Lo que un profesor N̶o̶ debe hacer ( Rengoku x Oc)

Capítulo 13 : No ser responsable

Y ahí estaba yo.

De camino a otra discoteca de cuyo nombre apenas recuerdo.

La previa en casa de los Kamado había sido interesante.

Solo habíamos estado bebiendo chupitos, y jugando a cosas tontas como "yo nunca".

Al llegar a la discoteca quisieron continuar con los jueguecitos y ahora estábamos jugando a "verdad o reto"

A decir verdad, hubo un momento en el qué casi meto la pata hasta el fondo.

—¡Venga! ¿A quién le toca ahora? Oh señorita Tachibana elija ¿Verdad o reto?—

Esa era Kanao, ya estaba graciosa y no paraba de menear su copa sin dejar de mirarme desde la distancia a modo de provocación.

Sé qué es una estupidez, pero al parecer para ella tenía todo el sentido.

—Verdad señorita Tsuyuri, no me fío de ti cómo para elegir otra cosa—

—¡Oh me partes el corazón Mei! Aun así, no me rendire a ver a ver... ¿Verdad verdadera qué aún eres virgen?—

—Por supuesto que no—

Ups.

Vale no estaba pensando y creía qué lo pasarían por alto , pero nada que ver.

Todos me miraban fijamente con los ojos abiertos, y Kanao sé que estaba a punto de querer sacarme toda la información.

Así que como una lunática me empecé a reír cómo la que había contado el mejor chiste de todos los tiempos.

—¿Os habéis visto la cara? ¡Era broma! Si ni siquiera tengo novio es imposible que haya hecho cualquier cosa relacionada con ese tema—

Notaba por sus expresiones que les estaba costando creerme, pero realmente tenía mucho sentido lo que estaba contando.

Por si acaso, reforcé mi argumento.

—Aparte Kanao, sabes que te lo contaría si pasara lo más mínimo. ¡Tú mi mejor amiga! ¿Crees qué te ocultaría algo?—

Dios soy la puta ama dando discursos, casi parezco un político.

Kanao obviamente dejó de dudar, hasta estaba al borde de las lágrimas por haber dudado de mí, aunque fuese por un segundo.

Sé que es exagerado, pero ya había bebido mucho y es de las borrachas que lloran.

—Bueno me toca elegir a mí ¿no? Bien Tanjiro ¿Verdad o reto?—

Sí estaba aprovechando la confusión para desviar el tema, aunque no fui la única.

Fue un susurro muy leve, pero suficiente para que le escuchara a la perfección.

—No te hace falta tener novio para follar—

No sé cuántas os lo imagináis, pero por si tenéis dudas sí, fue Inosuke el que me dijo eso.

Estábamos sentados todos en círculo alrededor de una mesa en la que solo cabían las bebidas de cada uno.

Había tres sillones, Kanao y Nezuko en el de la izquierda, Tanjiro y Zenitsu en el de la derecha y por supuesto, Inosuke y yo en el central.

Hasta había adoptado la misma pose que la noche anterior, estaba con los brazos estirados sobre el respaldo y la camisa casi abierta.

A veces dudo de para qué se la pone.

Por mi parte, me había dejado apoyar en él.

No estaba borracha todavía, pero tenía el puntito y he descubierto que me vuelvo cariñosa cuando bebo.