28. Juguemos... a olvidar

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Haikuan (Mensajes de voz):

"Buen día, ChengCheng. ¿Cómo sigue tu estómago?, ¿Aún duele?, ¿Estas comiendo bien? Te mandé una canasta de melocotones y uva. Te amo. Siempre lo haré."

"Hola, bonito. Soñé contigo, sobre el día que te conocí... Te extrañó, ChengCheng"

"A-Cheng... extraño besarte, tus labios tan dulces y tímidos, tu cuerpo temblando bajo mío o sobre mí cuando te mueves con desenfreno tomando el control... Cheng, te amo, ¿me escuchaste claramente? Te amo... Extraño a Clara de Huevo. ¿Le has hablado de mí? Dile que su padre lo ama e irá a verlo mañana... espero verte a ti también. Por favor, ZhuoCheng, te amo. No merezco pedirte otra oportunidad, lo sé, pero es que..."

"Ya es tarde. Espero estés descansando. Hoy hace frío y el viento sopla fuerte. Te cantaré para que puedas dormir y recuerda que te amo... ♪♪I love you in the morning, when the blood runs to your cheeks...♪ ♪ "

ZhuoCheng reprodujo el ultimo mensaje, en donde Haikuan había grabado la canción, aquella que siempre le cantaba cuando el viento no lo dejaba dormir, una infinidad de veces con lágrimas surcando su rostro.

"Yo también te amo. También te extraño" Cheng respondía a cada declaración del mayor, cada vez que escuchaba los mensajes, siempre le respondía al audio, aunque nunca contestaba en realidad.

Cada mañana se hacía más difícil, pues tenía el constante miedo de que Haikuan algún día se cansara y dejara de grabar los mensajes para él. Sabía que si eso pasaba, se le rompería de nuevo el corazón.

-¿Todo bien, bonito?- preguntó Jackson cuando lo llevaba de la universidad a su hogar

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-¿Todo bien, bonito?- preguntó Jackson cuando lo llevaba de la universidad a su hogar. Había notado que en momentos el menor se perdía en su mente, su rostro se volvía frío y sus ojos reflejaban una añoranza profunda. Jackson sabía que Cheng aún pensaba en Haikuan, pues su relación había sido larga y fuerte, la separación repentina, estaba consciente de que Cheng no olvidaría a su ex en unas semanas, pero sin duda el intentaría ganar el corazón del doncel. Jackson desbordaba optimismo, ante todo.

-Llévame a tu departamento. Quiero sexo- dijo con los ojos pegados a la ventanilla, sin una pisca de emoción en sus palabras.

-Wow, me siento tan especial en este momento- comentó Jackson con tono juguetón, pues de ninguna manera podía negar las ganas que tenía de retozar con el doncel.

Cheng lo fulminó con la mirada – Te advertí que esto sólo sería sexo, si a caso no quieres...

-No, no. Claro que quiero. Tus deseos son órdenes. -dijo acelerando un poco más desviando su destino.

En cuanto entraron al departamento de Jackson, Cheng se lanzó a él deshaciéndose de su ropa al momento.

-Tranquilo, pequeño- dijo Jackson tratando de tomar el control – Podemos disfrutarlo mucho más si vamos lento.

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