Capítulo XLI. Aliados.

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El Kimpton Charlotte Square Hotel estaba muy cerca del castillo de Edimburgo, en una zona céntrica y turística pero también podían ver que era rural, había varios locales a su alrededor. Cafeterías, florerías, tiendas de antigüedades y dos librerías que llamaron la atención de Taehyung cuando bajaron del taxi.

El taxi aunque era automático, parecía un antiguo coche con asientos de cuero y aire acondicionado. Era, curiosamente, cómo su ciudad: antigua, con calles dignas de una historia de fantasía, con toques del gótico y dark academia pero no dejaba de ser una ciudad del año 2022. Había pantallas gigantes en algunos puntos del centro, donde pasaban anuncios de marcas globales, había visto dos Starbucks en el camino al hotel y aunque los faroles se veían antiguos, podía ver el foco inteligente dentro.

Podía sentirse parte de un cuento de hadas, o de Harry Potter, pero seguía siendo una ciudad metrópolis de primer mundo.

El hotel Kimpton era largo, de cuatro pisos, pero se veía imponente. La entrada era una puerta de una casa londinense normal, con escaleras, un portón pequeño y blanco, dos faroles negros altos y una placa de oro a un lado de la entrada, que decía Kimpton Charlotte Square Hotel desde 1814 en letras negras en cursivas. Un botones se apresuró a abrir la puerta del hotel y ayudar a ambos con sus maletas.

El conductor les entregó una tarjeta de presentación cuando Jimin le pagó.

—Si necesita transporte, estoy a sus servicios. Willis Grace, a cualquier momento que me necesiten.

Taehyung sonrió.

—Yo soy Kim- eh, Taehyung Kim y mi esposo, Jimin Park. Cualquier cosa, le llamaremos. Gracias, señor Grace.

—Oh, no, dulzura, dime Will. El señor Grace era mi madre, bueno, mi padre —se rió divertido. Taehyung dedujo que su padre era Omega, sobre todo por la forma tan normal en que lo trataba, como si fuera un amigo más.

Jimin se despidió del Beta y guardó su tarjeta en la cartera, al menos ya tenían un transporte seguro para cualquier situación. El botones les dejó la puerta abierta y les ayudó con sus suéteres y gabardinas húmedas.

—Bienvenidos al Kimpton Charlotte Square Hotel, soy Lauren, encantado de servirles. ¿Tienen reservación o vienen a reservar habitación?

—Hola, Lauren. De hecho tenemos reservación a nombre de Jimin Park.

El botones asintió y les enseñó el lobby.

—Por favor, síganme a recepción.

A primera vista, el lobby parecía la entrada de cualquier casa, pero había una pequeña recepción donde había más gente y más botones moviéndose de aquí a allá. El botones los llevó por una puerta de cristales y madera que daba a un pequeño patio techado con dos sillones largos a lado de cada pared, para volver a entrar por otra puerta de cristales y madera que daba al fin a la recepción. Los pisos eran de madera y mármol, era elegante, de techos altos y una pequeña sala a la derecha donde había sillones individuales cortos y anchos, con mesas de café pequeñas y varios cuadros de diferentes tamaños, eran fotos en blanco y negro de personas, lugares y cosas. Las paredes eran grises con relieves visibles que daban la apariencia de ser marcos en un gris pardo.

Era una combinación de moda inglesa y escocesa, con toques retros y elegantes. Al muro de recepción era de madera caoba pesada y había varios recepcionistas, Betas y Omegas, en un uniforme de pantalones oscuros de lana y camisas de manga larga blancas con olanes de encaje oscuro al frente en dos líneas desde el cuello hasta la cintura. Todos vestían así, excepto los botones que llevaban un saco blanco en lugar de la camisa.

El botones los acercó a una Beta, con una plaquita en el pecho que decía su nombre. Lilith Grace.

—Bienvenidos a Kimpton Charlotte Square Hotel. Soy Lilith Grace, ¿en qué puedo ayudarles?

A (Un) Married StoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora