JUGUEMOS

17. Juguemos... a que eres una tentación

Haikuan miró a Zhuocheng recoger sus prendas de su habitación, pero su rostro tenía una mueca burlesca sin entender por qué, entonces el doncel se giró y caminó hacía él con un andar felino, aquel del que Cheng siempre hacía uso cuando lo quería seducir, lentamente se subió a la cama y subió sobre él acariciando con sus manos sus pectorales mientras se relamía los labios con lujuria y todo estaría bien si la mirada del menor no tuviera una cierta oscuridad, había un sentimiento que reconoció como odio en ella y aquello le hizo un nudo en el estómago.

-No quería que me vieras partir- dijo Cheng mirándolo a los ojos-, pero supongo que para decir lo que quiero decir, cualquier momento es bueno – su voz se hizo más gruesa y se restregó sobre el torso de Hai como un minino en busca de mimos, pero algo andaba realmente mal – Lo nuestro fue bueno, lo disfruté mientras duró, pero ahora debo pensar en mi hijo y en su padre. Amo a Jackson, él es el perfecto prospecto para formar mi familia.

Haikuan se enderezó sintiendo que no podía respirar y tomó a Cheng por las muñecas fuertemente -¿Qué quieres decir?, ¿qué significa esto?- preguntó con los dientes apretados.

-Algún día tenemos que aceptarlo, lo nuestro nunca iba a tener futuro, jamás estarás a la altura de mi ni de mi familia- entonces el doncel hizo ademan de levantarse, pero Haikuan no se lo permitió sintiendo su corazón estrujarse, el temor estaba invadiendo su interior.

-Cheng, no. Cheng-Cheng, mírame- rogó con los ojos llorosos cuando el menor miraba algo muy atentamente tras Haikuan – Nos amamos, ¿recuerdas? Tú lo dijiste, yo no te abandonaré. Tu... tú me amas, lo dijiste anoche.

-Eso era antes. Ahora amo a Jackson.

Haikuan cerró los ojos sin poder contener las lágrimas -Yo no te dejaré ir- dijo si mirar al doncel.

-Yo me quedaré contigo- La voz no era de Cheng, entonces abrió los ojos y con sorpresa miró a Zhu Zanjin debajo de él, mirándolo tiernamente, pero a Hai no le importó, con urgencia buscó a Cheng alrededor, apenas lo pudo ver partir en brazos de Jackson.

Despertó alterado. Buscó entre las sábanas a ZhuoCheng, lo llamó varias veces sin obtener respuesta. Salió de la cama a trompicones y lo buscó en cada rincón. Con cada segundo que pasaba, su corazón latía con más temor. Se vistió con prisa e intentó llamarle, pero no había respuesta.

Intentó ordenar sus ideas. No era la primera vez que Cheng salía de su departamento sin despedirse, más aún si tenía clases temprano y no quería molestarlo, por lo que trató de calmarse y prometió buscarlo más tarde. Entonces recordó el cómo Jackson se había acercado a su doncel y estaba seguro que, de haber llegado un par de segundos más tarde, este lo hubiera besado. Tenía que hablar con Jackson y dejarle bien claro que ZhuoCheng era suyo.

Con evidente mal genio se dirigió a su oficina imaginando miles de escenarios en donde enfrentaba a Jack, pero apenas entró a la oficina y un delicado aroma inundó sus sentidos fue que todas aquellas ideas quedaron en el olvido por el momento y se concentró en Zanjin quien se veía un poco nervioso, con las mejillas coloradas y sin aliento.

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Zhu Zanjin había salido de su casa como cualquier otro día. A pesar de no haber dormido bien, se preparó para un día más de trabajo.

Sin querer, su mente volvió a vagar a los acontecimientos del día anterior. No podía negar que había algo que lo atraía sobre manera a Wang Yizhou, le gustaba y mucho, pero las palabras de Haikuan aún rondaban su cabeza ¿y si era cierto que este había jugado con él?, ¿y si no lo había tomado en serio? No, no podía ser. Zanjin no era un tonto, podía ver que Yizhou se había disculpado con él sinceramente, se le había notado en sus ojos "Sólo quería tener tu atención, no para burlarme, sólo me gusta cómo me miras" eso le había dicho y él le creyó. Sin poderlo evitar sonrió con las mejillas coloradas y pensando que tal vez si le daba una oportunidad, todo podría salir bien.