El trono
Lillie TorresEl día había llegado, el momento es por fin mio. Ser heredera de Mila fue un gran problema desde el principio, desde que se me heredaron las mayores empresas de Mila la abuela estuvo ahí, guiándome, y diciendo:
"Lillie no hagas esto"
"Haz esto de aca"
"Se esto"
"Es mejor de esta manera"
Yo fui su titere por mucho tiempo, porque si no la obedecia entonces haría alguna estupidez y el señor Johnson se aprovecharía, la verdad es que sí, se aprovechó de cada oportunidad que tuvo, cada vez que yo me equivocaba ahí estaba él diciendo:
"Ella es muy joven, es inexperta, nos enviará a la ruina"
Probablemente eran palabras certeras, pero yo había cambiado. Ahora sabía lo que debía hacer y por quien. Estuve realmente perdida, tenia muchas preguntas, pero cero respuestas, me preguntaba cada noche por que Mila me dejó una gran responsabilidad a alguien como yo. Había una carta, palabras que Mila escribió, era su puño y su letra en esa carta, pero la verdad me habia dejado mas confundida y con más preguntas, pero no podia preguntarle cosas a una persona muerta... al menos no por la via correcta.
Una vez trate de comunicarme con ella, pero probablemente invocamos a otro demonio, bueno no se con certeza si aquellas respuestas en el juego ese era por mis amigas o porque todas estabamos ebrias.—En serio me da un poco de miedo tu seguridad —Candace comentó mientras pasaba a la cocina.
—Gracias.
—No era un cumplido —aclaró Amanda.
Mi maliciosa mirada cayó en Amanda.
—Pero antes que decidas degollarme, quiero agregar que te vez fantástica, cual fantástica si hasta parece que vas a patear traseros por doquier.
—Eso es lo que hare.
—Seran puros traseros arrugados y viejos —añadió Candace.
Bueno, pensé en eso un segundo, pero bastó para hacer una mueca de asco.
—No se porqué me imagine a una pasa, toda arrugada y...
—¿Vieja? —preguntó amanda.
Y nos empezamos a rier desenfrenadas.
—A veces somos asquerosas —admití. Recogí mi bolso— me tengo que ir al trabajo.
Y decir esa palabra fue fantástico, al menos me dio alegría. Johnson no podia interponerse, no podía hacer nada más para sacarme de mi propia empresa, nunca más.
—Suerte con eso —Amanda habló.
Candace negó.
—No necesitas suerte, tu solo necesitas éxitos.
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Mi exilio con la abuela 2
RomanceLillie está por cumplir sus dulces 21 años y con eso podrá administrar su fortuna heredada. Será que Lillie cambió? Estará lista para este nuevo papel en su vida? Podrá controlar algo imposible? Será capaz de soportar a su ex? Será posible que...