Capítulo 14 : No ser sincero

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Sábado 21 de mayo

Dolor de cabeza se había convertido en mi segundo nombre aquella mañana.

La luz del sol tampoco me ayudaba mucho teniendo que cubrirme con las sábanas de la cama para intentar escapar de la claridad.

Aunque , espera un momento , ¿Estoy en una cama?

¿Qué cama? o más bien , ¿De quién era esta cama?

Vale ayudadme un pelín a recordar porque os juro que me está costando arrancar.

Salí con los chicos , bebimos y oh mierda.

Recuerdo que me lie con Inosuke por culpa de Nezuko, esta no se la perdono.

Recordar a Inosuke hizo que inmediatamente levantara las sábanas y me fijara mejor en el entorno.

Lo bueno, era que estaba vestida y la habitación no se parece a ninguna que haya visto antes, así que no podía ser la del chico de las puntas azules.

Lo malo ,es que una voz y unos golpecitos en la puerta me hicieron saber en casa de quién estaba.

Lo peor, es que empiezo a recordar como llegué hasta la puerta de su casa y todo lo que sucedió después.

¿Por qué no me detuvo nadie de hacer el mayor ridículo de mi vida?

—Tachibana ¿Estas despierta? Te recomiendo qué te levantes ya , en cualquier momento vendrá tu padre a buscarte—

—¿¡Has avisado a mi padre!?—

Ay ay ay.

No debería haber gritado.

Casi al instante me lleve las manos a la cabeza que me estaba matando.

Y sí, sé que no estoy en derecho de recriminar nada , pero fue un impulso de solo escuchar que iba a venir mi padre el día se me complico mil veces más y seguramente estaría castigada de aquí al día de mi muerte.

Por lo que ,había abierto la puerta de golpe tras levantarme de un salto de la cama para encontrarme de frente a mi queridísimo Rengoku con cara de pocos amigos.

—Y ¿Qué esperabas que hiciera?Tenías más de diez llamadas pérdidas, estaban preocupados por ti. ¿Acaso recuerdas si quiera en las condiciones que llegaste aquí anoche? Si te sirve de algo, solo le dije que te equivocaste de puerta y que apenas estabas consciente cómo para decirme cuál era tu casa—

Dios la historia que se había tenido que inventar era casi tan lamentable cómo la realidad.

Y una vez más me sentía estúpida por abrir mi bocaza , la cabeza me seguía matando y no había un punto al que no me doliese mirar , tenía la vista super jodida por no usar las gafas.

—Al final del pasillo hay un baño úsalo , te hace falta tienes una pinta horrible—

Gracias , ósea lo suponía , pero no era necesario ser así de cortante y directo.

Así qué, siguiendo su sutil sugerencia, fui al baño a lavarme la cara y a soltar todo el alcohol que pudiese quedarme en el cuerpo.

No supe que tenía fatiga hasta que vi el inodoro.

Al verme en el espejo confirme que sí, tenía una pinta horrible y un poquito de agua no iba a solucionarlo.

Por lo que me tomé la confianza de abrir la ducha y meter la cabeza debajo.

Se suponía que el agua fría serviría para aclararme las ideas, pero por ahora solo había servido para que el dolor fuera más insoportable de ser posible.

Lo que un profesor N̶o̶ debe hacer ( Rengoku x Oc) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora