03: Alguien guarda secretos

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Alguien guarda secretos
Nicolás

Alguien guarda secretosNicolás

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3 Años antes.

—Tienes que ir y decirle la verdad, Santiago —pedí— amigo, tienes que hacerlo.

Santiago se sentó, estaba tan confundido que no sabía que hacer, no sabía que decir o con quien ir.

—Mi padre destruyó la vida de Lillie y de toda su familia, ¿entiendes la magnitud de las cosas?... no puedo ir y destruir su vida nuevamente. No puedo, quisiera ser egoísta y contárselo todo, pero entonces los destruiría... a todos.

—Esto es una mierda —solté dando vueltas como gallina.

Mi amigo se cubrió el rostro, exasperado, pero terminó sollozando.

—Ella ya me odia... no puedo... no soportaría contárselo, Nicolás, así que esto no saldrá de aquí.

—Si tu no puedes hacerlo, entonces lo haré yo.

—No —negó Santiago— si tú dices algo, Nicolás, si tú piensas decirle la verdad a Lillie destruirás todo lo que ella ha avanzado, ¿me entiendes? No podemos decirle nada... no haremos que retroceda.

—Entonces nos callamos, pero ¡¿sabes el costo de esto?! ¿El costo del silencio?

Santiago se limpió el rostro y respiró profundamente.

—No importa lo que cueste mientras ella esté bien.

—Por eso que dejas que se marche —comenté— aún sabiendo que dijiste puras mentiras y que ella ahora se las cree. ¡Has dañado tu reputación ante Lillie!

Su respuesta fue el silencio, pero yo ya sabía interpretarlo. Él estaba sacrificándose por ella.

—Y Daniel...

—A nadie —negó—. Nadie más lo puede saber. Nicolás, jura que nunca lo dirás, nunca se lo dirás a nadie.

Yo dudé, pero finalmente acepté.

—Juro que no hablaré de ello.

—Nunca.

—Nunca —repetí.

Fue ese día, esa tarde y esa noche la que condenó y cambió el rumbo de nuestras vidas.

Mi vida nunca había sido especial, tenía a Daniel y a Santiago, pero entonces llegó Lillie. Ella verdaderamente había cambiado nuestras vidas, era como una luz, un arcoíris que salía justo después de una terrible tormenta.
Yo la ame, fui el primero en caer torpemente en su sonrisa, en sus locuras, pero luego fue Santiago, los dos simplemente habíamos caído en el hechizo de nuestra Estrellita.
Mi amor se convirtió platónico porque no podía competir con Santiago, no podía simplemente porque para Lillie era el simple amigo de su primo, pero cuando Santiago llegó de su internado, cuando ellos dos se encontraron por primera vez vi en ambas miradas lo que ellos no supieron ver.

Mi exilio con la abuela 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora