20. Juguemos... a la oportunidad

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Cheng miraba distraídamente la pantalla de su móvil sin prestar atención a la palabrería de Ji Li que muy emocionado se probaba infinidad de atuendos para la fiesta del día siguiente, miraba una y otra vez el último mensaje que le había mandado a su novio antes de que toda comunicación se cortara completamente: "No fue mi intención dejarte plantado por favor, responde. Hai, tenemos que hablar"

El mensaje fue leído varias horas después y luego nada. No contestó sus llamadas y Zhan le había prohibido insistir de nuevo con el tema, pero al día siguiente tenía que asistir al cumpleaños del señor Chen y no quería estar solo, extrañaba mucho a Hai y, además, durante el resto de la semana había sentido nauseas matutinas y dormitaba mucho, síntoma inequívocos de que estaba esperando y esa idea era la única que lo mantenía sin tirarse a la desesperación.

-... Y Yizhou me dijo que era la oportunidad perfecta para presentarme a Zanjin y que le aclare de una vez por todas que entre nosotros no hay compromiso- Las últimas palabras de Ji Li resonaron lejanas en los oídos de Cheng.

-Tengo que hacer una llamada- dijo ZhuoCheng no pudiendo contenerse más- por favor, espera aquí, no tardo.

-Pero no me has dicho cómo me veo con este- Ji Li hizo un mohín ante la indiferencia de su amigo.

-Te ves bien, con todos ellos. No tardo. – Cheng salió sin mirar realmente a su amigo y a nadie más, por lo que no se percató del par de ojos que lo miraron atentamente tras el aparador y que, sin dudarlo, lo siguieron de cerca.

Un timbre, dos timbres, tres timbres... Nada.

Cheng, ahora furioso, marcó de nuevo el número murmurando "Si no me contestas, iré ahora mismo a destrozar tu oficina, Haikuan"

Jackson escuchó aquel murmullo y aunque una parte de él sonrió por el temperamento del doncel y las increíbles ganas de comerse a mordidas el tierno puchero de los labios del doncel, otra parte de él se sintió un tanto irritada, celosa.

Un timbre, dos timbres, tres timbres... "Cheng" contestó Haikuan en voz baja y titubeante.

"Estaba a punto de castrarte si no respondías esta llamada, Wang Haikuan" amenazó Cheng apretando fuertemente el celular. Aquella amenaza había hecho sonreír a Jackson que mantenía su cercanía al doncel.

"A-Cheng, estoy ocupado, ahora no puedo hablar..."

Chen suspiró y cortó aquellas palabras. "Hablamos ahora o no hablamos nunca, tu decides" sentenció el doncel.

"Está bien" suspiró Haikuan, cosa que irritó a Cheng aún más.

"Mañana es la fiesta del señor Chen y quiero que me acompañes" soltó Cheng, aunque su tono era firme, por dentro se sentía sumamente inquieto por la aparente indiferencia de su novio.

"Ah... yo..."

Cheng abrió los ojos, sorprendido por la vacilación en la respuesta de Haikuan y de pronto comenzó a molestarse más. "Si no me acompañas, Haikuan, buscaré a alguien que quiera ser mi pareja por toda la noche" amenazó Cheng.

Haikuan de nuevo suspiró un tanto frustrado, pues en verdad había salido de una importante reunión con un cliente para atender la llamada de su novio "Hablemos más tarde, aún no sé si mañana estaré libre, aquí en la oficina..."

Chen lo interrumpió "Es tu última oportunidad. Sólo tienes que decidir ser mi pareja o no, Haikuan. Sólo un sí o un no"

"¿Y si digo que no?" Haikuan miraba el reloj un tanto desesperado.

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