Narrado
Llegó a Cinque Terre después de 5 horas en autobus y 1 hora caminando hasta la casita. Su cuerpo estaba completamente tenso, sus pies ardían y su espalda comenzaba a doler más y más. Debía caminar otros 20 minutos hasta la casa en donde los Conte habían dejado las llaves, miro el horizonte y entrecerro sus ojos al recibir el sol de las 3p.m, ese día no era caluroso pero la luz o era mucha o Isabella estaba más sensible de lo normal. No le quedaba de otra que ir por aquellas llaves caminando, pues no tenía fuerzas para volar, así que dejó su mochila al lado del portón de la propiedad y comenzó su caminata. Con cada paso una estaca atravesaba sus omoplatos, con cada respiro sus músculos se encogían y con cada parpadeo el cansancio se hacía más y más presente. Al llegar a la dichosa casa un portón se interponía entre ella, la pequeña acera y la puerta de la casa.
Isabella- María!!- Llamó desde fuera sosteniendose levemente de las rejas al sentir su cuerpo tambalear.
María- Un moment... Isabella?- Preguntó asomándose por la puerta con asombro.
Isabella- Si, ¿como estas?- Preguntó amable.
María- Muy bien ¿Y tu? Tanto tiempo- Respondió amable caminado hacia ella.
Isabella- Bien, necesito las llaves de la casita- Dijo sin más para que la mujer no llegará a ella- No se si Margaret te dijo que vendría hoy...- Y una estaca más en su mente llegó al escuchar las palabras de Arianna en su cabeza, por que allí estaba mintiendo sin pudor alguno.
María- No, no me dijo. La llamaré para confirmar- Sonrió levemente extrañada por la palidez, las ojeras y el aspecto enfermo de la joven.
Isabella- No María, no lo hagas...- Gruñó en un susurro con sus estelas azules y celestes en los ojos, mirando de forma amenazante a la mujer frente a ella- Sólo ve por las llaves y traelas- Ordenó cuando está miro sus ojos. La morena hizo caso sin protestar y llevó las llaves hasta el portón, hasta que las soltó en las manos de la menor reaccionó- Ves? Me sorprendió que Meg aún no te lo dijera- Rió levemente confundiendo más a la mayor.
Después de eso sólo retomó el camino, María no habló, no pudo, Isabella no entendía como demonios entró en su mente, la controló e implantó una mentira en su subconsciente. Eso era nuevo y debía controlarlo, pero antes debía descansar, sentía como si su columna se fuera a partir en 5 en cualquier momento.
Cuando llegó a la casita y entró en ella, dejó la maleta a un costado de la puerta y sacó un short de ella, se quitó la camisa negra y se acostó en el colchón que puso en el centro de la sala, eran las 5 de la tarde y el calor comenzaba a irse de la montaña así que era perfecto para dormir. Despierto a las 8 de la noche y el recuerdo de la nota llegó a su mente, debía avisar que había llegado y se olvidó por completo, así que tomó su celular y marco el número de Arianna.
A- ¿Dónde estás?- Preguntó apenas descolgó el teléfono.
I- Con vida en un lugar seguro, ¿tú como estas?- Dijo ella sin preocuparse.
A- Asustada, enojada, preocupada, puedo seguir sin parar- Respondió con una sonrisa en el rostro.
I- Lo lamento enana, pero no puedo decirte y lo sabes-
A- Si lo sé, iré a avisarle a los demás para que hables con ellos- Mencionó bajando las escaleras pero un quejido de Isabella al otro lado la detuvo- ¿Qué pasa Isabella?- Se sentó en un escalón antes de dar la vuelta en las escaleras.
I- Me duele mucho la espalda, más de lo normal nada más. No te preocupes más, estaré bien- Habló tratando de que no se concentrará en eso- No quiero que menciones esto, por favor-
A- Ok- Y bajo a la primera planta- Apareció la desaparecida- Dijo al llegar a la cocina.
M- ¿Dónde estás Isabella?- Preguntó Meg con cierto enojo.
I,A- Viva y en un lugar seguro- Respondieron al unísono, riendo levemente. Isabella les explico que debía estar allí un tiempo y demás mientras que Arianna miraba un punto fijo sosteniendo el teléfono en altavoz, su mente dibagaba hasta que una imagen de la casita con el la luz de la luna encima le aclaró todo.
A- Ya se donde estas- Habló interrumpiendo todo y a todos.
I- Me lo presentía, no me sirve que puedas entrar a mi mente cuando quieras- Respondió con una leve risa- Te pido que no lo digas y que nadie, por favor, ostigue a Arianna con preguntas. ¿Prometido?- Preguntó con voz seria.
Todos- Prometido- Se escuchó segundos después.
Después de allí Isabella se despidió y volvió a dormir.
****
Habían pasado 4 días, eran las 3 de la mañana, Isabella dormía en el cuarto de Arianna y Jacob cómodamente hasta que una estaca en su espalda, a la altura de sus omoplatos le arrebató el aire.
Isabella- Ay carajo!- Dijo en un grito mudo arqueando su espalda en el colchón.
Trató de sentarse en la cama y lo logró con mucho dolor, una estaca más llegó y le arrebató el poco aire que logró conseguir. Camino hasta la sala y antes de llegar al sillón otra estacada la hizo caer de rodillas al suelo con un grito de dolor. Esta va a ser una noche larga, pensó mirando el suelo con lágrimas en los ojos.
==========Continuará===========
Este cap es corto, pero el otro será más interesante.
Esperamos que les este gustando la historia, no olviden darle a la 🌟 y recomendarla
Nos leemos en el próximo cap
♡Paz♡
Número de palabras: 956
(algo así fue la reacción de Isabella al llegar a la sala)
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El Diario De Un Hendrix
De TodoQuerido diario: Eh aquí el inicio de mi legado... Creación de: @ari73792 y @braish0301