En el centro de secundaria obligatoria Kimetsu no había estudiante que no conociera al profesor de historia Rengoku Kyojuro.
Desde los de primero hasta los de tercer grado eran conocedores de cuánto amaba su profesión con solo ver entrega con sus a...
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Esa voz.
Alguien le llamaba.
Desde el momento que Rengoku Kyojuro murió, un montón de recuerdos se apelotonaron en su memoria.
Y si bien era él el que salía en cada uno de ellos.
Esos recuerdos no eran suyos.
A más recuerdos le llegaban aquella voz se escuchaba con más claridad hasta el punto de ser un grito desesperado, hasta que finalmente su subconsciente la identificó.
En aquel lugar donde el tiempo era inexistente, y solo había oscuridad la vió entre los recuerdos.
Mei.
Eran sus recuerdos.
Y no sólo eran los recuerdos de cuando estuvieron juntos, como si de una película se tratará ,empezó a ver todo lo que se había perdido.
Como tuvo que lidiar sola al contarle a su familia y amigos su relación.
Ver a su hermano que al final consiguió una buena familia.
La noticia de que esperaban un hijo.
La presencia de Tengen en cada momento no sólo cuidándola a ella, sino también a su ahijado.
Yukito.
Era la combinación perfecta de ambos.
Les vió crecer.
Sí, a ambos.
Ella había luchado más que nadie, hasta decidió hacer la misma carrera que él y dedicarse a la enseñanza para mantener vivo su recuerdo.
