Ya voy -

Ese "ya voy" me decía que le iba a esperar unos 20 minutos más hasta que se arregle, tiene suerte que sea temprano.

- Ya estoy lista, vamos - al parecer me equivoqué no se maquillo mucho.

- ¿Qué está pasando por qué no te arreglaste? -

- mmm... Nada en especial ¿nos vamos? - estaba nerviosa, había dos opciones, hizo algo malo o me oculta algo.

- Está bien - dije, sabía que me lo diría tarde o temprano.

Fuimos al consultorio de la doctora.

- Los exámenes indican que todo a evolucionado correctamente así que si todo sigue igual en 4 meses ya no necesitarás tratamiento - dijo la doctora.

- Entonces se va a curar - dije

- Tanto como curarse no, pero podrá vivir sin tratamiento eso sí tendremos que hacer algunos exámenes para controlar que la enfermedad no avance, aquí está una dieta que debe seguir, comer más sano ayudará al medicamento y esto sería todo - dijo y nos entrego un papel

- Gracias doctora, pero yo ya como muy sano - dijo Mía.

- Si Mía, pero aquí dice que tienes que comer más fibra y proteína - dije - Ah... Y debes comer un porcentaje de grasa animal y vegetal - casi le da un infarto cuando dije grasa animal, ella no como eso.

- Está bien, pero tú me vas a ayudar con la grasa animal - dijo Mía, ella comía muy poco carne y con bajo porcentaje de grasa.

- Mía, soy vegetariana yo no como carne, ni poquito, pero hablaremos con Sonia ella ha de saber - dije. Salimos del consultorio, y Mía recibió una llamada se fue a hablar a otro lado para que yo no la escuchará.

- Marizza siéntate que te tengo que decir algo - le obedecí y me senté - Verás... El bebé ya va a nacer - ¿Está hablando de Pablo? - Y aunque no estemos de acuerdo el como se dieron las cosas, es una bebé y no tiene la culpa así que los chicos planean una bienvenida a la bebé mañana así que no sé si quieras venir a organizar algo a la bebé - Dijo muchas veces bebé así que a la madre ni la toman en cuenta, pero no quería conocer a la hija de Pablo.

- Mira Mía, al parecer tú si vas a ir, pero yo no quiero conocer a la nena - dije - me voy a casa.

- Mari, se que esto te pone mal, pero hazlo por Pablo, él quiere verte y pidió que estés -

- No, no voy, yo porqué tengo que hacer lo que dice ese idiota, yo no quiero verlo ni estar ahí, solo quiero ir a casa -

-Te entiendo, vamos a casa - dijo Mía y nos fuimos.

Al llegar a casa yo entre y ella se fue a al hospital a ver a Pablo. La verdad ya no me importaba nada, fui a mi habitación a ver algo en la televisión no quería pensar.

Ya habían pasado 5 horas desde que Mía se fue y 8 horas desde que ella entro en labor de parto, se que dije que no iba a pensar, pero no podía. Pare mis pensamientos cuando escuché unos golpes muy fuertes y desesperados en la puerta me asuste mucho.

- Mi amor, ábreme... Yo te amo - mierda era Pablo. Dude en abrir la puerta pero lo hice.

- Pablo ¿Qué haces acá? - dije, estaba en el suelo completamente ebrio. - Pablo ven párate - intente levantarlo - Ayúdame - y se levanto lo lleve al sofá.

- Marizza - me miró a los ojos - Ha sido un día muy feo, sabes la nena es preciosa, es una cosita chiquitita - me puse triste y él está hablando de su hija.

- ¿Cómo se llama? - pregunté.

- Se llama Camila - dijo - ha sido el día más triste de mi vida, no estás tú - se levantó del sofá me di cuenta de que no estaba tan ebrio.

- ¿Qué haces? - él camino hacia adelante y yo retrocedí hasta que mi espalda choco con la pared - Pablo - sentía sus respiración chocando con mis labios cerré los ojos. Quería que me besara, mi cuerpo lo pedía, pero mi mente decía no.

- No te voy a besar - ¿qué dijo? - solo si me das tu consentimiento - es divino, pero ahora todo dependía de mí.

Mi cuerpo era más fuerte que mi mente cuando lo tenía cerca, se que esta mal, pero aún así diré

- Bésame - me empujó contra la pared con su cuerpo y me besó. Se separo, yo quería más, sus besos me enloquecen - Bésame otra vez- lo hizo.