Taehyung ignoró lo mejor que pudo las miradas pícaras de sus compañeros y se concentró en acabar sus pendientes del día de ayer antes de ponerse a terminar el artículo para noviembre y salir a comer con Jungkook temprano.
Jin estaba en la junta junto a Jimin, y Jungkook lo había esperado algo ansioso al no verlo llegar a tiempo. Pero cuando lo vio entrar con las mejillas rojas, supo que algo había pasado.
Lo jaló hacia el pequeño cuarto de descanso donde tenían café y un refrigerador donde guardaban su comida.
— ¿Qué pasó? Estás completamente rojo —fue el saludo de su amigo.
Taehyung no podía hablar, sus labios seguían adormilados y sentía ese pequeño beso casi fantasma en la comisura. Pero se obligó a concentrarse en su amigo.
—Ah... Nos quedamos dormidos y mi alarma nos despertó ya tarde —explicó lo mejor que pudo.
Jungkook alzó las cejas.
— ¿Y eso?
—Bueno... su celular se quedó sin pila y cuando me di cuenta, ya era muy tarde. Ni pudimos desayunar.
—Ay, TaeTae... ¿Te parece si salimos a almorzar temprano? —le ofreció el otro Omega, pasándole un vaso de café caliente ya preparado. Taehyung lo tomó con un gracias pequeño y asintió.
—Eso suena bien. Pero hay que apurarnos para no tener tanto trabajo en la tarde.
Los dos salieron del cuarto y Taehyung ignoró a sus compañeros que lo veían entre curiosos y divertidos. Jungkook notó las miradas pero no dijo nada, poniéndose a trabajar lo más rápido que pudo.
Cuando Taehyung terminó el artículo, en su segunda revisión ortográfica, fue cuando sus compañeros decidieron hablar.
—Oye, Taehyung, ¿qué se siente tener al jefe en la cama, eh? —le preguntó una Alfa de manera descarada, riéndose junto a los demás de su línea, que eran unos cuatro Alfas y una Omega.
Jungkook se congeló y miró enojado a los demás, pero Taehyung habló antes que pudiera hacer algo:
—Mejor que usar una almohada gigante de peluche, Ro See-wan.
La aludida dejó de reír y se puso roja de las orejas.
— ¡Oye! Es muy cómodo y ayuda mucho para dormir, ¿sabes?
— ¿Y a mí qué me importa? —miró a la Alfa con una sonrisa falsa y tensa—. Mi matrimonio no tiene nada que ver con mi trabajo. Mucho menos debería importarte los matrimonios ajenos. Ocúpate del tuyo. Ah, espera —añadió con un falso puchero—. Cierto, se canceló, ¿no?
La Alfa había perdido cualquier sonrisa y miraba enfurecida al Omega, sus compañeros habían dejado de sonreír también y se empezaban a concentrar en sus cubículos.
— ¡No tienes que ser tan insensible, Omega!
—No soy tu Omega como para que me hables de ese modo, Ro See-wan.
—Eres un-
— ¿Un qué? —otra voz les interrumpió y todos voltearon hacia la entrada. Yoongi estaba recargado en el marco de la entrada, junto a Jin, quien miraba a la Alfa muy serio.
—Ro See-Wan, no creo que quieras hablarle así al esposo de tu jefe, ¿no crees? —preguntó Yoongi en un tono áspero, para después chasquear con la lengua y enderezarse—. No, no, más bien, no querrás hablarle así a tu compañero de trabajo que, por cierto, tiene más desempeño y productividad que tú, ¿verdad?
La Alfa se había levantado y juntado sus manos en su regazo, ligeramente inclinada cuando vio a sus superiores en la entrada. Jin no había dicho nada en ningún momento y miraba muy serio a la mujer. See-Wan era relativamente nueva, llevaba menos de 5 meses en la empresa, al mando de Jin, y aunque era buena editora, había ocasionado muchas peleas junto a cinco compañeros más.
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A (Un) Married Story
RomancePark Jimin necesitaba casarse para salvar la empresa familiar. Kim Taehyung debía casarse para no terminar en la deshonra de su familia. Ambos se detestan, pero ambos se necesitan. El trato es simple: 1 año de matrimonio para cumplir con los estánd...