5. Juguemos ...en el Club

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-Zhan-ge, vamos, despierta. ¡Es mi novio!, ¡Es mi novio!- Cheng entró a la habitación de su primo muy entusiasmado sin poder contener la alegría de sentirse libre de llamar a Haikuan "novio".

Zhan ya lo esperaba pues había escuchado su parloteo desde el pasillo, lo jaló con fuerza, haciendo que cayera sobre la cama y una vez ahí, lo envolvió en sus brazos dispuesto a usarlo de almohada.

-¡No!, Zhan-ge, espera, ya me había peinado – se quejó en vano, pues Zhan no lo liberaba. -Eres peor que mi novio.

-¿Así que novio?- preguntó curioso Zhan. Estaba seguro de que su primo pelearía con ese hombre.

-Sigue siendo mi Hai- respondió Cheng con una sonrisa brillante.

Zhan por fin lo dejó ir suspirando – Es peligroso, Cheng. Debiste terminarlo anoche.

-Lo hiciste a propósito, ¿cierto? – Cheng miró a su primo con los ojos entrecerrados - ¿En verdad creíste que algo tan sencillo nos haría separarnos definitivamente?

-Sólo trato de protegerte- respondió Zhan buscando el atuendo adecuado – No creo que sea sensato que te encapriches con él cuando mi padre no lo aprobará y lo sabes.

-Tío Jian jamás me ha prohibido nada. Estoy seguro de que lo entenderá- se defendió Cheng.

-Si eso es cierto y estás tan seguro, ¿por qué no lo has presentado a mis padres?- preguntó Zhan.

-Bueno, la relación apenas está yendo bien, no es como si planeáramos casarnos en los próximos meses – se excusó, aunque no pudo evitar que su ánimo se desinflara bastante.

A Zhan no le gustaba mirar a Cheng triste, por lo que se hincó frente a él, tomándolo de las manos – No es mi intención molestarte, sólo me preocupo de que salgas herido. No quiero verte con el corazón roto y ese tal Haikuan se ve con bastante potencial para romper el tuyo si se lo permites.

-Él me ama- Zhan bufó ante aquella frase – Es en serio, te lo prometo- dijo Cheng de inmediato ante la burla de su primo – Yo lo amo, Zhan-ge, en verdad lo hago. Y sé que soy correspondido. Si tan sólo te dieras la oportunidad de conocerlo... por favor.

Zhan no podía negarle nada a su primo, así que jugando le acarició la cabellera – De acuerdo, lo intentaré conocer, ya sabré si lo que dices es mentira o no.

Cheng le sonrió contento, pero Zhan en realidad quería hablar muy seriamente con Wang Haikuan y averiguar lo que realmente tramaba para con su primo e intentaría alejarlo antes de que le hiciera daño.

No era que le importara que Haikuan no fuera de su misma clase o tuviera una fortuna, pero ver a Cheng tan perdido en sus emociones lo hacía sentirse inquieto, bien sabía que una relación gobernada por sentimientos así de intensos significaba un corazón roto y lo último que quería era ver sufrir a su primo, además sus padres no aprobarían fácilmente la relación porque aquella unión no traería beneficios a la familia y esa era la única condición de su padre para aprobar a los pretendientes. Tenía que detener aquello antes de que Cheng se aferrara más a él.

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Wang Yibo llegó al club una hora antes de lo acordado, sus mejores amigos Sungjoo y Jackson lo acompañaban como siempre que corría. La vista del amanecer en aquel lugar era cautivante, pero su humor no podía estar más oscurecido.

Después de aquellas palabras de Haikuan sobre Xiao Zhan, le costó conciliar el sueño, no tenía en claro porqué había insistido tanto en acercarse a él. El doncel era atractivo, sin duda, pero había algo más, no sólo su belleza, había algo que lo atraía. Quizá su forma de mirar. Normalmente los donceles tenían una mirada dulce y cálida, en cambio, la de Xiao Zhan era profunda, como si leyera a las personas y pudiera ver a través de ellas. Quizá su forma de caminar, mostrándose siempre seguro y fuerte... o quizá la forma en que le guiñó el ojo y la sonrisa provocativa que le dirigió antes de desaparecer por las escaleras.

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