JUGUEMOS

21. Juguemos... a que me tienes (Parte 1)

ZhuoCheng se levantó aquella mañana con el estomago revuelto, como lo ha estado los últimos días y aunque vomitó hasta vaciar su estómago, no pudo evitar sonreír cuando termino de lavarse la cara. "Sé que estás ahí" dijo acariciando su vientre. Suspiró dándose ánimos de solucionar aquellos malentendidos con Haikuan en aquella fiesta, pues de buena fuente se enteró de la asistencia de Haikuan sin una pareja. No había sido su intención utilizar a Jackson para darle celos a su novio, pero la oportunidad se presentó y no dudó en aprovecharla. Quizá era lo que necesitaba Haikuan, que le abrieran los ojos y contemplara que Cheng no era algo totalmente seguro. Cheng sólo castigaría un poco a su novio y después hablaría con él sobre su embarazo y todo arreglado.

Salió de baño, pero de pronto un mareo y un leve dolor en su estómago lo hicieron detenerse. "Tranquilo, bebé, todo estará bien". Murmuró tratando de ignorar su debilidad. Tenía que hacer una cita con su doctor para los cuidados prenatales, pero un par de días no iban a afectarle realmente, por lo que decidió prepararse para el gran evento.

--&&--

Jackson Wang no podía estar más contento con lo que sus ojos veían, el joven doncel lo había estado esperando recargado en el marco de la puerta, a pesar de que mantenía una mirada seria, su postura era totalmente seductora. El ambiente se sentía tenso, pero aquello no lo desanimó en absoluto, al contrario, le permitía estar al control de la situación. Llevó una ligera conversación en la cual el doncel apenas si le respondía, pero no le molestaba y el trayecto a la mansión donde se llevaría a cabo la fiesta fue sólo la oportunidad de Wang para tratar de relajar a su acompañante.

ZhuoCheng tenía un brillo especial en su mirada y su humor fue suavizándose cada vez más conforme avanzaba el reloj, en algunas ocasiones esbozaba una leve sonrisa por alguna tontería que le relataba el mayor y el cual estaba muy complacido por aquella atención que poco a poco iba ganando por parte del doncel.

Jackson no lo podía negar, habría sido muy diferente si ZhuoCheng fuera coqueto o accesible, el hecho de que el pelinegro pusiera resistencia a sus intentos de acercarse, el que lo obligara a esforzarse le añadían cierto encanto al juego. Cada vez se emocionaba más; cualquier gesto de aprobación por parte del doncel hacía saltar su corazón, porque podía darse cuenta de que aquello no era tan fácil de lograr.

Cheng tampoco era indiferente a los esfuerzos del castaño, le encantaba saberse deseado, algo que Haikuan había dejado de lado desde hacía unas semanas, no pudo evitar pensar que fue justo cuando llegó el nuevo asistente, pero desechó rápidamente aquel pensamiento cuando recordó que era Yizhou el interesado en ese doncel y no su novio. O por lo menos eso esperaba. Pero nada de eso importaba ahora, pronto hablaría con Hai, pronto sabrá de su hijo y estaba totalmente seguro que Haikuan jamás sería capaz de abandonar a su hijo, ni a él. ¿Cierto?

-¿Qué crees que estas haciendo?- preguntó Cheng sobresaltado cuando Jackson tomó su mano para entrar juntos a la gran mansión.

-Sólo quiero tomar tu mano- contestó Jackson con inocencia tomando firmemente la mano de Cheng para evitar que se le escapara- ... por ahora- susurró lo suficientemente fuerte para que su acompañante lo escuchara.

Cheng no pudo evitar ponerse colorado ante tal situación. -Jackson Wang- habló bajo, pero de manera firme un tanto molesto por la desvergüenza de Jack – No te hagas ilusiones. Vine a esta fiesta con el único propósito de hablar con Haikuan y arreglar las cosas.

-Lo sé- Jackson se encogió de hombros como si aquello fuera un detalle sin importancia -Hablarás con Haikuan, pero el resultado aún es incierto y eso me da cierta esperanza.

-¿Esperanza?- preguntó Cheng un tanto sorprendido por el exceso de confianza del castaño -Te recomiendo que esa esperanza la entierres bien en el fondo. Haikuan me ama y yo estoy enamorado de él, así que...